Capitulo 2♥

3.4K 243 35
                                    

Presente

.

Hinata se metió bajo las mantas de la cama y un suspiro abandonó sus labios. Acababa de salir de la habitación donde Bolt descansaba en su recién estrenada cama, él dormía plácidamente y una sonrisa surcaba sus labios. El viaje en avión del día siguiente lo tenía tan ansioso que le había costado dormir, pero finalmente se había entregado a los brazos de Morfeo.

Hinata apagó la luz de lámpara y se quedó mirando su cuarto iluminado por la leve penumbra que se colaba por la ventana, una farola de la calle le daba de lleno. Miró los dibujos que la cortina dibujaba en su techo y dejó que su mente vagara de nuevo a los recuerdos, recuerdos de su vida en Forks.

.

25 de Febrero de 2006

.

Hinata avanzaba por la terminal del aeropuerto de Seattle a paso rápido, tenía la mirada clavada en el suelo y una mano dentro de su bolsillo aferrando desesperadamente los cuatros mil dólares que había conseguido ahorrar para su estadía en la universidad. Entre regalos e navidad y cumpleaños, sumados a lo que ganaba como niñera de la pequeña Mei Namikaze solo había conseguido reunir esa pequeña cantidad. Pensaba pagar un billete de avión con ellos y alquilarse un apartamento hasta que decidiese que hacer con su vida.

Llegó a la ventanilla de vuelos nacionales y pidió un billete para el primer avión que saliese y que le diese tiempo a abordar.

- Phoenix, Arizona -dijo la chica de la aerolínea con voz monocorde.

Hinata lo pensó, era una ciudad soleada y lo suficiente lejos para no encontrarse con nadie de Forks. Además, seguro que sería un lugar ideal para criar a su bebé... se paralizó con ese pensamiento, inconscientemente ya había decidido tener a ese bebé, no entraba en sus ideas el quitarle la vida a un ser humano y más cuando ese ser humano era un pedacito de Naruto.

Aceptó sin pensarlo mucho más y cuando quiso darse cuenta ya estaba sentada en ese avión tumbo a la otra punta del país. Estaba siendo una cobarde, no se había despedido de nadie, a su padre le había dejado una carta bajo su almohada y a su madre no le había dicho nada. Sus amigos se enterarían después que su padre, cuando él los llamara preguntándoles si sabían algo de ella.

El teléfono móvil comenzó a vibrar en su bolsillo, se había olvidado de apagarlo, lo cogió y sus manos temblaron al ver el nombre de Sakura en el indicador. Lo pensó durante unos segundos, si no contestaba se volvería loca, movilizaría todo Forks en cuestión de minutos e incluso podría imaginársela montando una batida para buscarla por los bosques de los alrededores. Con un nudo en la garganta pulsó la tecla de descolgar y se lo llevó hasta su oído.

- Hinata... te he llamado a tu casa y Hiashi me ha dicho que has salido sin tu camioneta... ¿se puede saber dónde estás? – Sakura siempre era así: directa. Decía lo primero que se le pasaba por la cabeza y no media las consecuencias. Si estaba feliz lo demostraba, si estaba triste también y como en esta ocasión, si estaba preocupada preguntaba directamente sin dar ningún tipo de rodeo.

- He salido a pasear -el nudo de su garganta a duras penas la dejaba respirar y mucho menos hablar, su voz sonaba ahogada y a punto del llanto.

Vendo RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora