Mi imbécil Uchiha. [SasuSaku]

El ya no importara..

Sintió como alguien lo rodeaba con sus brazos y lo atrajo, una de sus manos acariciaba su espalda mientras que con la otra mano le brindaba caricias en el cabello.

Aspiro ese aroma, cerezo no dudo en enroscar sus brazos alrededor de ella, amaba que lo tratara como un niño pequeño, desde lo que paso con Madara o incluso ya desde antes de que sucediera eso lo trataba de una manera protectora, y eso a el le gustaba.

Sentía como ella comenzaba a dejarle besos en la frente, de verdad amaba eso, era como si le diera el cariño maternal que el perdió. Pero con Sakura lo estaba volviendo a sentir esa calidez ese cariño y esa seguridad que le brindaban sus brazos, lo hacían sentir en casa.

Ahora que vive con ella serán mas las horas en la que estarán juntos.

Sintió como ella puso su mano en su mejilla y comenzaba acariciarlo, que bien se sentía quería abrir los ojos y verla, pero a la vez quería seguir con los ojos cerrados mientras sentía su tacto.

Opto por la segunda, poco tiempo sintió una presión en sus labios, un tacto suave y dulce, ella lo estaba besando.

Joder que detalle despertar a si todos los días.

Sintió como ella comenzaba a mover sus labios con los de el, no tardó el brindarle acceso a su boca su lengua hizo tacto con la suya y sintió un pequeño cosquilleo, ella movía sus labios y su lengua de una manera sensual y excitante.

Besaba como los Dioses.

—Despiertame a si mas seguido.

—Hmp.— contesto ella mientras volvía darle otro beso. —Las beses que tu quieras amor.

«Amor» pensó el.. Quien diría que la gran Sakura Haruno quien mando a la verga a sus compañeros el primer día, incluyéndolo a el, estaría ahora con ella correspondiendo sus besos.

Joder, el mundo si que es pequeño.

—Vamos a desayunar.— le dijo ella mientras aun repartía besos.

—Espera un ratito.

—Hoy iremos con Madara.

—¿Que?.

—Iras a recoger tus pertenencias para que te puedas venir a vivir aquí.

—¿De verdad puedo venirme?.

—Si, nadie mas vive aquí solo yo. Tu compañía seria muy agradable ya no me sentiré tan sola.

—¿Te sientes a menudo sola?.

—Antes de conocerte si lo sentía. Pero ahora tu llenas el vacío que tengo por dentro, llegaste como un hijo de...

—¡Oye!..

—Te amo, te amo por lo que eres, por lo que me haces sentir, por amarme a mi, te amo por que tu me haces sentir que no estoy sola.

—Chale..

—¿Que paso?.— pregunto la pelirosa confundida. —¿Porque quieres chillar?.

—Por que me vas hacer chillar.

—Que llorón me saliste.

—¡Callate!, todo por eso te tocan unas buenas nalgadas.

—Me vas a matar perro.

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Habíamos llegado a casa de madara, sentía cierta inseguridad pero el brazo de Sakura me daba confianza a la vez.