Sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴛᴇ ᴠᴏʏ ᴀ ϙᴜᴇʀᴇʀ ♛

C I N C O

OCTAVIA

Fui a por un vaso de agua para mi y para Bell, iba hacia la tienda donde estaba el agua pero antes de entrar vi una sombra detrás de los muros.

— ¡Eh! ¡Tienes que volver, los terrestre podrían matarte!.—

No dijo nada, solo se fue en dirección contraria corriendo. Salí a buscarle ya que no quería que nadie muriera.

(...)

Ya llevaba unas cuantas horas dando vueltas ya que me había perdido. Esto es genial, todos los caminos eran iguales y estaba deshidratada.

A lo lejos, pude divisar fuego, tal vez había encontrado el campamento, iba corriendo hasta que... ¿Es un síntoma de la deshidratación no sentir el suelo? Caí por un barranco... Simplemente genial.

(...)

Abrí mis ojos pero veía muy borroso, cuando pude ver con claridad me di cuenta de que estaba en una cueva.

Traté de moverme pero no pude por dos razones, tenía atado con una cadena el pie izquierdo, y en la otra una fractura. Dolía como el demonio.

Traté de quitarme la cadena un buen rato pero no puede, me levanté como pude y busqué entre las cosas que había detrás de mi. Vi que alguien se acercaba, tomé un palo que había entre todas esas cosas que estaban tras de mi e intenté verme amenazante.

Apareció un hombre un poco mas alto que Bellamy, tenía el cuerpo bien trabajado. Podría decirse que es guapo pero tenia la cara tapada con una máscara.

Se acerco a mi amenazante, traté de pegarle con el palo, pero él era mucho más rápido que yo, me lo arrebató de las manos y me neutralizó en cuestión de segundos.

— Tranquila, te llevaré a tu campamento pero primero déjame que te curé.— Se quitó la máscara, no tenía mas de 20 años y, la verdad es muy guapo.

No dije nada, solo me senté en el suelo y dejé que me curara la rodilla.

— No te haré daño.— dijo con un tono frío pero con un toque de compasión.

— ¿Como te llamas?.— quería saber a quien le tenía que agradecer que me salvaran el trasero.

Pero se limitó a terminar de curarme, se levantó y se fue sin mirar atrás.

— ¡Eh! es de mala educación no responder a las preguntas de la gente y simplemente ignorarla!.— grité, pero hizo caso omiso.

Apenas lo perdí de vista seguí buscando algo con que cortar esta maldita cadena, estuve media hora buscando y nada.

Me senté frustrada en el suelo y no sé cuando pero me dormí.

(...)

Abrí mis ojos y me moví, me levanté y recordé la cadena, pero no estaba atada, caminé por la cueva cuando apareció aquel chico y me tomó en brazos.

— Eh, eh que demonios ha...— me quedé a muy pocos centímetros de su cara.

No dijo nada solo me cargó y cuando estuvimos afuera comenzó a caminar hacia quien sabe donde.

(...)

Debían de ser las 10 u 11 de la noche, estábamos en mitad del bosque cuando comencé a ver el campamento.