CAPÍTULO 5

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Amanece un nuevo día, martes, somnolienta, después de haber pasado la noche entre pesadillas se levanta Rocío,hoy por primera vez en su vida no tiene ni pizca de ganas de ir a clases ni de ver a absolutamente a nadie, son las 9 menos veinte y tiene quince llamadas en el móvil, tres de sus amigas y el resto es Saúl,la mayoría de las llamadas no las ha oído y las que sí ha oído directamente se ha hecho la dormida, hasta que ya a la última a sido su madre quien ha entrado al dormitorio a llamarla.
.- Rocío,hija,Llevan más de una hora llamándote,¿No oyes el móvil, cariño? Además anda ve levantandote, que son ya las 8 y media y se te va a quedar el desayuno frío y vas a llegar tarde a clase.
.- No me apetece nada, mamá, ni comer ni ir a clase.
.- ¿Qué pasa cariño? Esto no es normal en tí además llevas muy rara desde ayer,¿Que ocurre?
.- No me pasa nada mamá, simplemente no me encuentro del todo bien y eso es todo...
.- Si es así, cielo, deberías ir al médico, ya sabes que en cuanto tú me digas ahí estoy, eres mi hija, Rocío, y como tal me preocupas más que nada en el mundo...
Tras escuchar esto, Rocío rompe a llorar en brazos de su madre mientras esta preocupada y en silencio, la consuela como la niña que ella sigue viendo...
A la tarde... Cansada de llorar y de llamar a Saúl y que este no se lo coca decide ir en su busca, ya no entiende nada de esa relación y cada momento que pasa siente que tiene menos gente con la que consolarse...
De camino hasta la casa de Saúl se encuentra con la amiga de este, bastante desaliñada y con pinta de haber estado manteniendo sexo hasta hace nada, la dirección desde la que viene y la apariencia no le gusta nada pero decide no decir nada hasta llegar donde Saúl y preguntarle directamente a él, al fin y al cabo es su pareja y no tiene porqué desconfiar de el...
Sumida en sus pensamientos, a unos diez metros se topa con el mismo a quien iba a buscar saliendo del parque debajo de la casa de este, quien al verla aparecer, con una sonrisa se acerca a ella.
.- ¿Cómo se encuentra hoy mi princesa?
.- A preguntarte lo mismo venía a tu casa... Te he llamado varias veces y no cogías el puto teléfono,¿Ha pasado algo?
.- No mi vida, simplemente estaba con mis amigos y me deje el teléfono arriba,¿Ha pasao algo hoy que no fuiste al instituto?
.- No me encuentro bien, debe ser cosas... Ya sabes...- Diciéndole esto se echa la mano a la tripa, dándole a entender el embarazo...
.-¿Aún sigues con eso,Rocío? Mira, yo no quiero problemas,¿Vale? Por lo tanto tú decides... O ese bicho o yo...
.-¿Cómo puedes hablar así de tu propio hijo,Saúl? Es tu hijo también...
.-¡Basta! Tú eliges, o esa cosa o yo y no hay más que hablar y búscame única y exclusivamente si te has decidido por mí y nada más que por mí.
Dicho esto, Saúl da media vuelta y se marcha a toda prisa hasta su casa dejando a una Rocío hecha un mar de lágrimas...
Sola, embarazada y ¡Con 15 años!¿Donde iría ahora? ¿Que debía hacer?
Dándole vueltas a la cabeza y llorando a mares Rocío pasa la tarde paseando sin rumbo por las calles de Dos Hermanas, hasta que sin darse cuenta cruza la calle con el semáforo en rojo en el mismo momento en que un loco al volante conduce a la velocidad del rayo arrasando con ella y llevándosela tres metros por delante y dándose a la fuga.

Adolescencia perdida Parte I: Rocío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora