CAP 11

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Nos llevó al medio de la nada y Zuko y yo nos colocamos lado a lado y Iroh tomó un gran palo para explicarnos algo dibujando en la tierra.

–El fuego es el elemento del poder. –Dijo.- La gente de nuestra nación tiene voluntad y decisión, y la energía los lleva a obtener lo que quieren. –Dibujó el símbolo de la nación del fuego.- La tierra es el elemento de la solidez, su gente es perseverante y fuerte. –Dibujó el símbolo de la tierra.- El aire es el elemento de la libertad. Los nómadas del aire se desligan de las preocupaciones mundanas para encontrar paz y libertad. –Dibujó el símbolo del aire.- El agua es el elemento del cambio, la gente de la tribu del agua es capaz de adaptarse a muchas cosas, tienen un gran sentido de comunidad, y amor que los mantiene juntos pase lo que pase. –Dibujó el símbolo del agua.

–¿Por qué nos explicas todo eso? –Preguntó Zuko.

–Es importante adquirir el conocimiento de diferentes lugares, pues si lo haces desde uno solo, se vuelve rígido y tedioso. –Dibujó líneas que formaban una cruz, separando a todos los elementos.- Pero si entiendes al resto, a los demás elementos, te ayudarán a ser más completo. –Dibujó un círculo que unió a todos los elementos.

–Esta charla sobre los cuatro elementos me recuerda al avatar. –Gruñó Zuko.

–La combinación de los cuatro elementos en una sola persona hace que el avatar sea tan poderoso, pero también puede hacer que tú seas más poderoso. Y Jazz, –Se dirigió hacia mí.- al ser la akiva, la combinación de los cuatro elementos despertará en ti los sentidos que el akiva debe tener, y te hará poderosa también. La técnica que les voy a enseñar, la aprendí observando a los maestros agua.

Zuko y yo nos miramos y asentimos. Luego nos levantamos y nos preparamos para seguir los movimientos de Iroh.

Comenzó a moverse como un maestro agua, y yo ya sabía la secuencia de ese movimiento. De lado a lado, moviendo las manos con sincronía al cuerpo.

–Los maestros agua dominan el flujo de la energía, logran que la defensa se convierta en su ataque, y yo aprendí a mezclar esto con el relámpago.

–¿Yo podré hacer eso con el relámpago? –Preguntó Zuko, incrédulo. Iroh asintió.

–Si diriges la energía con tu cuerpo, el relámpago la seguirá. Lo que deben hacer, es crear un camino con la punta de sus dedos, apunten arriba hacia el hombro, luego hacia su estómago, porque el estómago es la fuente de energía en el cuerpo. Desde el estómago lo dirigen hacia arriba de nuevo, y sacan el otro brazo. El momento por el que pasa por el estómago es decisivo. No deben permitir que el relámpago pase a su corazón, o tendrían un daño mortal. Ahora, a practicar el movimiento. Deben sentir cómo fluye la energía a través de sus cuerpos.

Y entonces Zuko y yo comenzamos a movernos como lo había indicado Iroh. Una mano tiesa hacia arriba, y con los dedos de la otra trazamos un camino desde el hombro, hacia el estómago, para elevar el brazo hacia el otro lado y repetir lo mismo sin parar.

Estuvimos repitiendo aquel movimiento con Iroh toda la tarde, hasta que comenzó el atardecer.

–Excelente, muchachos. –Sonrió Iroh, complacido.- ¡Lo tienen!

–Genial. Estoy listo para los relámpagos. –Exclamó Zuko.

–¿Acaso estás loco? –Gruñó Iroh.- ¡Es muy peligroso! Si tienes suerte, nunca tendrás que hacer uso de esta técnica.

–Tú. Lánzame un relámpago. –Me dijo, mirándome.

–¡No! –Exclamé, espantada.- A penas aprendí a hacer uno hoy, ¡Podría lastimarte!

–¡Bien! ¡Yo buscaré mi propio relámpago! –Gruñó, y se fue caminando lejos. Tuve el impulso de detenerlo, pero no lo hice.

A mí tampoco me hubiera gustado ser detenida, así que esperé media hora antes de comenzar a seguirle el rastro para ver qué planeaba hacer.

El príncipe y la akiva (Príncipe Zuko)Where stories live. Discover now