Vendo Recuerdos

Capitulo 28♥

Presente

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- ¿Naruto? -preguntó sorprendida con un hilo de voz.

- Te dije que nunca volverías a estar sola -susurró con su sedosa voz.

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Hinata sintió que todo su mundo se venía abajo. Ni por un momento imaginó que Naruto pudiese viajar hasta Phoenix. Y ahora, viéndolo frente a ella, ya no veía ningún motivo para haberse ido de Forks tan apresuradamente. Todo se le había olvidado en un solo segundo.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó apretando el pomo con todas sus fuerzas, luchando interiormente para no saltarle encima y besarlo.

- Tengo que hablar contigo, no quisiste escucharme y tuve que correr detrás de ti -contestó Naruto cambiando su peso de una pierna a otra con nerviosismo.

- ¿Has venido corriendo desde Forks? -preguntó Hinata con una sonrisa nerviosa.

Naruto rodó los ojos y también sonrió con nerviosismo.

- ¿Puedo pasar? -preguntó clavando sus ojos azules en los suyos.

Hinata se debatió interiormente con lo que debería hacer.

Miedo...

Tenía muchísimo miedo de que Naruto solo hubiese ido hasta allí para quitarle a Bolt, pero era Naruto... su Naruto, el Naruto que amaba y era capaz de desarmarla con solo una mirada.

Pero de repente recordó cuando le dijo que todo lo que ella había sentido había sido mentira, que ella solo se había acostado con él por interés, le dijo que Bolt solo era fruto de la codicia. Endureció el gesto ante esos recuerdos... no podía permitir que pensase eso, no podía creer que llegase a dudar de ella de ese modo.

En aquel momento, años atrás, no era más que una niña de dieciocho años que estaba descubriendo el amor por primera vez, lo que creía que había pasado era más justificado en alguien como Sarā, no con ella.

- Si quieres hablar sobre la custodia de Bolt pierdes tu tiempo -gruñó- mañana hablaré con mi abogado y se hará lo que se más beneficioso para él.

Naruto suspiró y negó con la cabeza.

- No he venido hablar sobre Bolt, bueno sí... -especificó con evidentes muestras de nerviosismo- pero no solo sobre Bolt, también sobre nosotros, sobre lo que tú crees que he dicho.

- No lo creo Naruto, los escuché -dijo con voz firme.

- No hablaba de ti... ¡por dios Hinata! -alzó la voz cuando ella bufó incrédula- ¿es tan difícil creerme cuando digo que te amo? Era Sarā... ¡Sarā!

Hinata giró sobre sus talones y se metió en la sala de estar, Naruto fue tras ella, titubeante porque no conocía la casa, pero cerró la puerta y se colocó a unos pasos de ella.

- Dijiste que te había ocultado algo durante años, que se había ido... ¡yo hice eso! ¿Qué fue lo que te ocultó ella? - Hinata cerró sus manos en puños.

- Sarā me ocultó muchas cosas cuando se fue -explicó Naruto-, desde entonces está llevando una vida poco decorosa y tiene problemas de dinero, eso es lo que me ocultó. Yo creía amarla entonces y la había ayudado sin pensarlo, pero ahora ya es tarde.