-Me alegra que hayas llegado a tiempo, cariño. Luke se va a poner muy contento de verte aquí- dice Joanne muy sonriente.
-Estaba un poco nerviosa porque pensaba que no llegaría a tiempo. No contaba con el retraso para nada.
-Pero bueno, ya estás aquí.
-¡Hey, enana! ¡Has llegado!- grita Ben a mis espaldas. Me doy la vuelta con rapidez y le doy un gran abrazo.
-Hola chica guapa- y detrás de Ben se encuentra una alegre Nicole. Y otra ronda de abrazos para esta chica.
Me encanta haber encajado tan bien en esta familia, todos son súper simpáticos y cariñosos conmigo y me siento muy a gusto cuando compartimos momentos en familia como estos.
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Un balón de Ramos hacia la banda para Carvajal hace que Luke y él tengan un encuentro muy feo. Tanto que deja a mi chico tumbado en el suelo inconsciente. Me levanto rápidamente de mi asiento, las lágrimas se me acumulan en cantidad y no tardo en llorar, sintiendo mucha angustia. Tanta que creo que casi no puedo respirar.
Siento unos brazos a mi alrededor y no tardo en reconocer a mi cuñado. Me aferro al el con fuerza intentando no perder de vista lo que pasa con Luke.
-Tranquila, enana, tranquila. Va a estar bien.
Es trasladado en camilla fuera del campo y se lo llevan rápidamente.
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Nos encontramos todos en la sala de espera, en el hospital St. George's Park donde tienen en revisión a Luke. Todavía no hemos podido verle, sólo sabemos que está despierto y se encuentra estable.
Quiero verle, necesito saber que se encuentra perfectamente.
-Familia, traigo buenas noticias. Luke se encuentra genial, eso sí se ha levantado algo confuso, pero tras muchas pruebas no hay ningún problema. Todo se encuentra en su lugar- y vuelvo a llorar, porque la tensión que tenía se ha esfumado y necesitaba liberarla.
-¿Podemos verle?- pregunta su madre emocionada.
-Sí, pero por parejas, por favor. Aquí son bastante estrictos con las visitas. Lo siento- dice Tom, fisioterapeuta del cuerpo médico de la selección.
Me limpio las lágrimas y trato de relajarme.
-¿Quieres entrar tú primero, cielo?- me pregunta mi suegra.
-Me gustaría, pero tú eres su madre y vosotros sus hermanos. En mi opinión deberíais entrar vosotros primero.
-Me da a mí que le hará más ilusión que entres tú. Si entro yo seguro que se enfada y me ignora- dice Ben haciendo un puchero al final.
Todos reímos y al final acabo entrando yo primero, a pesar de haberme opuesto todo el rato.
Llamo antes de entrar y paso a la habitación lentamente. Y ahí está, tumbado en esa camilla, me da tanta pena verle ahí que no puedo evitar llorar. Menos mal que está dormido, pero según me voy acercando consigo ver que no.
Suelta una risa suave.
-Hola princesa. Ven aquí, anda- dice abriendo sus brazos.
Me acerco a él sin dejar de llorar. Me reconforta mucho estar entre sus brazos, saber que está bien.
-Me alegra haberte visto a ti primero, preciosa. Si hubiera entrado mi hermano le hubiera preguntado por ti. Y luego le habría ignorado- dice sin dejar de sonreír.
Y ojalá nunca deje de hacerlo.
