Siete días.
Sólo una simple semana pasó desde que mi vida dio un cambio por completo.
Todo fue tan rápido.
Un viaje que daba muchas expectativas terminó siendo un fuerte dolor de cabeza y generando miles de problemas a todas las personas que me rodeaban.
¡Estoy totalmente abrumada!
En sólo minutos todo dio un giro de trescientos sesenta grados, ahora con sólo dieciocho años estaba casada y tenía que asumir las consecuencias de mis actos porque mi papá me lo había dicho.
Mudarme con Dmitri.
Siempre viví con mis padres y el insoportable de Ethan pero ahora sería todo tan diferente que tenía mucho miedo, se que Dmitri me quiere pero las cosas entre nosotros no estaban tan bien que eso me hacia sentir incómoda por lo que estaba por hacer.
- ¿Listo hija? - pregunta papá entrando a mi habitación.
Hace dos días le habían dado el alta pero tenía que hacer reposo para descansar sus niveles de estrés que llevaba hace varios días pero todos conocíamos su terquedad así que nos estaba costando horrores que se tranquilice un poco y olvide todo lo que sucede.
Todo lo que le sucedió a papá era mi culpa.
Soy la completa culpable que él haya terminado internado por un gran pico de estrés, nunca me hubiera perdonado que algo peor le sucediera.
- ¿Por qué tengo que irme? - le pregunto a nada de ponerme a llorar.
Él se sienta a mi lado y me abraza con fuerza - A mi me duele hacer esto Helena pero debes aprender de una buena vez que cada cosa tiene sus consecuencias, no puedes ir por el mundo metiendote en problemas pensando que nosotros vamos a solucionar tu desastre - suspira.
- Siento que me estas echando de casa - musito aferrada a su pecho haciéndome la fuerte.
- No te estoy echando hija sólo te enseño a que por una vez por todas seas más responsable, te amo por eso debo hacer que pases está prueba - declara dejando un beso en mi cabello.
- Yo no lo quiero a él - digo entre llanto. - Quiero estar en casa con ustedes - agrego mientras niego en su pecho.
Papá con cuidado me hace mirarlo a los ojos mientras con sus pulgares va secando mis traicioneras lágrimas. - ¿Por qué me mientes? - inquiere. - Lo veo en tus ojos y lo veo en los de él, tú si los quieres Helena pasa que tienes una mezcla de genética entre Salvatore y Anderson que siempre te va hacer negar tus sentimientos antes de aceptarlos - dice con un intento de sonrisa.
Yo no me quería ir de casa.
- Tengo muchas sensaciones en el cuerpo - susurro tratando de esconder mi cara en su pecho para no mirarlo a los ojos.
Me costaba demasiado reconocer mis sentimientos.
Dentro mío se que quiero demasiado a Dmitri y que estoy súper enamorada de él pero todo eso me cuesta aceptar cuando se lo tengo que reconocer a otra persona.
- Las puertas de nuestra casa estarán abiertas siempre - acota dejando un beso en mi cabeza.
- No quiero irme - musito.
- Ya lo hablamos Helena, no es fácil para ti y menos para nosotros que somos tus padres pero debes aprender las lecciones de la vida - culmina algo triste.
- Cuando pasen los seis meses quiero pedirle el divorcio - declaro con seguridad.
Papá suspira. - Dejemos que el tiempo les diga que hacer, listo ya te casaste no me pude oponer al hecho tampoco llevarte al altar vestida de blanco pero no se porque tengo el presentimiento que en algunos años pueda hacerlo y se que Dmitri será la persona que estará en tu vida siempre - dice muy seguro de sus palabras.
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Mi Prohibido Amor (7°SAI)
RomanceSéptimo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Ella sólo quería divertirse. Disfrutar su joven vida sin ningún tipo de problemas. Hasta que ese hombre apareció en el auditorio y lo reconoció. ¿Qué lo hacía tan imponente? Nunca una frase fue idea...