En el castillo de la princesa Peach, ya hacia una pequeña celebración en el comedor ya que era el cumpleaños del menor de los hermanos. Peach le había hecho un pastel y Mario había ayudado a decorar un poco el castillo, no había muchos invitados, solo la princesa de Sarasaland, Rosalina, Yoshi y Toadsworth, no es que nadie se hubiera opuesto a una gran fiesta, pero preferían ahorrarse el problema de despertar crudos y recoger todo el lugar a la mañana siguiente.
—¡Feliz cumpleaños Luigi! —Exclamaron todos al unísono mientras la de cabellera rubia dejaba enfrente de este un pastel enorme de zarzamora.
—Creí que Mario y Luigi cumplían el mismo día —Comentó Rosalina con cierto toque de duda mientras aplaudía.
—Todos piensan eso, pero no, regularmente a Luigi y a mi suelen festejarnos juntos —Respondió Mario con una sonrisa.
—Bien héroe, hora de pedir un deseo y apagar las velitas del pastel. —Habló Peach con un suave tono de voz mientras Daisy estaba a punto de grabar.
Luigi contuvo sus lágrimas y habló.
—Primero que nada, agradezco de corazón que todos mis seres queridos estén aquí, en serio, ¡me hace muy feliz de tenerlos otro año conmigo!
Todos soltaron un "Aww" mientras veían a Luigi con cariño.
El de gorra verde estaba apuntó de apagar las velas pero estas se apagaron justo que una mini ventisca se colara en el lugar.
Extrañados, miraron a ver a su alrededor para después que todas las luces se apagarán por si solas, dejando a todos asustados.
Las luces volvieron en un santiamén, se sintieron aliviados excepto por una cosa.—¡Luigi! —Exclamó Mario, pues su hermano había desaparecido.
Con los ojos vendados y temiendo por su vida a más no poder, Luigi ya hacia atado de pies a cabeza en una silla, tenía una mordaza que le empezaba a dar asco y las muñecas le empezaban a irritar gracias al tipo de cuerda que tenía.
Se volvió a sentir un aire demasiado frío cerca de él, sintió como la venda era retirada de sus ojos, algo que era un alivio pero un error en ese entonces.—Feliz cumpleaños, bebé Luigi.
Luigi se sobresalto al verlo frente a frente, ¡era el rey Boo! ¿Cómo era posible?
—¡Es grato tenerte como invitado aquí a la fuerza! ¿Cómo te la estas pasando?
—¡Hmm!
—Cierto, la mordaza —se volvió a acercar a este y se la quitó, —ahora sí, ¿cómo te la estás pasando?
—¡Horrible! ¡Sueltame!
—Luigi, por favor, es tu cumpleaños, tienes que divertirte aquí abajo donde nadie puede oirte, ¿entiendes?
—¿Qué diablos quieres?
—¡Que perezcas! ¡Que tengas el peor de los cumpleaños de toda tu vida! ¡Y tal vez el último! ¡Muajajaja!
—Qué pésimo anfitrión eres.
—¿Disculpa?
—Bueno, si quieres entonces que sea mi último cumpleaños ¿no crees que debería haber algo de "acción"?
—¿A qué te refieres?
Luigi lo tenía en su plan elaborado en menos de 30 segundos, bingo.
—Debería haber juegos. O películas, algo para entretenerme entonces para toda la eternidad.
—¡El punto es qué sufras!
—¡De diversión! La mejor arma son las risas.
El monarca se quedó analizandolo unos momentos, sonaba estúpido pero tenía razón en ese caso.
—Vuelvo en un momento.
Luigi mientras tanto veía si podía desatarse pero fue en vano, más que el ente había vuelto a los diez segundos de la idea del fontanero verde con algunos juegos de mesa y otros que parecían de tortura.
Luigi infló un poco las mejillas.
—¿Y la botana?
—¡¿Es en serio?!
—Solo si quieres hacerlo divertido...
—¡Ughhh!
—¡Luigi! ¡Luigi, dónde estás?! —Exclamaba un Mario desesperado mientras todos sus demás amigos buscaban en el bosque.
El fontanero de rojo se acercó por quinta vez a Daisy con tenía en su cuello colgada su Cámara fotográfica.
—¿Segura que es el rey Boo quien lo hizo?—Sí, revisa bien la foto. Aunque se vea borrosa mira esos ojos magenta y esa lengua azul, ¿quién más sería?
—¡Es un desgraciado! ¡Mas le vale que no lo toque!
—Chicos, veo la mansión —Habló Peach señalando el lugar.
Todos fueron corriendo hasta ella entrando a la fuerza, buscando en todos lados, planta alta, patio trasero, cocina, cuartos, todo, pero no había ningún indicio.
Una sonrisa estrenduosa seguido de un grito alertó a los cinco sujetos que buscaban al cumpleaños, los ruidos venían de abajo.—¡Luigi!
Todos fueron escaleras abajo para literalmente aventar la puerta que llevaba al sótano, estaban en posición de pelea para cualquier cosa pero realmente la situación que vieron no era... Como la imaginaban.
Luigi y King Boo hacían jugando "uno" con varios Boo's, todos parecían extrañados al ver a los demás héroes entrar así como así.
—¿Quién los invitó? —Habló con desagrado el monarca.
—¿Luigi? ¿Qué está pasando? —Se acercó Mario a este.
—Estamos jugando uno, ¿quieres jugar?
—¿Eh?
—No creo que estuvieras sordo fontanero —se burló el ente.
—¿Este idiota no te hizo nada?
—Al principio quería mantenerme aquí hasta no sé cuándo, pero lo convencí con mis poderes de buena persona que hiciéramos otra cosa.
Todos estaban algo incómodos y confusos por la situación. Pero bueno, no quisieron desaprovechar la oportunidad, así que de igual manera se sentaron en el piso a jugar "uno" Con los demás Boo's.
Al final de ese día, antes de retirarse, King Boo abrazo fuertemente a Luigi, una acción involuntaria que minutos después se arrepintió de haber hecho, pero en secreto, le había gustado.
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Son las 12 de la noche, 22 de enero, feliz cumpleaños a mi, wuuuuuu uwu
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KingBooigi Shits
FanfictionSI NADIE LO HACÍA TENÍA QUE HACERLO YO(?) JAJAJAJAJAJA ∆Cortos de este divino par∆ ∆Humor∆ ∆Temática homosexual, si no te gusta no lo leas.∆ ∆Habrá cómics/imágenes de vez en cuando uwu∆ ¡Disfruten!❤