Dudaba de la posibilidad... pero sí, al final, te pudo la curiosidad.
***
Sasuke había hablado con Ino. Jiraiya se había acostado un rato muy afectado por aquel enfrentamiento. Estaba triste, era una de las pocas cosas en las cuales él no podía hacer nada. Consolarle hubiera sido ridículo, nadie había dicho una sola palabra el resto de la sobremesa, cada uno se retiró a preparar sus cosas o acostarse un rato antes de partir. La pequeña Temari se había ido llorando con su hermano el cual trataba de consolarla sin ningún resultado. Sentado en la butaca de la habitación permanecía en silencio mientras Sakura preparaba las cosas para regresar.
La imagen de Gaara lleno de ira frente a su mesa, aquel hombre tan imponente y pragmático. Ni siquiera Kiba había abierto la boca aquella tarde. El respeto que profesaban por Jiraiya había hecho mella en todos.
¿Qué podía hacer? Nada...
Terminó de preparar su bolsa. Sasuke era un hombre tan ordenado y pulcro que ya tenía todas sus pertenencias listas para irse, en cambio ella solía dejarlo para última hora. Lo miró y se acercó colocándose entre sus piernas de rodillas, pasó las manos por sus muslos y le sonrió. Acarició su cabello y jugó con sus rizos. Estaba pensativo, pero su rostro no reflejaba tensión alguna, tan solo serenidad.
—Hay algo que no me dices —la susurró—. Y debieras....
Sakura frunció el ceño e hizo una mueca de curiosidad.
—¿Por qué piensas eso?
—Porque te conozco muy bien princesa...
—No creo que sea el momento —contestó ella.
—Siempre es buen momento, cariño mío —pasó el dedo por sus labios y la sonrió con dulzura. —Habla.
—Yo también quiero probarlo —sintió un leve rubor por sus mejillas y bajó la mirada.
—¿El qué?
—Lo que decía Shikamaru, ese sentimiento de abandono. Desde que hable con él me he dado cuenta que jamás lo he sentido.
—Porque estás a la defensiva frente a ti misma.
—No sé cómo hacerlo, es decir, no sé cómo alguien se abandona, como llega un momento en el que sientes eso...
Tiró de su mano y la sentó en su regazo. La hizo apoyar la cabeza en su hombro y metió la mano por debajo de su falda acariciando su sexo delicadamente. La besó en la frente y se rió.
—No sabes lo que estas pidiendo...Te dije que no necesitaba eso de ti.
—No —musitó—. Quizá no lo sepa pero quiero conocerlo. Probar si soy capaz de pasar por ello.
—Es duro —le dijo—. Muy duro, Sakura.
—Necesito vivirlo Sasuke. Quiero probar lo que se siente, Shikamaru era tan apasionado cuando hablaba de ello que no puede ser tan malo... Era intenso, me llenó de curiosidad.
Sasuke negó con la cabeza y sonrió.
—Si fracasas quizá sea más doloroso que superarlo... Tu carácter te hará pasar por malos momentos, Sakura, debes estar segura de lo que me pides antes de decidir algo.
Notó como sus dedos jugaban con la entrada de su vagina, empezaba a mojarse al contacto con su clítoris y le resultó difícil no moverse.
—Esto... —la susurró— te costaría mucho más de lo que ahora te cuesta—le clavó los dedos— y tu eres caliente y pasional... ¿Comprendes?