Capitulo 33♥

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Presente

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Hinata abrió los ojos y parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz. Se movió un poco y sintió el peso del brazo de Naruto en su cintura y sonrió. Los recuerdos de la noche anterior asolaron su mente y sus mejillas se tornaron rosadas... no podía imaginar que con Naruto en ese tipo de situaciones se desinhibiese de ese modo. Ella era la persona más tímida que te pudieses encontrar, pero se transformaba completamente cuando estaba en la cama con el hombre que amaba.

- Si no te oyese respirar creería que estabas muerta -susurró Naruto divertido mientras jugueteaba con un mechón de su pelo.

- ¿Por qué? -preguntó ella con voz rasposa.

- Intenté despertarte pero no fui capaz, pero ahora no importa -se colocó sobre ella y comenzó a besar su cuello.

- Naruto... -se quejó ella, aunque parecía más un gemido.

- Te necesito ahora mismo Hinata -repitió sus palabras de la noche anterior.

Los besos de Naruto comenzaron a descender hacia sus pechos, cuando unos golpecitos en la puerta los interrumpieron.

- Buenos días papá -canturreó Hinata en un susurro.

- Sí... tú encima búrlate de mí... -lloriqueó- iré a darme una ducha... ¡fría! ¿Les das tú el desayuno?

- ¿Los niños? -preguntó Naruto sentándose a su lado en el sofá.

- Con Sakura... en el jardín -explicó Hinata- oye... ¿qué era eso que querías contarme anoche?

- ¿Eso que no me dejaste ni pronunciar palabra? -preguntó divertido, Hinata asintió algo avergonzada- de ese venía a hablarte.

- Tú dirás... -lo instó al ver que se quedó unos segundos en silencio.

Naruto se removió intranquilo, no sabía como reaccionaría Hinata ante todo lo que tendría que decirle.

- Bueno, verás... -titubeó- he estado pensando.

- Eso no es sano... ¿duele mucho? -bromeó Hinata.

- No me interrumpas -dijo con una leve sonrisa, Hinata hizo como que sellaba sus labios y prestó toda su atención-. He estado pensando sobre nosotros y el trato al que llegamos en Phoenix y sobre Phoenix en sí.

- ¿Qué trato? -preguntó Hinata con el ceño fruncido.

Unos golpes en la puerta los interrumpieron e Naruto maldijo entre dientes.

- Hablamos después, pero tenemos que hacerlo antes de que te vayas -dijo poniéndose en pie.

Caminó hacia la puerta y la abrió mientras miraba de reojo a Hinata que tenia el ceño fruncido pensando en que sería eso que Naruto quería contarle. Naruto miró por fin a la puerta y abrió los ojos sorprendido.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó en un gruñido.

- Necesito hablar contigo, es importante -Naruto bufó.

Pero se hizo a un lado y la dejó pasar. Sarā entró con la barbilla alzada y mucha confianza en sí misma, pero se quedó boquiabierta cuando vio a Hinata sentada en el sofá sonriéndole burlonamente.

- A mi despacho – masculló Naruto- amor, recuerda nuestra charla -dijo guiñándole un ojo a Hinata y ganándose una mirada de odio de Sarā.

Naruto se sentó tras la mesa de su despacho y Sarā lo hizo frente a él, se sentó todavía con la barbilla alzada mostrando su orgullo pero Naruto estaba seguro de lo que pasaría en esa conversación, Sai, su compañero de trabajo, le había dejado todo preparado esperando ese momento, ya que Sarā más que molestar, le estaba haciendo un favor agilizando los trámites que él quería llevar a cabo.

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