¡Merecidas vacaciones!
En estos intenso tres años habíamos vivido de todo, lo principal es que terminé mi carrera oficialmente soy la doctora Helena Salvatore futura neurocirujana puede que le haya roto el corazón a mi padre por elegir otra especialidad pero ahora está súper contento y me apoya en mi decisión ademas aseguraba que seré la mejor del mundo.
Papá y sus locas expectativas pero al ser la hija del nuevo director del hospital y la esposa de uno de los jefes de residentes, todos mis logros se veían con hilos porque supuestamente tenía coronita y todo era mucho más fácil para mí. Eso era absolutamente mentira, me costaba el doble las cosas pero no dejaba que lo que digan los demás me influya, nunca me importó lo que podrían decir sobre mi persona menos lo haría ahora, se muy bien de lo que soy y que lograría sacarme el peso de mis hombros demostrando de lo soy capas de hacer.
El tiempo me daría la razón.
No iba a dejar que nadie o mejor dicho gente mala intencionada arruinen mis sueños de ser una brillante neurocirujana.
- ¿Estás lista cariño? - escucho la voz de mi esposo.
- Lista - declaro girando para caer en sus brazos y robarle un simple beso.
- Sasha llegó bien - murmura en mis labios.
- Te dije que llegarían bien ahora que Gauss es padre es un poco más responsable - acoto aliviada, que nuestro sobrino ya esté en Rusia sano y salvo me podía más tranquila aunque debía confesar que estaba preocupada en dejarlo a cargo del primo de Dmitri pero ahora debo darle un voto de confianza.
Gauss es otro desde que se enteró que era padre de un niño de seis años. Sus noches de fiestas interminables y su afán de meterse en problemas había cambiado desde que ese pequeño llegó a su vida.
No podíamos decir lo mismo de Gavriel el seguía siendo un irresponsable que solo vivía para la mafia.- No sé si hice bien en dejar que vaya - dice preocupado.
- Le hará bien pasar un tiempo con su abuelo en Rusia - aseguro pasando mis manos entre su cabello.
- No estoy seguro de eso, él debería estar con su madre - acota con su ceño fruncido.
- Debes entender a Natasha - musito suspirando.
- Hace tres años que intento hacerlo - sentencia molesto.
Mi cuñada nos había dado la custodia completa de Sasha porque ella decidió recorrer el mundo para curar su alma, Natasha sentía que le hacía mal a su hijo y por eso se alejó. Un simple viaje de meses termino convirtiéndose en ella dentro de un templo budista donde busca sanarse.
No soy quien para juzgar pero debíamos entenderla.- Solo debes entenderla un poco más - le pido mirándolo a los ojos.
- Eso intento pero se me es muy difícil ya esto. Con su actitud lastima mucho a Sasha - dice molesto.
- Dmitri - lo detengo para que se calle se todo lo que piensa pero debe entender un poco más a su hermana, no justifico la actitud de mi cuñada pero trato de comprender, la vida que ella tuvo no fue fácil y si para sanar todo su dolor debe hacer esto hay que apoyarla. - Perderemos el avión - agrego sintiendo un olor raro del cuello de Dmitri que revuelve mi estómago.
- ¿Te sientes bien? - me pregunta y puedo notar su preocupación.
Me tapo la nariz asqueada. - Ese perfume nuevo es feo - afirmo alejándome de su lado.
- Es el mismo de siempre - se justifica oliendo su camisa.
- Por favor quitatelo - le pido sintiendo un leve mareo.
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Mi Prohibido Amor (7°SAI)
RomanceSéptimo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Ella sólo quería divertirse. Disfrutar su joven vida sin ningún tipo de problemas. Hasta que ese hombre apareció en el auditorio y lo reconoció. ¿Qué lo hacía tan imponente? Nunca una frase fue idea...