-¡My boy! ¡Feliz cumpleaños bro!- me felicita Chilwell dándome un gran abrazo- Joder no sé que te ha pasado para que pienses que esto es una boda, que no eres la novia, no necesitas llegar tarde- y reventamos a risas.
-Aprovecho y te presento a mi chica. Ven. Me ha ayudado a organizar la fiesta del año- me guía a través de la gente, que me va felicitando por el camino.
Me adelanta y acaba abrazando a una chica bajita por la cintura. Ríe por algo que Ben le ha susurrado al oído y se suelta de su abrazo para ponerse a su lado. Es realmente guapa.
-Lana. Es un placer conocerte James- hace el amago de abrazarme y por supuesto que lo hago- Feliz cumpleaños.
-Muchas gracias, Lana. Y el placer es mío. Por fin conozco a la chica de Chilwell, no para de hablar de ti en los entrenos. Es un romántico- digo con una sonrisa burlona para picarle. Lana ríe al ver a Ben más rojo que un tomate.
-Eso es mentira- replica Ben.
-¡Oh, vamos!- digo entre risas.
-Por cierto James, he invitado a una amiga, espero que no importe- interviene Lana.
Levanto los hombros en señal de indiferencia.
-No te preocupes. Cuánta más gente mejor- me meto las manos en los bolsillos del pantalón- Pero, me has dejado con la curiosidad. ¿Quién es?
-¡Lana!- grita una voz femenina intentando hacerse oír por encima de la música.
Me giro ya que está a mi espalda, y madre mía con la amiga de Lana.
Me quedo totalmente embobado con esa pequeña pelirroja. Y cuando la tengo al lado no puedo evitar mirarla más detenidamente.
Es bajita, puedo asegurar que casi tanto como Lana, porque aunque se ponga tacones se nota. Su cabello naranja cual zanahoria, largo y lacio. Seguramente se lo ha alisado. Va muy elegante con traje de chaqueta, que no le puede quedar mejor. Es preciosa.
-James, te presento a April.
-Encantada de conocerte James, feliz cumpleaños- dice con una sonrisa algo tímida. Creo que me acabo de enamorar.
-Encantado me quedo yo, bonita- y le guiño un ojo discretamente. Bueno, no tanto ya que Ben se da cuenta.
-Venga Mad, deja de ligar y vamos al photocall.
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Ya es de madrugada, bueno no lo sé con seguridad, pero lo supongo. Me lo estoy pasando increíblemente bien junto a todos mis amigos, aunque todavía tengo muchas ganas de hablar con April. Hasta el nombre lo tiene bonito.
Voy caminando lentamente hacia la barra y la distingo por su pelo. Está de pie apoyada sobre su brazo y bebe el contenido de su copa con la pajita con aires de aburrimiento.
-¿Qué pasa, preciosa? ¿Aburrida?- me acerco a su oído un poco para que me escuche y logro que pegue un pequeño salto.
Se gira y, aún con la poca luz, puedo apreciar su sonrojo. Creo que cualquiera lo haría. Y ahí se queda, mirando a todos menos a mí. Parece nerviosa.
-¿Estás bien?- pregunto algo preocupado.
Y al fin me mira. Y me pierdo totalmente en sus preciosos ojos verdes.
-Sí, tranquilo- dice algo bajo, pero la he escuchado ya que estamos bastante cerca, aún así finjo no haberlo hecho para que se acerque más.
-¿Qué?
Y dejando su timidez de lado, se pone de puntillas y se acerca a mi oído. Puedo apreciar su dulce aroma y siento que estoy muerto.
-Estoy bien, tranquilo- dice tartamudeando ligeramente.
-Déjame invitarte a una copa.
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Estamos sentados algo apartados, pero así mejor para poder escuchar su voz, que me cautiva poco a poco. Ya está algo alegre y se va soltando con el tiempo. Es un amor de chica.
Noto que mira el reloj que tiene el muñeca.
-Lo siento, James, pero creo que es demasiado tarde. Me ha encantado estar contigo- dice mientras se levanta cogiendo su pequeña cartera, y yo lo hago con ella.
Y antes de que se aleje del todo, la paro.
-Tengo la necesidad de invitarte a salir, preciosa.
Se queda quieta. Busca algo en su cartera, se vuelve a dar la vuelta y se acerca con una sonrisa.
Me coge la mano izquierda y con el bolígrafo que ha sacado de su bolso apunta su número. Y al final dibuja un bonito corazón. Me miro la mano como un idiota y, para mi sorpresa, me deja un beso en la mejilla.
Y se va.
Y creo que mi corazón va a estallar. Joder, me he enamorado.
