Adolescencia perdida Parte I: Rocío.

CAPÍTULO 3

Por fin llegó el día de la fiesta de fin de trimestre... Rocío tiene los nervios a flor de piel, aunque ya lleva dos semanas con Saul, se siente presionada por el muchacho.
"Ya llevamos el tiempo suficiente como para avanzar lo nuestro, ¿no crees, mi princesa?
Le repite una y otra vez Saul, a lo que la niña, que a pesar de tener miedo al momento, está perdidamente enamorada le ha prometido que la noche de la fiesta llegaría el momento de su primera vez.
Llegó el momento, quedan menos de dos horas y las Sevisweet se juntan en casa de Tamara para arreglarse y darse el visto bueno las unas a las otras.
-Me encanta ese vestido rojo de Sara. - Dice Tamara sacando un cigarrillo de su bolso.
-Es muy bonito y Le sienta muy bien... Por cierto tu, ¿desde cuando fumas?. - Le pregunta Diana.
-Desde que empecé a verme con David, uno de los amigos de Saul, ¿quieres probar?. - Responde Tamara con una enorme sonrisa en la boca.
Una vez terminadas de arreglar, se dirigen al instituto, donde ya las esperaban Saul, David y el resto de sus amigos... Quienes no son capaces de controlar sus caras de impresión al verlas.
. - ¡Guau, mi princesa, estás totalmente increíble esta noche!-Le dice Saul dándole un dulce beso y atrapandola entre sus brazos mientras ella se deshace por dentro.
Comienza la fiesta y los muchachos comienzan a bailar como locos y de vez en cuando se toman alguna copa, lo normal para mi edad que dicen los chicos...
Con una copa en la mano, Saul se acerca a Rocío, quien va dejando pasar la noche intentando evitar su promesa.
-¿Quieres un poco, mi princesa? - Le pregunta acercándose a la chica y dándole un beso en la frente, al estilo fraternal.
. - No, no bebo amor, gracias. - Le responde dándole un beso y un abrazo.
. - Anda, no seas tonta, no pasa nada por tomarse una copa de vez en cuando.
. - Bueno esta bien, pero solo una y ya no más.
Dejándola allí esperando, se dirige a la barra y le pide un DYC con coca cola. Una vez servido y sin que nadie dentro del local se dé cuenta, saca una bolsita del bolsillo trasero de su pantalón y vierte su contenido dentro de la copa.
Cinco minutos después de dejarla, llega al lugar donde le está esperando Rocío y con una dulce sonrisa le pasa la copa.
. - Mmm... Está muy bueno. - Dice la chica tras darle un pequeño sorbo al vaso que tiene entre las manos.
. - Te lo dije, mi princesa, además te lo pasas mucho mejor cuando bebes, ya lo verás... Ahora vamos a bailar un poco. - Le dice arrastrando la hasta el centro de la pista.
Entre risas y baile, Rocío se termina la copa y le pide a Saul que le pida otra ya que se lo está pasando increíblemente bien.
El chico aprovecha para hacer la misma operación que con la copa anterior y con una sonrisa y un beso le lleva la copa y se la da.
Siguen bailando durante otra hora más y cuando termina su segunda copa, Rocío comienza a sentirse realmente mal.
Al verla así, Saul sonríe para sí y le ofrece acompañarla al aseo.
Una vez han llegado, la deja vomitar tranquila y después, aprovechando que no tienen nadie cerca, empieza a besarla hasta que sus manos llegan a la parte baja de la falda de Rocío, quien intenta pararlo como puede.
. - Ah, ah, mi princesa, tú me prometiste esta noche y esta noche tú serás mía y sólo mía.
Diciendo esto la echa sobre el lavabo y entre los gritos de auxilio de la joven Le sube el vestido y la penetra...
Dan igual los gritos de la chica, sabe que el volumen de la música va a impedir que los demás la escuchen.
Al día siguiente, Rocío amanece en su cama, sin recordar absolutamente nada de lo ocurrido en la noche anterior, siente un dolor intenso tanto en la cabeza como en la entrepierna.
Sin darle ninguna importancia vuelve a dormirse.