Epílogo

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Narra Kurt
Terminamos de poner los adornos,Walter y yo. Desde que empezamos nuestra relación todo a cambiado mucho.Hemos sido sacados del equipo,pero ya no nos importa,porque hemos enpezado en un equipo al que le daba igual nuestra relación.
¿Nos han molestado?Si,no lo negaré,nos han jodido mucho,pero solo quedaba una semana de clases y al superarla,nos dio igual el resto,vacaciones es igual a descanso y descanso es igual a cero problemas.
No he sabido nada de Robert,aunque dos días después de mi regreso,me llegó una carta de él,diciéndome que me deseaba lo mejor y las mejores navidades de la historia junto a mi chico.
Walter esta emocionado porque le encantan los regalos y ya quiere tener los suyos pero como nuestras hermanas no tienen idea de que Santa no existe,debemos esperar y por primera vez en mi vida,no le veo con demasiada paciencia.
Parece que nuestros padres son idiotas,porque se conocían pero hasta el día de nuestro comienzo de noviazgo no se acordaron de que ya se conocían,ya no sé si es la edad o qué.
Alguien tira de mi brazo,imagino quien es,por lo que me abrazo a él.
—Solo quedan tres días Walter,ten paciencia.
—Me da igual,quiero una pista.
Resoplo guardando la compostura.
—Muy bien,pues vamos a mi cuarto.—Sonrio y me despego de mi novio para ir a mi cuarto.Él corre detrás de mi,parece un niño pequeño,emocionado por sus regalos.
Entro a mi cuarto y me escondo tras la puerta,una vez él entra,la cierro de golpe,poniendo el pestillo.
Lo asusto,obviamente,siempre ha sido tan asustadizo...como me gusta.
—¿Qué mierdas haces?—Pregunta exaltado.
—Darte la pista capullo.
—También te amo idiota.
Ambos reímos y no podemos evitar acercarnos para besarnos,las cosas son sienpre así,nos insultamos cariñosamente y luego estamos besándonos.
Narra Walter
El beso empieza a subir de tono y Kurt me empuja hasta su cama.Me dejo caer en esta,recordando la primera vez que me dejé tocar por él,es mi turno de devolverselo,por lo que al subirse sobre mi,nos doy la vuelta.
—Ya lo hiciste una vez,es mi turno pillin.
—Deja de hablarme como a un bebe,soy más experto que tu.
—Lógico,pasas toda la vida pegado a saber que vídeos en el portátil...—Juego con él.
Sus mejillas se ponen rojas y yo me río.
—Tienes suerte de que no me moleste lo que miras,pero podrías hacerlo conmigo eh.—Me carcajeo de él,sus mejillas siguen sonrojándose y sus ojos se centran en otro punto de la habitación para no mirarme,le pongo nervioso cuando lo molesto con eso y me encanta.
Lo obligo a mirarme y le beso.Aunque sepa que es mi turno,voy a dejarle con las ganas,porque a él le gusta mucho jugar con ello,así que me toca molestarle también,en Navidad celebraremos,estoy seguro.
Empiezo a pasar una de mis manos por su pecho cubierto por un jersey color azul oscuro.
Llego al dobladillo y pongo la mano por dentro de la ropa,tocando su piel.Ya no hah vergüenzas y además,solemos hacer esto muy seguido,es el problema de ser adolescentes,estamos muy hormonados,pero nuestros padres pasan toda la vida dando la lata con la maldita protección,aún no lo vamos a hacer,¿tanto les cuesta entender?
Yo lo quiero hacer con él cuando sea Navidad,porque es un momento especial,al menos lo siento así.Él me ha dicho que quiere que sea especial,así que por eso lo he pensado así,pero no sé si tenga miedo,aunque por como estamos,lo dudo.
Lo despojo de su jersey y reparto unos cuantos besos por su abdomen,empiezo a notar movimiento en su parte de abajo,bajo la vista y veo como su pantalón marca a su amiguito,es el momento.
—Kurt,¿sabes que te amo?
—Claro,¿a que viene eso?
—¿A pesar de todo?
—Pues claro Walter,¿qué pasa?
Me levanto de su cuerpo y de la cama,abro el pestillo y me doy la vuelta
—¡Te la debía cariño!—Exclamo saliendo de la habitación.
Escucho como se queja y después de unos segundos,se asoma a las escaleras.
—¡Yo también te amo Walter Still White!


Walter,hijo de Still (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora