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Eren fue por un poco de comida para ambos.

Iba a ir yo, pero él me lo impidió.

Me quedé sentado en mi manta, mirando hacia la puerta medianamente cerrada.

Se me ocurrió algo, un poco cruel pero divertido.

Tome mi manta y me aleje de ahí, miraba por si venía Eren.

-¡Levi!-Lo escuché y abrió la puerta- Levi... Ya traje tu gaseosa de cola... Y las chaparritas con mucho queso...-

Lo ví como me buscaba.

-¿Levi? ¿Dónde estás...?-dejo las cosas sobre el piso-¿Me... Dejo solo...?-susurro, pero lo alcance a escuchar.

Parecía un corderito perdido en el bosque, buscando a su madre, pero escucha sonidos extraños... Al lobo malvado y devorador de corderitos.

Me baje y acerque de a poco a Eren.

Me daba la espalda.

Con cautela, acerque mi mano y le toque la cola del mono azul del cual estaba vestido.

-¡Aasshhh!-gritó y volteo.

Escuché un fuerte golpe y caí al piso.

Me dolía la nariz...

-¡Levi!-Eren me miraba preocupado-En verdad lo lamento... Me asusté y te golpee...- tomo un poco de papel higiénico de su bolsillo azul y limpio mi nariz-Lo siento... En verdad...-

-No te preocupes... No pasa nada...-le robe un beso-solo comamos juntos... Tu golpe fue muy rudo...-

-S-si...-Se sonrojo-me asustaste...-

Nos sentamos y comenzamos a comer.

Eren en verdad golpea muy fuerte, me dolía la nariz.

Pero me pasa por idiota y por haber asustado a Eren.

El ser más perfecto de este maldito mundo.

Y que tiene un zorrillo como mascota.

AMOR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora