Se nota que el Pierre-Mauroy arde ante el primer gol a favor del Lille, marcado en propia por Meunier. Aunque poco después, en el 11', Bernat pone el empate, gol que por supuesto Camille y amigos celebran con alegría. A pesar de no ser del PSG, ni siquiera de cualquiera de los equipos de la Ligue 1, ella apoya al equipo en el que juega su novio.
Vitorea delante la televisión por la repentina salida de Silva para dar entrada a Thilo.
Poco dura esa tranquilidad que había generado el gol de Bernat, ya que en el 36' ve la tarjeta roja. Y con alguna amarilla y unos cambios por parte de los dos equipos, se acaba la primera parte.
Ya en la segunda ninguno de los seguidores del Paris vieron venir la tremenda goleada del Lille, que sólo retrasa lo inevitable: que los parisinos se hagan con su octava Ligue 1.
Amigos de la pareja, junto con su hermana, ya más entrada la noche se fueron cada uno a sus respectivos hogares, bastante decepcionados con la actitud de su equipo esta noche. Se encontraba recogiendo y arreglando un poco el salón, cuando recibe una llamada.
-Hallo, shön- la voz de Thilo es suave, Camille percibe cierto tono de desilusión.
-Hola, bebé. ¿Qué tal? ¿Estás bien?
-Pues, he tenido mejores días sobre el campo.
-Ya... bueno, sabes que de por sí sois campeones, sólo ha sido un tropiezo. Os falta enfrentaros al Nantes, un sólo punto et voilà- ese intento de francés de su novia le provoca una risa- tengo mejor francés que tú y lo sabes.
-Seguramente. Hablando del partido, creo que tendríamos que haber evitado que Kurzawa se tomara una foto con Drake- la risa escandalosa de Camille hace sonreír al alemán.
-Buena esa. Por cierto, ¿sabes más o menos a qué hora llegas?
-No, no lo sé. Lo siento, seguro que pensabas quedarte despierta a esperarme.
-Pues sí, para darte muchos besos de consolación.
-Scheiße, quiero llegar ya a casa. Me gustaría seguir hablando pero estoy muerto. Hablamos cuando llegue, si no estás sopa.
-Vale, te quiero.
-Ich liebe dich auch, meine Liebe.
Tras colgar, la chica termina de recoger y acto seguido se va a la habitación.
Thilo llega a casa horas después, entra en silencio y al comprobar que Camille no está ni en el salón ni en al cocina, se dirige a la habitación, donde efectivamente encuentra a la chica completamente dormida. Una cosa que hace sonreír al defensa es que lleva su equipación puesta. Se acerca con cuidado y deja un tierno beso en la mejilla de su chica para luego ir al baño.
