Capitulo 46.

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-¿Me extrañaste, hermosa?- Dijo con su arma en mano.

-Tú...- Dije sorprendida. -¡Aléjate de mí!-

-Ohh vamos cariño, ¿así vas a recibir a quien te hizo toda una mujer?- Me daba tanto asco mirarlo, quería arrancarle los ojos, que suplicara así como yo lo hice.

-¡Lárgate de aquí!-Dije entre dientes.

-Bueno.- Se dio la vuelta pero después volvió a mirarme y rió. -Mejor no.-
En un movimiento rápido tomé mi arma y apunté justo a su cabeza.

-¿De verdad quieres hacerlo?cuestionó, no, no quería matarlo. No me quería volver como los demás.

-Eres más hermosa de lo que recordaba.- Mi arma seguía apuntando a la cabeza. Sentí la presencia de alguien más justo detrás de mí, me volteé de la manera más rapida posible.

-¿Alex...?- Bajé la guardia y de un momento a otro el mismo hombre que había abusado de mí me tomó por detrás.

-¡Sueltame!- Intenté safarme de su agarre pero era inútil, era mucho más fuerte que yo. -Alex, ayúdame.- Supliqué.

-¿Crees que después de haberlo condenado te ayudará? - Alondra salió  detrás de un árbol.

-Por favor...- Dije ya con una última esperanza.

-Alondra, no fue su culpa...- Habló Alex. -Suéltala Jeff.- ¿J- Jeff? Él lo conocía...
El imbecil no hizo caso.

-Ah no, está chica va a ser mía otra vez.- Lamió mi oreja, estaba asustada, quería que todo acabara, necesitaba que me salvarán.

-Deja que haga lo que quiera con ella, Alex.- Dijo Alondra tomándole de el hombro.

-¿Por qué me haces esto? Eramos amigas...- Dije.

-Tú misma lo dijiste, eramos amigas.- Después de esas palabras ambos se marcharon dejandome sola con él.
Alondra... juro que la próxima vez que te vea te mataré.

-Por fin solos.- Dijo para después arrojarme al piso,  hizo que me diera un golpe muy fuerte en la cabeza evitando así que me pudiera defenderme.

-No, por favor...- Supliqué. -Déjame...- Arrancó mi blusa al igual que mi pantalón, dejandome en ropa interior.

Narra 10k.

Habían pasado días desde la última vez que vi a Lia, nos habíamos separado, yo con unos locos fanáticos de decir mentiras, después de eso me reuní con Warren y los demás pero Lia no estaba con ellos...
Me dediqué a buscarla hasta por debajo de las piedras pero no la encontraba.
Seguía por la orilla del río, pensando en lo peor. Tenía tanto miedo de encontrarla sin vida.

-Por favor...- Escuché unas leves suplicas.
El tono de su voz pertenecía a una chica, corrí porque había mil probabilidades de que fuera ella.
Me acerqué con sigilo y vi la horrible situación; Lia estaba debajo de un hombre el cual sujetaba sus muñecas mientras ella suplicaba por que la dejara.
Actúe rápido y lo golpeé en la cabeza haciendo que cayera de lado y que su boca sangrará.
Reaccionó rápido y se levantó.

-Fuera de aquí mocoso.- Dijo tratando de devolvérmelo el golpe, lo consiguió.
Después de ese golpe una pelea se descadeno de un momento a otro él estaba arriba de mí con un cuchillo tratando de matarme.
Sentí cerca el filo del cuchillo pero logré tomar mi arma y le disparé en la cabeza, cayó inmediatamente, lo hice a un lado y corrí hacia Lia quien estaba sumamente asustada.

-¿Estás bien?- Pregunté mientras me agachaba para abrazarla.

-Sí.- Dijo aferrándose a mí. -Gracias.- Dijo llorando. - É- él fue...-

-Ya todo está bien, ya nadie más te hará daño.- Se veía tan frágil, como si esa armadura que ella misma se había creado no existiera, tenía miedo y yo sabía que tenía que vencerlo, no quería que nada más la atormentara.

-Toma.- Me quité la camisa para dársela pues su ropa estaba destrozada.

-Gracias...- Besé su frente y la tomé del hombro.

-Todo acabo.- Besé su frente. -Yo estoy aquí.- Sus lagrimas recorrían sus mejillas, sus ojos estaban completamente rotos y yo estaba aquí para ella, siempre lo estaría...

-Tenemos que buscar a Warren y los demás.- Anunció.

-Ellos pueden esperar.- Dije. -Vamos a un lugar más tranquilo.- Tomé su mano y la llevé lejos del suceso.

Nos encontrábamos en el bosque completamente solos. La miré y por culpa de sus labios tentadores la besé.

-Thomas, te amo.- Dijo al separarnos.

-Y yo a ti.- Respondí tomándola de la cintura y acercando su frágil cuerpo al mio.

-Eres tan hermosa.- Dije hundiéndome en su cuello, percibiendo su aroma a rosas.

-Tommy, desde que regresé con ustedes he sido una persona muy fría... especialmente contigo.- Tomó mi mano y la entrelazó con la suya.

-No importa, Lia. Yo sé el por qué.- Me abrazó y después de eso nos besamos una vez mal, nuestros besos cada vez eran más apasionados. Pegué nuestras frentes y susurré. -Cásate conmigo.- Ella sonrío dejándome ver sus hermosos dientes.

-Al terminar nuestra misión nos casaremos...-Dibujó una sonrisa en mi cara.


Y Aun Que Pasaran Diez Mil Años. (10K Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora