Capítulo 6

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Narra Emma

  -Papá vos me ataste a este maldito infierno-
  -Sabes que nadie te obligó- se atrevió a reclamar.
  - No? Quien carajo iba a la cárcel si no salía con Tobías?-
  - Lo siento hija. Pero ya terminó todo podes dejarlo, no quiero verte sufrir-
  - Sos un hipócrita papá- salí a para afuera golpeando la puerta. Siempre era así, salve su maldita libertad y así me paga, culpandome de lo que me pasa. Si no tuviera un mínimo cariño por él y mi mamá ya hubiera terminado la relación.
La situación ya me estaba preocupando demasiado. Pues lo que había empezado como insultos leves, pasaron a ofensas terribles y ahora? Lo de ayer.. tuvo el valor de maltratarme físicamente.. esto no va a terminar, esto ya es enfermo y algo va a salir mal.

Recibí una llamada más de Soledad.

  -Eu amiga todavía estas ocupada?-
  - No ya no ¿por?- pregunté extrañada.
  - Guido y su hermano estan preocupados por vos y les gustaría  verte para quedarse tranquilos-
  - Por favor deciles que estoy muy agradecida con ellos. Pero no puedo.
  - Emma no te preocupes por Tobías el no lo sabrá. Vendrás a casa y listo ellos estarán acá.
  - Tobías? Y el que tiene que ver con todo esto?- dije aún más confundida.
  - No creas que no me doy cuenta lo que entre ustedes pasa y lo que pasas por su culpa-
  - Ni una palabra a esos pibes, me escuchaste Soledad?-
  - Bueno pero veni.. es hora de que hagas amigos-
  - Esta bien.. por las dudas mandame tu dirección exacta-
  - Okey nos vemos-

Odie siempre que se entrometan en mi vida. Nunca quise hacer parte de mi situación a nadie y ahora resulta que hay gente que apenas conozco que se preocupa por mi.
Que loco, gente que nada que ver conmigo se preocupa y mi familia que debería ayudarme, me da la espalda y encima son quienes me metieron en este lío.

Agarré un taxi y fue a la dirección que me envió. Sabía más o menos donde vivía, pero no exactamente como llegar.
Le envié un mensaje para que salga así la veía.
Llegando a la cuadra, la vi para en la vereda, le indique al taxista que fuera hacia ella. Pagué lo que debía y bajé.

  -Hola- la saludé con un beso en la mejilla.
  - ¿cómo estas?- Me miró con desconfianza.
  - No voy a asesinarte- reí. - Pero prefiero mantenerte alejada de esto-
  - Como quieras- sonrió levemente. - Se que no somos amigas y que confianza no hay, pero me gustaría ser tu amiga y decirte que contas conmigo-
  - Gracias-

"Wow, si que genera confianza está chica".

Íbamos a entrar, cuando escuchamos un bocinazo. Miramos para atrás y se trataba de los chicos.
Del auto gris bajaron, el pelilargo y el rubio.
El primero mencionado, venía muy combinado, vestía jeans negro, campera de jeans azul fuerte y zapatillas negras. El segundo, algo muy descombinado, pero no tan mal. Pantalón camuflado verde, campera como la del hermano pero más clara, casi celeste y unos borcegos beige. Descontracturado pero bien.

  - Hola- Me saludó el de pelo lacio y largo.
  - Emma ¿como estas?- Me dio un beso en la mejilla, el rubio.
Ese chico me generaba un poco de confianza, en si los tres, pero más el rubio.
  -Bien Ustedes?- intenté ser amable.
  -Mejor ahora que te veo- comentó Pato y claramente me ruborice.
  -Entramos?- dijo Sole.
  -Dale- Guido le sonrió.

Era extremadamente incómodo. Patricio me miraba y no me sacaba los ojos de encima. Si hablaba era peor, me miraba con más intensidad.
Temia de mi propia reacción, no quería ser grosera pero se estaba pasando.

  -Puedo salir afuera un segundo? Atrás- dije al recibir la llamada de Tobías.
  -Claro, salí por el ventanal-

Hice lo que Soledad me indicó y estando afuera atendi. Me asegure de que las voces de los pibes no se escuche o realmente me vería en problemas.

  - Que querés?-
  - Donde estas Emma-
  - Donde Soledad- respondí de mala manera.
  - Que haces Ahí?-
  - Esquiando boludo- Me enojé. 
  - No te pases y no llegues tarde-
  - Llegó a la hora que se me canta Tobías-
  - Ojo Emma, me entero rápido lo que haces-
  - Podrite Tobías-

Corté y al girarme Pato estaba allí. "Mierda. Emma no reacciones mal" intente calmarme.

  -Problemas?-
  -No- quise pasar por un costado de él pero me agarró de mi brazo.
  -Es el brazo lastimado- dije cuando sentí dolor por su agarre.
  -Perdón- se disculpó. - No ocultes lo que pasa con tu novio-
  - No Es problema tuyo-
  - Lo del brazo no fue acto de torpeza- recordó lo que le dije.
  - Podes creerlo y no si no querés, ya no es mi problema-
  - Por que no dejas que te ayuden?- preguntó manteniendo la respiración. Lo sentía muy cerca, estaba muy cerca.
  - Por que vos, que ni me conoces querrías hacerlo?-
  - Por que me odiaria si veo una mujer tan hermosa, como vos, sufriendo y quedarme sin hacer nada-
  - No sabes nada de mi Patricio- lo miré a los ojos.
  - Amas a ese infeliz que te maltrata?-
  - No se de donde sacaste todo lo que decís de Tobías-
  - Puedo parecer estúpido pero no lo soy Emma-
  - Si lo amo- mentí. Ese amor lo había enterrado hace ya bastante tiempo.
  - Juralo y te creeré-
  - No tengo por que jurartelo-
  - Hacelo- Me presionó.
  - No te conozco y no voy a hacerlo- lo esquive e ingrese de nuevo a la casa. 

Guido y Soledad nos miraron cuando entré. Patricio venía atrás.

Decidí decirles que me iría. No me quería bancar más la pesada mirada de ese pibe y su insistencia por ayudarme. "Tendré que tener una buena charla con Soledad".

Volví a casa o más bien mi infierno. Para mí suerte mi amado novio no estaba. Se sentía una inmensa paz.

Aunque desgraciadamente duro poco. Llegó al instante. Entró golpeando la puerta, se vino directo a mi y se me encimo hablandome cerca.

  -Con que estabas con Soledad?-
  -Alejate Tobías- Me apoyé más al espaldar del sillón para alejarme de él.
  - El rubio y el pelotudo de su hermano estaban ahí. Fui a buscarte y lo encontré-
  - Son amigos de Sole que querías que haga?-
  - No soy pelotudo Emma. Si me entero de que él tarado ese pone un dedo encima tuyo te las verás feo-
  - Que vas a hacer?- lo desafie.
  - Soy capaz de lo que sea?-
  - Golpearme? Es lo único que te falta maricon-
 
Se alejó y se encerró en la habitación.

Narra Pato

Ya estaba, era un hecho. Al precio que sea la iba a sacar se ese infierno. No la conozco tiene razón, pero lo haré y la librare.

  -Apoyo el que la quieras ayudar Pato. Pero fíjate podrías causarle peores problemas- Me dijo mi hermano Mayor.
  - Ya se Gastón, pero no puedo quedarme de brazos cruzados. Hoy ese infeliz me vio y estoy seguro que le hará algo-
  - Deja de asegurar, no sabes nada boludo- comentó Guido.
  - No van a detenerme si es lo que creen- afirmé.
- Por Sole vamos a saber más de ella-
 

Sonará estúpido. "Pero quien con sus tornillos en su lugar, haría vista gorda en una situación así? Tal vez muchos, pero yo era la excepción"

Seguimos hablando de otra cosa. Aunque mi mente vagaba en la mirada de Emma. Tenerla cerca como la tuve hoy, poder analizar cada centímetro de su rostro perfecto sólo reforzó mis ganas de ayudarla.

  - Te estoy hablando boludo- Guido movió su mano delante de mis ojos.
  - Qué?- pregunté prestandole atención.
  - Ahora que lo recuerdo- hizo una pausa. - Hoy hablaste con Emma ¿o No?-
  - Si pero me dijo en otras palabras que no me meta- removí mi pelo con las manos.
  - Capaz es lo mejor- murmuró Gastón.
  - No. No fue capaz de jurar que lo ama- les dije y se miraron.
  - Y eso a vos que te importa?- rió Gasty. - Bobo no estarás viendo a Emma de otra forma ¿No?-
  - No lo sé Gas- palmee al hablar. -Solo quiero sacarla de ahí ahora-

FUGITIVOS (PMS) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora