[035]

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Triunfó el mal.

—¡Reglas! —Exclamó Yoongi en cuanto todos los chicos llegaron a la sala después de desempacar, arrastrando una pizarra al centro de ésta que hizo a todos soltar una carcajada, las cuales se detuvieron en seco al ver la amargura en el rostro del pelinegro—. Sexo.

Bajo la confundida mirada de los presentes Yoongi escribió con un marcador acrílico en la pizarra la palabra que acababa de nombrar, y bajo ésta las palabras "Nada de sexo durante las dos semanas".

—¿Enloqueciste? —Bufó Jennie enseguida—. Ninguno de nosotros vino a leer la biblia, lo sabes, ¿no?

—Estoy harto de escucharlos follando las veinticuatro horas del día, así que o se adaptan, o se van.

—La casa ni siquiera es tuya, déjate de estupideces.

—Jennie tiene razón, es un poco estúpido que restrinjas algo por lo que incluso tú viniste —Opinó Momo con cierta timidez, provocando con ello pequeñas risas de parte de Jeongyeon y Nayeon.

—No me interesa —Masculló Yoongi sin ninguna intención de rendirse, pero era él contra todos, y sabía que aquello lo ponía en total desventaja.

—Votemos entonces —Se encogió de hombros Jeongyeon, levantando su mano al aire incluso antes de terminar hablar—, quien piense que el plan de Suga es una total estupidez y no lo llevará a cabo ni con la nariz llena de cocaína levante la mano.

Todos alzaron una de sus manos, menos Yoongi y Hyojong.

—Sabía que esto pasaría —Suspiró el pelinegro, pero para sorpresa de todos en vez de mostrarse molesto dibujó una media sonrisa en su rostro antes de darse vuelta para volver a escribir—, por eso les propongo algo.

Nuevas palabras volvieron a formarse en la superficie blanca, formando la frase "Quien gane el juego al final del viaje, podrá pedirme un deseo".

La sala se llenó enseguida de exclamaciones sorprendidas, expresiones que ninguno de los Park en la habitación logró entender.

—¿Un deseo? ¿Eso es bueno? —Susurró Chaeyoung sobre el oído de Jennie, ella enseguida soltó una risa.

­­—Los deseos de Yoongi son los mejores, le podrías pedir que te pague un viaje a la luna y lo haría sin dudar.

—Pero no entiendo qué tiene que ver el juego con esto —Comentó Nayeon confundida en su totalidad, frunciendo el ceño mientras le buscaba algún factor en común a todas las cosas con y sin sentido que habían en su cabeza.

—Si no tienen sexo durante todo este tiempo tendrán más oportunidades de ganar que alguien que si lo haya tenido al sacar todo lo retenido en un solo momento.

—Suena algo estúpido pero también cierto —Musitó Jeongyeon con cierto aire pensativo, sosteniendo su barbilla con dos de sus dedos al parecer considerar la idea—, seh, me apunto.

Y como Yoongi se lo esperaba, todos accedieron a su propuesta.

Sabía muy bien cómo usar la ambición de sus amigos a su favor, y nunca le temblaba el dedo para manipularlos con ello.

—¿De qué juego hablan, Jennie? —Volvió a preguntar Chaeyoung, se sentía totalmente fuera de lugar al encontrarse rodeada de todas aquellas sonrisas cómplices.

—No te preocupes, linda —Contestó con simpleza, alzando su mano izquierda para acariciar el cabello de la menor, dedicándole una pequeña sonrisa que hizo que sus ojos se achicaran tiernamente—. Es una sorpresa.

—Sólo es sorpresa para mí —Bufó entre un tierno puchero, pero al contrario de lo que pensó no logró ablandar ni un poco a la otra.

—Para Jimin también lo es —Sonrió—. Por cierto, ¿ya pusiste a cargar tu teléfono?

Under the blooming roses - ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora