Presente
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- ¿Te encuentras bien? -preguntó Naruto con el ceño fruncido cuando iban de camino a la capilla donde se celebraría la boda de Hiashi.
Hinata, que miraba ausente por la ventana, lo observo unos segundos.
- Sí... -susurró no muy convencida.
Naruto suspiró, hacía mucho que no veía a Hinata, pero todavía recordaba los largos meses que pasó en su casa cuidando de su hija y, aunque Sakura asegurase lo contrarío, podía jactarse de conocerla, o al menos conocer a la Hinata adolescente que fue algún día.
- No me engañas... ¿algo te preocupa? -preguntó Naruto frunciendo los labios.
Hinata suspiró y miró sus manos entrelazadas sobre su regazo.
- Estaciona en el arcén -dijo con un hilo de voz.
Naruto, confundido, hizo lo que le pidió y apagó el coche mirándola interrogativamente. Hinata- se giró sobre su asiento y miró a Mei y Bolt sentados en sus sillas y confundidos porque no entendía lo que pasaba, después miró a Naruto y un nudo se apretó en su estómago provocando que un estremecimiento recorriese su espalda.
- Debemos decírselo... ahora -dijo Hinata clavando los ojos en él.
- ¿A quién? -preguntó Naruto alzando las cejas interrogante- ¿Y el qué?
- A los niños, y el que lo sabes -espetó.
Naruto resopló y se pasó una mano por el cabello con nerviosismo, había esperado ese momento desde que supo que Bolt era su hijo, pero ahora que estaba frene a él no sabía qué hacer o qué decir.
- ¿Por qué ahora? -preguntó con nerviosismo.
Hinata lo miró unos segundos y después desvió la mirada.
- Vamos a la boda de mi padre y allí estará prácticamente todo el pueblo, el parecido de Bolt contigo es más que evidente, Sakura lo dedujo sin que yo le dijese nada, ¿Crees que nadie más se dará cuenta? -preguntó volviendo a mirarlo durante unos segundos- no quiero que nadie le haga daño intencionadamente con algún comentario hiriente, ni a él ni a Mei.
Naruto pensó en sus palabras durante unos segundos y tuvo que darle la razón.
- De acuerdo... no había pensado en ello -susurró.
Ambos se soltaron el cinturón de seguridad y se giraron en sus asientos para enfrentar cara a cara a su hijos, Naruto tragó en seco al ver los ojos interrogantes de Mei, esperaba que la noticia no la afectase, ahora que casi había recuperado a su pequeña no estaba dispuesto a verla destrozada de nuevo. Hinata miró a Bolt y sonrió con ternura, ganándose otra sonrisa de su parte.
- Cariño -susurró Hinata con voz dulce- ¿recuerdas lo que te conté sobre tu papá?
Bolt amplió sus sonrisa y miró a su madre con felicidad y orgullo.
- Sí, está cuidando a una princesa, por eso está lejos -dijo con voz segura.
Mei lo observó con atención y después miró a Hinata, sin entender a donde quería llegar con eso.
- Mei es esa princesa -dijo Hinata con un hilo de voz- Naruto la ha estado cuidando todo este tiempo que tú y yo hemos estado lejos.
Mei abrió muchos los ojos y miró a su padre con la boca entreabierta. Bolt frunció su pequeño ceño sin comprender del todo lo que querían explicarle.
- Mamá... -dijo con seriedad- ¿Mei es una princesa? ¿Dónde está mi papá?
Hinata tragó en seco a la vez que asentía y miró a Naruto pidiéndole en silencio que intercediera, que él también debería hablar.
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Vendo Recuerdos
Hayran KurguHinata tuvo que abandonar Forks años atrás, pero la boda de Hiashi la obliga a regresar, regresar a su pasado y enfrentar a sus fantasmas, pero lo que nadie espera es que vuelva acompañada por su mayor tesoro. Adaptación / Naruhina.