KingBooigi Shits

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La reciente situación con la dichosa Corona que podía convertir a cualquiera que lo usará en la princesa Peach tenía sumamente intrigado a la mayoría del reino champiñón.

Y obviamente más a todo aquel enemigo. Pues aunque no lo pareciera, la Corona era una reliquia perfecta y preciosa que no sólo tenía ese dichoso poder.

Y eso ya tenía enganchado al rey de los Boo's.

Una noche de guardia en el castillo de la princesa el monarca ejecutó su plan. Aunque hubiera miles de toads vigilando la habitación fue sumamente pan comido para él pasarlos sin que se dieran cuenta.

Llego a aquella pequeña e estrecha habitación donde ahí se encontraba, tan pocos centímetros de ella, era suya, y nadie podría detenerlo.

-¿No has aprendido que robar es malo? -Una voz se hizo presente tras el ente, sacándole ahora a el tremendo susto. Era Luigi quien ya tenía en mano la succiona - entes 5000.

El rey Boo se carcajeó.

-¿Y esa valentía de repente, bebé Luigi?

-Sabía que vendrías, ¿quién, aparte de Bowser, robaría algo como esto? -Preguntó con cierto tono de sarcasmo mientras que a cada paso se acercaba más al mayor.

El rey Boo veía cada gesto que hacía Luigi, estaba a punto de succionarlo y sabía que no tenía escapatoria alguna. Así que tomó la corona y se la puso.

Un pequeño destello apareció en la habitación encandilando al de gorra verde, cuando pasó, pudo abrir sus ojos no sin antes tallarlos un poco. Fijo su vista al frente y sus ojos no creían lo que estaba presenciando. No pudo evitar incomodarse.

-¿Qué rayos ves idiota? -reclamo ahora la "reina" quien aún no se daba cuenta de lo que estaba sucediendo.

Pero al momento de hablar su voz parecía más chillona, se miró de pies a cabeza, no traía su típico traje, portaba un vestido, uno muy hermoso por cierto, su cabello era más largo y al rededor de su pecho un collar estilo rubí (contando claro, que ahora tenía sus atributos un poco más notorios).

-¡¿Qué rayos paso?!

-Los efectos de la Corona, mi reina -Luigi se burlo un poco de él mientras tomaba en mano de nuevo la succionaentes listo para aspirarla.

La "reina" Boo se sorprendió al ver que estaba más indefensa ahora. Pero si era una chica, ¿por qué no usar los poderes de seducción de toda chica?

-Oh, Luigi~ -Canturreó acercándose a este a pocos centímetros cara a cara. En la cara del fontanero aparecía un pequeño rubor en sus mejillas -No le harías daño a una dama como yo, ¿verdad? -Preguntó mientras jugueteaba con su bigote.

-¡T-tú no eres una dama! ¡Es la Corona quien te hace ver así!

-Mi cuerpo dice lo contrario, ¿quieres comprobarlo pequeño héroe?~

Luigi se sentía demasiado incómodo y más ya que un ligero problema había aparecido. La Boo notó esto y no pudo evitar soltar una pequeña risita, lo cual ponía más en pena al fontanero.

-Necesito ir a un lugar. -Dijo y se retiró dejando a la reina sola.

La de piel pálida se carcajeó más fuerte, cuando paró se quitó la Corona volviendo a su forma original de Boo junto con su traje y todo. Examinó la Corona de arriba a abajo haciendo una mueca y tratando de analizar también un poco la situación de hace unos momentos.

-Tal vez no sea buena idea usar esto.

Dicho esto volvió a dejarla en su estantería y se retiró del lugar.