Capítulo 13.

2.5K 358 73
                                    

La sorpresa que le causó a Se Hun escuchar aquellas palabras fue realmente grande. Lu Han se levantó de la cama e invitó al más alto a conversar en el comedor, pues pensó que ahí estarían más tranquilos.

Se Hun siguió a Lu Han y tomó asiento después de que él lo hiciera, rechazando amablemente la oferta de que le preparara algo para beber. Lu Han sí pensó en hacer café, aunque fuera sólo para él, pero al final decidió servirse un poco de agua y nada más.

—El único que sabe esto es Xiu Min —comenzó como si nada—. Si te estoy contando todo en este momento es porque en verdad confío en ti. ¿Entiendes, Se Hun?

—Sí, entiendo. Te escucharé hasta el final.

—Bien —miró hacia otro lado—. Mi padre solía golpear a mi madre y tratarla como si fuera un montón de basura —dijo con cierto dolor.

—¿Eh?

—Ella jamás lo dijo, pero era obvio. Yo no podía darme cuenta en ese entonces porque era sólo un niño —soltó un suspiro—. Y me hace mal pensar en el hecho de que, aun si hubiera entendido todo, no era posible hacer algo para ayudarla. Mi padre estaba loco.

—¿Por qué hacía algo tan horrible?

—Bueno, no siempre fue un mal hombre —hizo una breve pausa—. Empezaré por contarte que soy el único hijo biológico que tiene. Mi hermana, aunque es cinco años mayor que yo, en realidad fue rescatada por mi madre cuando yo era sólo un bebé de seis meses... El problema es que mi padre jamás creyó eso —desvió la mirada—. Como un idiota, siempre acusó a mi madre de haberle sido infiel con alguien más y de haber mantenido a Xia Jie como un secreto. Desde ese día, mi padre fue agresivo con ella. La golpeó durante años.

—Lu Han...

—A ver, ¿cuándo fue? —Ignoró a Se Hun, pensando sólo en su propio pasado—. Estaba a unos pocos días de mi décimo cumpleaños cuando escuché a mi madre hablar con alguien por teléfono, recuerdo que su voz no dejaba de temblar. Estaba nerviosa. Ella quería que mi hermana y yo viniéramos a Corea... No sé cómo, pero logró llevarnos al aeropuerto un par de días después de esa llamada. Nos dijo que ya no podríamos vivir con ella, pero que su amiga Park Sandara nos ayudaría y se haría cargo de nosotros.

—¿Seguiste en contacto con tu madre?

—No, ella está muerta, fue asesinada... Como te dije, mi padre estaba loco, Se Hun, y ahora está pudriéndose en la cárcel. Ese hombre iba a matarnos a los tres; lo que mi madre hizo al enviarnos a Corea fue salvarnos la vida.

—¿Qué sucedió cuando llegaste a Corea? —No podía dejar de mirarlo.

—Park Sandara ya nos estaba esperando. Ella fue muy amable con mi hermana y conmigo... De hecho, si hoy tengo este apartamento, es gracias a ella. Aceptó vendérmelo y me deja pagarle poco a poco.

—Lu Han, me gustaría escucharlo todo, pero en orden...

—Ah, sí. Perdón —soltó una risa sin muchas ganas—. Sandara nos recibió con los brazos abiertos, nos llevó a su casa y nos cuidó tanto como pudo. Debo admitir que, para alguien que casi siempre estaba ocupada o con un viaje de negocios en puerta, hacía un muy buen trabajo. Sin embargo, precisamente por su trabajo, Xia Jie y yo pasábamos más tiempo sin ella que con ella.

—¿Xia Jie?

—Así se llamaba mi hermana... Ella es la madre biológica de Xu Bao.

—¿Qué le pasó?

—Cuando yo tenía trece años, ella empezó a salir con un chico al que yo detestaba porque su personalidad se parecía mucho a la de mi padre —suspiró—. Xia Jie nunca hizo caso a los consejos que Sandara y yo le dábamos, ella estaba cegada y sólo nos decía que nos estábamos preocupando de más; siempre defendía a su novio, por más daño que éste le hiciera.

De nosotros [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora