「XX」

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「Episodio ???」
「Memory」

Un pequeño niño de cuencas el cual no pasaba de los 9 despertaba en su cama, tenía una gran sonrisa. Agarro su ropa para vestirse, cuando termino, tomo su peluche y corrió hacía el piso de abajo para encontrarse con su familia. Al ver a su madre la abrazo como saludo, para el ya era normal ese tipo de saludo, luego volteo a su padre.

-Oye papá, ¿Podemos ir a pescar?- Pregunto entusiasmado, amaba salir con su padre el cual amaba -Por favor- Rogó esperando una respuesta afirmativa.

-¡Yo también quiero ir!- Exclamo la hermana mayor, Susan.

-Claro, pero primero coman- Sonrió para ir a preparar lo necesario mientras sus hijos comía junto a la mujer que amaba.

Eran una familia feliz, no había nada de malo que pasara en sus vidas y tampoco pensaban que eso cambiaría. Pero todo puede cambiar, ya sea para bien o para mal depende de las acciones que tomes en tu vida.

-¡Todos salgan del lugar! ¡Los osos escaparon del zoológico!- Grito un cuidador quien ayudaba a las familias para evacuar más rápido y controlar a los animales.

El pequeño se quedo paralizado, no se podía mover y aquel oso ya amenazaba con herirlo. Cerro sus cuencas se cerraron con fuerza esperando la herida, cuando noto que nunca llegaría decidió volver a abrirlas y vio como su padre había recibido el daño.

[. . .]

De las cuencas del niño salían lagrimas que no parecían tener fin, estaba sentado en un callejón poco transitado. Se sentía solo ahora sin su padre aparte que su madre ya no era tan cariñosa como antes, podía notar aquel odio que le tenía por no haberse movido aquel día.

-Oye niño- Levanto su mirada y vio como un chico más grande que el se encontraba enfrente de el -¿Qué sucede?- Cuestiono con curiosidad, el menor se quedo observando su apariencia, su cabello formaban dos cuernos y sus ojos carmesí resaltaban.

-No creo que sea necesario- Respondió de forma suave mientras tallaba sus cuencas para limpiar sus lagrimas -¿Quién eres?- Pregunto temeroso de que le fuera a dañar físicamente.

-Tord Larsson- Se presento con una sonrisa en sus labios -¿Cuál es tu nombre?- Le ofreció la mano al contrario para que se levantara.

-Thomas Ridgewell, dime Tom- Utilizo el nombre de su padre ahora muerto pues aun quería mantener su legado, agarro la mano de su ahora nuevo amigo para poderse levantar.

[. . .]

-Oye Tord, quería decirte algo- Un rubor adornaban las pálidas mejillas del adolescente de 14 años -¡Me gustas mucho!- Exclamo avergonzado el de cuencas.

-Que buena broma Tom- Rió un poco sin quitar la vista de su libro, parecía ser más interesado en eso que en su mejor amigo -Ahora estoy ocupado-.

-No es una broma- Intento sonar más seguro pero ahora la mirada seria del noruego lo mataba por dentro, se estaba arrepintiendo -¿T. . . Tord?-.

-Tom, lamento decirte esto pues no quería dañar tu patético corazón pero. . . Eres un simple inútil ¿Quien querría acercarte a ti?- Había empezado con un tono serió pero se volvió uno burlón, le divertía la expresión de su "amigo".

-P. . . Pero To- No pudo finalizar pues la persona que más confiaba lo interrumpió con un grito asustando y rompiendo más al británico.

-¡No digas más estupideces, imbécil!- Cerro con fuerza el libro, se levanto de su asiento por su muy poca paciencia -Eres solo un estorbo, no te acerques más a mi- Se retiro frustrado dejando al pobre niño llorando mientras los demás alumnos se reían de aquel rechazo tan frió por parte del comunista.

Aparte de las burlas,
fue juzgado por
su sexualidad.

[. . .]

-Te ves hermosa- Menciono un joven de 16 quien veía con una leve sonrisa como su madre se preparaba para su boda con aquel hombre con el cual llevaba saliendo, aun que no olvidaría a su verdadero padre, tenía curiosidad de su padrastro.

-Muchas gracias- Respondió la señora abrazando a sus dos hijos besando su rostro con amor, tenia esperanza de volver a encontrar la felicidad que le había arrebatado perder su primer esposo.

-¡Te aseguro que todo saldrá bien!- Exclamo la hermana mayor del de cuencas, su cabello negro le llegaba hasta los hombros y lucia un vestido negro con detalles blancos -Ya casi es la hora, aquí esta el ramo- Le extendió unas hermosas flores azules, la señora le agradeció.

[. . .]

-¡Estoy harta de todo!- Grito la mujer con un gran enojo -¡¿Acaso no ves todo el daño que haces?! ¡Por dios! ¡Tus malditos problemas con el alcohol han hecho que golpees a Tom y a Susan como si ellos tuvieran la culpa!-.

-¡Ellos no son mis hijos!- Respondió irritado rodando los ojos -¡Ese maldito marica con aquella ciega son un puto fastidio! ¡Tu misma lo dijiste! ¡Odias a tu hijo menor por no salvar a tu esposo!- Era demasiado tarde, no podía calmarse cuando el hombre se ponía de ese modo.

Siguió la pelea hasta que en un ataque de ira. El hombre saco una pistola y apunto a su mujer, veía el terror en el rostro de su esposa haciendo que sonriera, no dudo en disparar acabando con la vida de aquella señora. Volteo encontrando como sus dos hijastros miraban con miedo y temor la escena.

Cuando el hombre se dio cuenta de sus acciones decidió salir corriendo, en esos momentos la ley aun existía y sería arrestado por asesinar a su esposa aparte del maltrato infantil por sus hijos.

Un día fue al cuarto de su hermana, no la encontraba pero noto una carta de suicidio, culpaba a su padrastro de todo lo que había sucedido pero se disculpaba por no ser fuerte y acompañarlo. Nunca pudo encontrar su cuerpo pero decidió dejarla descansar en paz.

El día en que la armada roja domino el país fue demasiado terrible, había quedado muy lastimado y le detectaron un cáncer que lo mataría de poco a poco. El no tenía para pagar tratamiento así que quiso pasar los últimos días con sus amigos que conoció en la rebelión.

Jamás le dijo a ninguno de sus dos lideres sobre su enfermedad, no quería ser curado o que gastaran tiempo y dinero en el pues era inútil seguir con vida. Solo quería volver a estar con su familia, quería que todo fuera como antes.

Quería a su padre de vuelta.
Quería a su madre de vuelta.
Quería a Susan de vuelta.
Quería el amor de Tord de vuelta.

Todo lo perdió por sus acciones.

No se movió para salvar a su padre.
No intento detener aquella pelea de sus padres.
No le presto la suficiente atención a su hermana.
No le menciono el por que de sus acciones a su pareja.

Todo era su culpa

Wonderland || TordTomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora