¿Cómo cambian las cosas de un año al otro, no?
Hace un año atrás comenzaba mi cumpleaños número dieciocho con una gran fiesta apestada de gente que ni conociada pero feliz de que estén celebrando conmigo, todavía recuerdo el regalo de Lexi, ese stripper quedará para la historia.
Esta vez la llegada de mi nuevo año de vida era completamente diferente, no había una gran fiesta sino que esperaba fingiendo estar dormida la llegada de Dmitri y Sasha que murmuraban cosas que apenas podía escuchar pero no quería arruinar lo que estaban tramando.- ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños tía Helena! - entra a la habitación el pequeño cantando fuertemente provocando que me incorpore en la cama mostrando cara de sorprendida. - ¡Feliz cumpleaños tía Helena! - vuelve a repetir acercándose con un pequeño pastel con un número diecinueve.
- Pide tres deseos - acota Dmitri con una gran sonrisa tomando una foto.
Capas el año pasado hubiera pedido libertad, ser feliz y que la vida me sorprenda pero hoy era totalmente diferente no quería pedir deseos quería agradecerle a la vida por ponerme a las mejores personas del mundo en mi camino no necesitaba más si a mi lado estaban todos que quería.
Una gran sonrisa plante en mi rostro para soplar la velita mientras Sasha también me ayudaba.
No se porque sentía que este nuevo año me tenía un poco más madura.
- Feliz cumpleaños amor mío - dice él dándome un suave beso en los labios que provoca que nuestro sobrino haga una sonido de asco.
Ya lo quiero ver a este niño en un par de años, todo el asco que siente se le irá cuando sus locas hormonas se despierten.
- Gracias chicos - digo sumamente feliz.
- ¡Mi regalo! - exclama Sasha entregando el pastel en mis manos para salir corriendo del cuarto.
- Tu sabías que veníamos - afirma Dmitri sentándose a mi lado con una gran sonrisa. - El primero de tus cumpleaños juntos y espero que no sea el único - agrega robandome un rápido beso.
- Es el primero de muchos que compartiremos - aseguro observando sus preciosos ojos claros que sólo me miran con mucho amor.
Me gustaría que todo el mundo pudiera tener a su lado esa persona que te mire como si fueras lo único y más hermoso de la vida.
Esa mirada siempre obtenía de su parte. En sus ojos reflejaba su amor así como los míos expresaban exactamente lo mismo.
Él se estira para llegar al cajón que esta de su lado quedando un poco encima mío y provocando una gran sonrisa en mi rostro.
- Me encanta mi regalo - acoto de forma descarada apoyando mi mano en su trasero donde le doy un apretón.
- ¡Helena! - se queja divertido mientras se vuelve a la posición que estaba antes pero acompañado de una cajita de cuero marrón en sus manos. - Eres una descarada, cariño - se ríe y me tiende la caja. - Es uno de mis primero regalos - agrega.
- No tenías que hacerlo - murmuro observando la caja. - Me bastaba con tenerte a ti desnudo y con un moño en tu cabeza - me quedo pensativa vaya que si eso hubiera sido un gran regalo.
- Deja de imaginarme desnudo - exclama él riéndose.
- Eres una gran tentación querido esposo - bromeo.
- Abre tu regalo pervertida - me codea haciendome reír mientras apoyo el pastel a mi costado mientras me centro en esa cajita marrón para abrirla y llevarme la más linda sorpresa. - Se que la pasión la llevas dentro tuyo, que todavía falta bastante pero puedo asegurar que enfrente mío tengo a una gran doctora - asegura mientras saco un colgante de oro blanco en forma de estetoscopio.
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Mi Prohibido Amor (7°SAI)
RomanceSéptimo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Ella sólo quería divertirse. Disfrutar su joven vida sin ningún tipo de problemas. Hasta que ese hombre apareció en el auditorio y lo reconoció. ¿Qué lo hacía tan imponente? Nunca una frase fue idea...