Obsesión (Gay)

Capítulo 21

Hola. Me estaba preguntando si alguno de ustedes gusta de escribir o de dibujar. Es que me gustaría que me hicieran un regalito especial (si pueden :c). Es de hacer un mini relato acerca de esta novela, o hacer un dibujo (en internet o a mano). Quizás nadie lo haga pero no cuesta nada preguntar. El que me haga el dibujo o el relato me lo tiene que pasar por privado y yo le dedicaré un capítulo además que si haces relato lo pondré al final en la nota y si haces un dibujo lo pondré en multimedia ^^

Debe haber talento xD

PD: Recuerden que es relacionado a la novela.

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Alan vaciló más de cinco minutos sentado en una silla, con el celular en sus manos y el corazón acelerado. Nunca en su vida había invitado a una chica a su casa, más el colmo era que se trataba de Viviana, su amiga. Ya de por sí, era extraño: considerar a Viviana su amiga, y por encima tener que fingir ser su novio. Al rato de unos largos minutos platicando, estos decidieron elaborar un plan. Desde luego que su familia no debía estar al tanto de la relación de Alan y Kyle, por esa razón, mentir era la salida adecuada. No dirían nada que no pudiese ser fingido, no había razón alguna para meterse en problemas. La cena sería la semana entrante en casa de los Crow, faltaban bastantes días para elaborar el acto perfecto.

—Gracias por ayudarme, Viviana. No puedo creer que Kyle haya dicho eso. En estos momentos me gustaría asesinarlo —dijo Alan.

Se encontraban en el almuerzo. Ambos sentados en una de las mesas escolares, charlando como amigos e ideando un plan. El moreno estaba nervioso, no había duda de eso; la prueba de ello era el sudor de sus manos y la manera en que tocaba su cabello cada cinco segundos, era inusual en Alan. Sacó su corbata y quitó el nudo apretado que llevaba, los nervios provocaban que este se sofocara.

—¡Mierda! ¡Mierda! —maldijo en voz baja.

—Pero cálmate, Alan. Todo va a estar bien. Vamos a fingirlo, ¿de acuerdo? —propuso Viviana.

—Tengo mucho miedo.

—No, no Al, deja de tener miedo. ¿A qué le temes tanto?

—No puedo decirte...

—¿Por qué? —cuestionó la chica.

—Porque no puedo, Viviana.

—Pero debe haber una razón, Alan.

—¡No puedo decirte! —el grito de Al hizo que Viviana se sobresaltara.

Este se puso de pie y salió del comedor rápidamente. Recordó todas las veces que se escondió en el armario de su habitación, huyendo de su padre y de sus reglas. Ese pequeño niño lleno de miedo y dudas en su interior. Un chico con golpes y sentimientos dolorosos. Kyle siempre fue su primera vez: su primer amor, su primera vez sexualmente, su primera y única vez enamorado. ¿Que si había besado chicos? Sí, había besado unos pocos, sin embargo, con ninguno sintió algo así cercano al amor. El siempre deseó a Kyle, a su mejor amigo, a su chico. Quizás todo no era tan complicado cuando Ky no le miraba de esa manera, quizás lo mejor hubiese sido esconder sus sentimientos, mas ya era demasiado tarde.