Capítulo 19: Park Shin Hye

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Mi teléfono sonó dentro de mi bolso. ¿Quién se atrevería a llamarme durante mi día de spa?

-Maisie, dame mi teléfono. muévete, maldita seas.- Se apuró en darme mi teléfono, rápidamente contesté.

-¿Hola? ¿Quién es?

-Tienes una llamada de la confinada...Kim Yeon Hee. Por favor, permanezca en la línea para conectar la llamada.- ¿Yeon Hee? ¿La reina madre? ¿Qué estaba haciendo ella en la cárcel?

-¿Hola? ¿Shin Hye querida?

-Buenas tardes, Majestad. ¿Está...en la cárcel?

-Sí, mi hijo estúpido me metió en prisión gracias a su puta esposa. No sé cuándo o si alguna día volveré a salir, pero necesito que hagas algo por mí. Tal vez lo último que te pido que hagas.

-Lo que usted diga, estoy para servirle.-

-Necesito que te deshagas de su pequeño bastardo. No me importa lo que hagas, solo... deshazte de él.

-No será muy fácil, el Palacio está fuertemente custodiado.

-No me importa lo que hagas, solo hazlo. Cuento contigo.- Respirando hondo, asentí.

-Sí, señora. Te llamaré una vez que esté hecho.

-Muy bien, te estaré esperando.

...

-Buenas tardes, estoy aquí para visitar a Su Majestad la Emperatriz. Quisiera extenderle mis buenos deseos personalmente.- La estúpida sirvienta me miró de arriba abajo y luego asintió.

-Espere aquí, srta. Shin Hye. Veré dónde está y le haré saber que estás aquí.

-Espere. ¿El bebé está aquí? ¿El príncipe recién nacido?

-Está con su madre y su padre, por favor espere aquí.- Ella inclinó la cabeza y se fue. Me senté en una de las sillas vacías y esperé. La criada volvió con un guardaespaldas.

-Señorita, por favor deje que Ryo revise su bolso.

-¿Para qué? No tengo nada peligroso en el.

-Es una precaución de seguridad, señorita. Han pasado muchas cosas y tenemos que garantizar la seguridad de la Familia Real.- De mi bolso, sacó una pequeña cuchilla que mantenía escondida dentro de un tubo de lápiz labial.

-Lo siento señorita, pero voy a tener que pedirte que esperes aquí otra vez. No estoy seguro de que sus majestades estén recibiendo visitantes hoy.

-¡Esto es absurdo! ¿Por qué demonios te molestarías en pasar por todo esto si no aceptan visitas?

-Estas cosas están fuera de nuestro control. Una vez más, por favor, espere aquí.- Gruñendo, me senté y crucé los brazos. Le tomó a ese gran idiota casi media hora regresar.

-Lo siento, Su Majestad no está aceptando visitas del público hoy. Tendrás que regresar en otro momento.- Escuché risas desde el otro lado de la habitación y vi a ___ sosteniendo al pequeño mocoso en sus brazos. Me levanté y fui a donde ellos.

-¡Señorita, no puede hacer eso!

-Haré lo que me dé la gana. - ___ despidió a sus amigos antes de cerrar la puerta y girarse hacia mí. Esa perra había robado lo que iba a ser mi vida y se suponía que ese estúpido bebé feo debía ser uno mio, pero obviamente más adorable.

-Shin Hye, que...sorpresa verte aqui ¿Quien te ha dejado entrar?- Extendí la mano para tocar al mocoso, pero ella se echó hacia atrás y miró al idiota guardaespaldas con alarma.

-Solo vine a felicitarte. La maternidad te sienta bien.- Lástima que no duraría mucho.

-Gracias, debo irme ahora. Tengo otros asuntos que atender. Ryo, por favor acompaña a la señorita Shin Hye a su auto.- Ella se volvió y se fue. Estúpida perra.

-Srta. Shin Hye, por favor váyase.- Tomé mi bolso y me fui. Volveré, solo que no sabrás cuándo. Prepárate para sufrir, hija de tu perra madre.


...


Más tarde, esa noche, cuando estaba seguro de que todos estaban dormían, regrese. La Reina Madre me había contado sobre una entrada secreta que siempre estaba abierta y que era utilizada por el personal del palacio para que pudieran entrar y salir cuando quisieran. Me colé por ella, subí las escaleras y miré por varias puertas en silencio hasta que encontré la habitación del mocoso.

Caminé dentro de la habitación y vi al pequeño bastardo durmiendo profundamente en su cuna. Con cuidado, para no molestarlo, lo tomé en mis brazos y silenciosamente salí de la habitación y por la entrada trasera una vez más. Había estacionado el auto cerca de los jardines públicos, así que crucé el pequeño portón, puse al bebé en el piso del asiento del pasajero y me marche.

Cuando descubrieran que el mocoso había desaparecido, sería demasiado tarde. Tomando mi teléfono, llamé a la prisión donde tenían reclutada a Yeon Hee.

-Por favor comuníqueme con la Reina Madre, es urgente.- La llamada se conectó rápidamente.

-¿Shin Hye? ¿Como te fue?

-Mejor de lo que pensaba, tengo al pequeño bastardo en el auto. Lo puse en el suelo.- Yeon Hee se echó a reír con alegría.

-Muy bien, querida. No sabes cuanto me alegra oír eso. Debes deshacerte de él ahora, es solo cuestión de tiempo antes de que descubran que está desaparecido y fuiste tu quien lo secuestro. No me importa lo que hagas con esa pequeña mierda, mátalo si quieres. ¡Sólo deshazte de él!

-No se preocupe, Su Majestad. Tengo el plan perfecto.- Colgué la llamada y sonreí, pero marque el numero de mi asistente

-Maisie, necesito que consigas dos boletos para Londres. Para mi y un infante, no me importa como los consigues solo hazlo. Debo salir del país en menos de dos días, más vale que te apures pedazo de pendeja, no tengo tiempo para esperarte.- Colgué la llamada y conduje a un hotel cerca del aeropuerto.


...


Me tomare un pequeño receso, tengo algo de dolor de cabeza. Tan pronto se me pase, publicare los ultimos dos 😉

Espero que les guste 😁

Mi Amado Emperador ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora