22 de septiembre de 2018. Jornada 6 de la Premier League. Cardiff v Man City.
-Hoy todo va a salir bien, preciosa. Llegaremos a Cardiff, jugaremos como nosotros sabemos, os dedicaré mi gol y volveré a casa para mimar a mis chicas.
Nadine suelta una risa al escuchar hablar a su prometido, quien se encuentra de camino con el equipo al Cardiff City Stadium. La morena acaricia su vientre de ocho meses con ternura mientras habla animadamente con Leroy. Aunque no puede evitar sentir un cosquilleo nervioso, ese que llevaba sintiendo desde hace varios días, pero es especialmente hoy cuando se intensifica. Se siente nerviosa, ansiosa. Pero no sabe si decírselo, bastante se preocupa ya por ella cuando está en casa, como para ponerle nervioso estando fuera.
-Tranquilo que estaremos bien. Mucha suerte, mi amor. Ve a por todas.
-Vale, mi vida. Ich liebe dich mit Wahnsinn.
Justo en ese momento, cuando ambos cuelgan la llamada, Nadine siente un pequeño dolor en su vientre. Y se asusta, y mucho. Por un momento piensa que ha llegado el momento y se da cuenta de que si realmente ha llegado, se encuentra sola. Empieza a respirar profundamente, en un intento de relajarse. Y lo consigue. Poco a poco deja de sentir ese pequeño dolor en el vientre. Suspira de alivio y sigue con sus quehaceres hasta que inicia el partido.
Celebrando el segundo gol en minuto 35', con asistencia de su alemán favorito incluido, Nadine vuelve a sentir el mismo dolor, esta vez más agudo. El agobio vuelve a saturarla, quiere llorar, quiere a alguien a su lado en ese momento. Y ese alguien era Leroy.
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Cardiff City Stadium. 16:04.
El equipo visitante se encontraba saliendo de los vestuarios de camino al campo para disputar la segunda parte, entre ellos por supuesto Sané, pero fue interrumpido por Mikel, que gritó su nombre.
-¡Leroy!- al darse la vuelta ve a Mikel, el asistente técnico de Pep, corriendo en su dirección, a darle probablemente la mejor noticia de su vida- es Nadine, ha roto aguas.
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Media hora hasta el aeropuerto, dos horas de vuelo, otra hora de camino al hospital y siete horas de contracciones, lágrimas y gritos, el delantero por fin tenía en brazos a su pequeña princesa, Chloe.
-Es igualita a ti- oye el comentario de su prometida y ríe suavemente, para no despertar a su hija- tiene
-¿De verdad? Yo creo que se parece a ti, porque es preciosa- Nadine se sonroja ante su comentario y se incorpora para darle un beso- lo que has dicho es mentira, mira, si tiene tu pelo y tus labios- dice al separarse y ambos sueltan una risa inocente. La bella imagen familiar se ve interrumpida por la enfermera, que tenía en sus manos los papeles para formalizar la partida de nacimiento.
-Entonces, ¿Chloe?- su futura esposa tiene entre sus brazos a su pequeña y asiente ante la protesta de Leroy, que está rellenando todos los papeles. Al terminar, Nadine le hace sitio para que se siente a su lado. Los dos miran detenidamente el rostro de su hija, mientras el delantero acaricia su mejilla con suavidad. Una llamada interrumpe ese bello momento de tranquilidad: era la familia Sané al teléfono.
Después de la videollamada en la que la niña fue la principal protagonista, por supuesto, madre e hija pudieron descansar en paz. Lo que aprovecha el 19 del City para capturar ese preciado momento.
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