Mi imbécil Uchiha. [SasuSaku]

Quiero probarte..

Ellos se besaban, la pasión estaba bordando por toda la casa, la necesidad de quitarse las prendas y tocarse sin barreras era demasiada ambos tenían la lujuria puesta en los ojos, solo podían mirarse con deseo.

Lentamente ella comenzó a quitarse su camisa, dejando una perfecta imagen de sus senos cubiertos por un hermoso brasier color rosa, su cabello que dejaba caer esos pequeños rizos en sus senos la hacían ver tan sensual.

Ella era dinamita pura y además era muy hermosa, sus contorneadas caderas finas y delineadas como si fueran un reloj de arena, su vientre plano y el tacto de sus manos al tocar su piel blanca y suave lo ponían a mil, le excitaba como ella era a si de sensual, su cuerpo no tenia limites.

Por que cuando lo hacían ambos parecían pedir mas y mas y jamas se cansarían de satisfacer las necesidades sexuales de ambos.

—Quiero probarte.— dijo ella mientras se frotaba en su miembro ya erecto.

—¿Que quieres decir?.— contesto el confundido pero excitado a la vez.

—Quiero lamertela.— hablo con determinación.

Las mejillas del azabache se tornaron carmesí, jamas se la habían chupado y esta vez seria la primera.

Sakura comenzó a desabrochar sus pantalones mientras le propinaba ciertas caricias, veía el nerviosismo en el azabache, pero a la vez sabia que el también lo quería.

Sus bóxer tenían un gran bulto, un bulto que pedía ser liberado lo acaricio por encima de este y sintió como el azabache suspiraba de placer, se puso una mano en la boca para evitar gemir.

—No hagas eso.— pidió la pelirosa. —Me gusta escucharte gemir.

Poco a poco fue quitándose la mano dejando libre aquellos gemidos que soltaba el azabache por las caricias que se le propinaban, ella comenzó a bajar su bóxer dejando expuesto ahora a su gran miembro, joder ella lo sintió grande, han echo demasiadas veces sexo y en todas parecía tenerlo grande, pero ahora pareciera que lo tenia aun mas grande.

—M- Me da.. Vergüenza.— comentó el azabache sonrojado.

—¿Porque cariño?.— preguntó la pelirosa.

—Nu- Nunca me la han..

—¿Chupado?.

—No lo digas tan natural mente.

—Hmp.— dijo ella ensanchando una media sonrisa. —Ya veraz que se siente súper rico.

Y antes de que el pudiera decir otra palabra mas, la mano de Sakura tomo su erecto miembro y comenzó acariciarlo lenta y tortuosamente sus dedos parecían de una masajista profesional, ella sabia lo que hacia.

El roce de sus uñas y el sube y baja lo ponían a mil, leves gemidos incontrolables salían de su boca sentir que algo lo masturbaba era muy excitante.

Se quedo corto cuando ella comenzó a pasar la lengua por todo su miembro, su rosada lengua recorría cada parte de el, y no se olvidaba de también chuparle las bolas, mientras se encargaba de chupar se erecto miembro una de sus manos masajeaba sus huevos.

—¡Joder Sakura!, voy a...

—Todavia no.

El azabache agarraba las sabanas con desesperación el placer era tanto que sentía que moría, la boca de sakura era maravillosa lo lamia y chupaba tan lenta pero placentera mente que sentía que en cualquier momento se correría en su boca.

Con una mano ella comenzó a masturbarlo mientras aun seguía lamiéndolo su lengua lo saboreaba como si fuera un dulce, un dulce muy sabroso.