[049]

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Liar.

—¡Hyojong, maldita sea! ¡¿Quieres quitarme esta mierda de una vez?!

—Te las quitaré en cuanto te calmes —Suspiró el mayor, abriendo la puerta de su casa lo más silenciosamente posible—. No grites, por favor. Ya escuchaste a Yoongi, no puedo hacer más.

—¡¡Libérame, joder!! ¡¡Tengo que buscar a Chaeyoung!! 

—¡Te estoy diciendo que no gri...!

Las palabras del rubio se atascaron en su garganta en cuanto se empezaron a escuchar desde el segundo piso pequeñas y rápidas pisadas desesperadas bajando las escaleras y acercándose a gran velocidad.

—Genial, ya lo despertaste.

Desde el fondo de la sala Jennie divisó una pequeña y rápida bola de pelos cafés que conocía muy bien, logrando enseguida que todo lo que estaba en su cabeza en ese preciso momento desapareciera y su rostro se iluminara de felicidad.

En cuanto vio al pequeño llegar a sus pies se arrodilló para saludarlo, y una sonrisa se agrandó en su cara al ver los oscuros ojos de su mascota brillar con euforia.

—¡Mi diminuto y hermoso Kuma! ¿Me extrañaste, pequeño saco de hiperactividad?

El rubio caminó tras la castaña para abrir las esposas y liberar las manos de la chica, quien a penas sintió la falta de presión procedió a llenar de caricias a su amada mascota, la cual no paraba de ladrar y saltar a su alrededor.

—Conmigo nunca se emociona así —Suspiró Hyojong, dejando toda su ropa abrigada en el perchero junto a la puerta sin quitar la mirada del par.

—Nada más se comporta así porque no me veía desde hace mucho, cuando vivía conmigo a penas y me miraba cuando llegaba a casa.

—Te extraña mucho, creo que deberías llevártelo de vuelta a su hogar.

—Últimamente no estoy nunca en mi departamento —Murmuró, levantándose del suelo para encarar al mayor, dedicándole una dulce sonrisa apiadándose de la soledad en sus ojos—. Además, estoy segura de que lo necesitas más que yo.

—Te quiero mucho, Jennie —Suspiró antes de rodear a la castaña entre sus brazos, recibiendo la muestra de afecto de la misma manera hasta que él se separó de ella y tomó su muñeca con fuerza—. Pero no puedo permitir que salgas de aquí.

—Hyojong... tengo que ir a...

—No, debes aceptar que ya se acabó, Suga tiene razón y lo sabes.

—La tiene, pero puedo solucionar...

—No, Jennie. No puedes. Sé lo que duele perder a alguien que amas, y también sé que puede doler aún más saber que sigue ahí pero que no puedes ir con esa persona, pero debes entender que tú no eres buena para ella, debes hacerlo, y lo que intentas hacer no cambiará eso, lo hará aún peor. Para con todo esto de una vez, ya es suficiente.

La felicidad que hasta hace un momento reinaba en el semblante de la chica desapareció por completo, siendo sustituida por la decepción más pura.

—No lo entiendes... y ni siquiera haces el esfuerzo de hacerlo... eres igual a Suga.

—Realmente crees que Suga es el malo de la historia, ¿ah? —Soltó entre una pequeña risa incrédula—. Él te ama, al igual que ama a Chaeyoung, hace todo esto por tu bien y el de ella. Además, ¿me dirás que realmente pensaste que esto no iba a pasar a penas comenzaste a involucrarte de esa manera con Chaeyoung?

Un pesado suspiro esperanzado de acabar con la presión en su cuerpo salió de los labios de la menor, pero antes de que pudiera responder algo el otro se le adelantó.

Under the blooming roses - ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora