CAPITULO 15

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.-Bueno, princesa, como ves no te he dejado tirada, como alguno he oido decirte. Aqui estás, en mi casa, en tu casa... Te quiero y no voy a permitir que nada ni nadie nos separe a los tres, somos una familia y, quieran o no, como eso actuaremos a partir de ahora, pese a quien le pese.

Es lo primero que le dice Saúl a Rocío en cuanto cruzan la puerta de la casa del muchacho y sueltan las pocas pertenencias que la chica ha podido llevar.

.-Esto... Saul...

.-Dime, preciosa mia.

.-En este equipaje solo tengo ropa para una semana, cuatro cositas para el bebé y los pocos pañales que me han dado en el hospital...¿Como voy a poder vestir más tiempo? Y sobre todo, en cuanto se acaben los pañales, ¿de donde saco yo para poder cambiar a Martin?

.- Nena, tú como que pides mucho, ¿no? Si tanto quieres buscate la vida, como nos la buscamos mi hermano y yo para poder comer y pagar todo lo que ves...

.-Pero yo no tengo dinero, Saúl.

.-Te repito, princesa, mi hermano y yo llevamos ya mucho tiempo buscandonos la vida solos, o ¿has visto alguna vez que alguien se encargue de nosotros?

.-No, nunca.

.-¿Entonces? La vida, en ocasiones es muy dura, nena.

.-Pero...

.-Pero nada, corazón... Yo solo puedo ofrecerte este techo para que puedas vivir como lo que eres, mi mujer, no puedo darte otra cosa...

.-Pero, ¿Como lo hago? Solo tengo quince años y ni siquiera me he sacado la secundaria para poder trabajar ni siquiera en una pequeñ tienda de ropa.

.-Jajajajaja, pequeña tienda de ropa, ¿realmente crees que en esta casa vivimos de una pequeña tienda de ropa?

.- Si, ¡de moviles de segunda mano, hermano! jajajaja. Pero, ¿de donde has sacado a semejante ignorante, hermanito?

.- No hace falta que me insulteis ni que me ofendais, chicos.

.-No, cariño, no es nuestra intencion ni muchisimo menos, simplemente a mi hermano le ha hecho excesivamente gracia lo de la tienda... Yo pensaba que me conocias lo suficiente como para saber de que manera vivimos nosotros.

.- Sinceramente, no, Saul, nunca me habias contado de que manera ni modo es que os ganabais la vida para... Pues para tener todo esto y además tan bonito...

.-Ya sabia yo que te iba a gustar... No preguntes máspor hoy y por favor, ve a darle de comer a Martin... Darle de comer, a cambiarle los pañales... O lo que sea, pero ¡Por Dios, haz que se calle que lleva desde que hemos entrado por la puerta sin parar de llorar!

Desorientada y un poco desilusionada por todo lo que habia tenido que escuchar hasta ese mismo instante y que no se esperaba ni en broma, Rocíose dirie hacia su bebé, que seguia dentro de su carrito, en el recibidor de la casa y estaba muerto de hambre.

Sin sospechar tan siquiera lo que le esperaba en los proximos dias, la chica se encarga cariñosa de calmar a Martin, mientras que Saul y su hermano, susurran en la cocina y se burlan de la ignorancia que,a pesar de haber dado a luz, Rocio sigue manteniendo.

Adolescencia perdida Parte I: Rocío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora