Capitulo 39♥ Epílogo

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Epílogo

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- Bolt, Mei... ¡vamos! Al piso de arriba -los llamó Naruto.

- ¿Qué pasa? -preguntaron a coro.

- El primer baño de Himawari, apurad que mamá está esperando.

Los tres corrieron por las escaleras y entraron en una habitación completamente decorada de color azul, con una enorme imagen de La Sirenita en la pared principal.

- Si tardáis un poco más le crecen los dientes -bromeó Hinata.

Naruto sostuvo la cámara de vídeo apuntando a su pequeña hija mientras una enorme sonrisa resaltaba en su rostro, aunque no era captada por el objetivo.

Hinata introdujo a la pequeña dentro de la bañera repleta de agua a la temperatura adecuada. La niña movió sus piernas y sus brazos levemente y todos esbozaron una sonrisa.

- Eres la bebé más bonito del mundo -se oía la voz de Hinata en susurros- no puedo ni imaginar lo vacía que estaría nuestra vida sin ti.

La imagen se movió un poco y se oyó un ruido como de algo forcejeando, después una puerta se entreabrió y se vio a Hinata sentada en una mecedora con Himawari en brazos mientras le hablaba y acariciaba sus mejillas con ternura. La niña miraba a su madre fijamente, sus ojos azules parecían entender cada una de las palabras que salían de sus labios. Hinata acarició sus cabellos azules y sonrió cando retiraba un mechón de la cara de la pequeña y este volvía su lugar.

- Eres tan perfecta... -suspiró.

- Es igual a su mamá -dijo Natuto con voz contenida.

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí? -preguntó Hinata confundida.

- Solo un ratito... -rió.

- Apaga esa cámara y ven aquí papá -lo llamó sonriendo.

...

- A ver que boca más grande tienes -dijo Hinata.

La niña rió y mostró sus dos dientes superiores con alegría, Hinata aprovechó el momento y le metió una cucharada de comida en la boca.

- Tu primera comida sólida... esto es para recordar -se oyó la voz de Naruto.

Himawari, no muy de acuerdo, escupió todo el contenido de su boca.

- No parece gustarle mucho -Hinata frunció el ceño e Naruto estalló en carcajadas.

- Menma ¿te puedes apartar? -gruñó Naruto.

- Venga Naru... solo va a caminar. En unos meses preferirás que no lo haga, te lo aseguro -bromeó su hermano.

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