Esa tarde, Lu Han aprendió muchas cosas acerca de Se Hun, como que éste no conocía a sus padres biológicos y que los primeros recuerdos de su vida eran de su infancia en un orfanato. Cuando tenía siete años de edad, fue adoptado por una pareja que no podía tener hijos. Ellos siempre lo habían apoyado en todo, eran realmente amables, y aunque estaban viviendo en otra ciudad porque Se Hun se había mudado para estudiar lo que quería, seguían en contacto.
—¿Les has contado algo acerca de mí?
—¡Por supuesto! —Respondió el más alto—. Y también les he hablado de Xu Bao. Después de ver algunas fotografías, se mueren de ganas por conocerlos.
—¡Oh! ¿Recuerdas a Park Sandara?
—¿La amiga de tu mamá?
—Exactamente —sonrió de lado—. Ayer le conté acerca de ti y... Bueno, ella también quiere conocerte. Vendrá a Corea en unos días más, así que se me acaba de ocurrir una idea.
—Soy todo oídos.
—¿Qué tal si invitas a tus padres y comemos todos juntos en mi apartamento?
—Suena genial —asintió—. Hablaré con ellos esta noche.
La tarde en compañía de Se Hun había sido muy agradable tanto para Lu Han como para el pequeño Xu Bao. Se estaba haciendo algo tarde, así que regresaron al apartamento del más bajo después de haber recorrido la juguetería entera al menos unas cuatro veces, esperando que el pelinegro se decidiera por algo para llevar a casa. Al niño le gustaban mucho los rompecabezas, así que al final había escogido uno con la imagen de unos lobos en un bosque.
—Bueno, aquí estamos... Gracias por haber pasado la tarde con nosotros —habló Lu Han antes de abrir la puerta de su apartamento—. La pasamos muy bien.
—¡Sí! ¡Nos divertimos mucho! —Gritó el pelinegro, todavía un tanto emocionado—. ¡Gracias por todo!
—Fue un placer —Se Hun sonrió con ternura—. Espero que lo podamos repetir algún día.
—¡Espera! Papá Hun, ¿ya te vas? —El menor volteó a verlo, haciendo un puchero—. ¿No te puedes quedar un ratito más y ayudarme a armar mi nuevo rompecabezas? No quiero hacerlo solo —extendió la caja hacia él, pues no la había soltado para nada desde que su padre se la entregó.
La mirada de Se Hun buscó la de Lu Han inmediatamente. Aunque era obvio que tenía muchas ganas de estar un poco más de tiempo con el contrario y su hijo, no podía hacer nada si Lu Han no lo invitaba a pasar.
—Xu Bao me odiará por siempre si digo que no puedes quedarte —bromeó—. ¿Qué tal una taza de té? —Le ofreció, haciéndose a un lado para que pudiera entrar—. Digo, si no estás muy cansado después del paseo y si quieres echarle una mano al pequeño monstruo... —Agregó con una suave risa.
—Me vendría muy bien una bebida caliente —contestó por fin, aceptando y caminando hacia el interior del apartamento.
El pequeño Xu Bao pareció alegrarse más en tan sólo un segundo y corrió hacia la sala, donde esperó a Se Hun para que ambos pudieran concentrarse en unir las piezas del rompecabezas.
Mientras ellos se acomodaban, el castaño más bajo entró a la cocina y se puso a hervir agua, haciendo un gran esfuerzo por ignorar sus pensamientos más extraños, mismos que básicamente le exigían lanzarse a los brazos de Se Hun y besar sus labios hasta cansarse una vez que Xu Bao se fuera a dormir.
Ver al más alto pasar tiempo con Xu Bao dibujaba una sonrisa en sus labios inevitablemente; lo hacía suspirar como tonto, no podía describir lo mucho que le gustaba ver qué tan tierno podía llegar a ser Se Hun.
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De nosotros [HUNHAN]
FanfictionLu Han es criticado todos los días, pero a él no le importa nada más que el bienestar de su pequeño y querido hijo Xu Bao. ¿Qué pasará cuando Oh Se Hun aparezca en su vida? ⚠ PROHIBIDO COPIAR O ADAPTAR ESTA HISTORIA.