Capítulo 14

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Narra ___

Me acosté en la cama esa noche después de la cena. La Reina Madre acababa de salir de la habitación después de un espectáculo de llanto y se fue de nuevo. Jin entró unos minutos después y me besó suavemente antes de tirarse sobre la cama con un suspiro.

Estoy muerto de cansancio, amor. Ni siquiera quiero ducharme.

-Tu madre acaba de irse llorando y diciendo que la echaste cruelmente del Palacio.- Jin rodó los ojos, tomó mi mano y comenzó a besar mis nudillos.

-Exagera, no fue de esa forma, pero sí, le dije que se fuera. Ella tiene un apartamento en Gangnam que puede ocupar, pero yo ya no la quiero aquí. Ya basta, ha sido suficiente.- Me reí suavemente y me fui a recostar sobre su pecho.

-Pensé que nunca iría...ya era hora. Gracias a Dios.

...

Al día siguiente, Jin y yo íbamos a ver una obra para niños en una nueva escuela que se había abierto con fondos de caridad. Me vestí cómodamente para el viaje en automóvil y tomé algunos medicamentos que Ken me había recetado que tomara para evitar que me volviera a enfermara.

 Me vestí cómodamente para el viaje en automóvil y tomé algunos medicamentos que Ken me había recetado que tomara para evitar que me volviera a enfermara

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-¿Estas lista para irte, vida mía?

-Sí, todo lista. Estoy realmente emocionada, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que estuve fuera de la casa. - Sonrió y me abrazó, luego besó mi mejilla mientras frotaba mi vientre hinchado.

-Me hace tan feliz verte de esta manera. Haría cualquier cosa por verte así.- Sonreí indulgentemente y acaricié su mejilla.

-¿Qué te hace pensar que no soy feliz?

-¿Cómo puedes ser feliz? Has estado encerrada en esta habitación durante casi ocho meses sin nada que hacer más que dormir y vomitar todo el tiempo. Nadie podría ser feliz de esa manera.

-Bueno, eso es diferente. Es un riesgo que estoy dispuesto a tomar por nuestro bebé y por todos los niños que decidimos tener.

-Eres una mujer valiente, ___. No podría estar más feliz o más orgulloso de estar casado contigo.

-Puedes seguir sintiéndote orgulloso en el camino al teatro, vámonos.

•••

La obra había sido encantadora. Hubo mucha gente y prensa, y como había pasado un tiempo fuera de la luz pública, la experiencia fue muy abrumadora. Luego de la obra, Jin y yo habíamos cenado tranquilamente en nuestro restaurante favorito y regresamos a casa, el había ido a su despacho mientras yo me fui a ver la habitación que sería la nuestra ahora que la Reina Madre se había ido, el proceso de remodelación había comenzado casi inmediatamente. Era la habitación más grande de todo el palacio.

Después de quitarme los zapatos en nuestra habitación, fui y entré para ver cómo en realidad era la habitación

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Después de quitarme los zapatos en nuestra habitación, fui y entré para ver cómo en realidad era la habitación. Todavía habían sirvientas limpiando y empacando ropa.

-Buenas noches, Su Majestad.

-Buenas noches. ¿La Reina Madre todavía está aquí?

-No, señora. Se acaba de ir, empacamos el resto de sus cosas para enviarlas a la compañía de mudanzas.

-Muy bien , ¿todos han tomado su cena?

-No señora todavía no.

-Por favor, vayan a cenar, y terminen mañana, no habrá problema.

-¿De veras?

-Por supuesto.

-Dios la bendiga, Su Majestad. Con su permiso.- Sonriéndoles, los vi irse y después de que la última saliera, comencé a rebuscar alrededor de la habitación. Revisé los cajones del tocador y los armarios y dentro del baño. Dentro de la mesita de noche junto a la cama, había una peculiar botella de vidrio esmerilado lleno hasta la mitad con un líquido extraño etiquetado como Jarabe de Ipecacuana.

-¿Que es esto?- Miré la botella de cerca y la guardé en mi bolso justo cuando se abría la puerta y la Reina Madre entraba en la habitación.

-___, qué placer verte aquí. ¿Estás mirando tu nueva habitación?

-Sí, estoy mirando a ver qué podemos hacer para remodelarlo.

-Ahh, yo no le haría nada. Se ve encantador como es.

-Jin y yo ya tenemos planes para eso, vamos a cambiar el esquema de colores y algunos de los muebles.

-Ya veo. Bueno, disfrútalo mientras dures.- Se inclinó hacia adelante y pasó su mano suavemente sobre mi vientre hinchado. Había un extraño brillo en sus ojos mientras me miraba, me hizo sentir muy, muy incómoda.

-¿Qué quieres decir?

-Oh nada... Sabes...desde que mi esposo murió, siento como si me hubiera vuelto loca...Ni siquiera sé quién soy ya...- Ella soltó una carcajada risa maníaca y fue a agarrar la última de sus bolsas.

-Te veré más tarde, querida.- Le di una sonrisa apretada.

-No si yo te veo primero.-Una vez que se fue, corrí hacia el teléfono y marqué el número de Ken. Él respondió en el primer timbrazo.

-¿Hola?

-Ken, hola soy yo, ___.

-Buenas noche, ___. ¿Ocurre algo malo?

-No, solo llamo para preguntar si todavía vienes mañana para darme mi chequeo.

-Por supuesto, tan pronto como pueda.

-Bien, tengo algo que necesito preguntarte. Que descanses, adiós.

•••

-Todo parece estar en orden. El bebé está bien y saludable y tu ya estás fuera de peligro. Ahora, ¿qué necesitabas preguntarme?- Fui a mi tocador, saqué la extraña botella de uno de los cajones y se lo entregué. Sus ojos se abrieron grandes.

-¿Qué estás haciendo con esto? ¿Dónde lo encontraste?

-¿Qué es?

- Es jarabe de ipecacuana.

-Eso lo se, leí la etiqueta, pero ¿para qué sirve?- El se paró de su silla y fue a echar el líquido por el lavabo y colocó la botella vacía en su bolso médico.

-Se usa para inducir el vómito cuando una persona está envenenada, pero ya no se usa porque es muy peligroso. Tampoco se le puede dar a una embarazada porque puede causar un aborto espontaneo. ¿Dónde lo encontraste? ¿Porque lo tienes? ¿Acaso estabas tratando de lograr algo con esto? Podías haber muerto, ___.

-¡No, por Dios! No sería capaz de cometer semejante crimen. Estaba en la vieja habitación de mi suegra. Lo encontré alli en la mesita de noche, cuando fui a ver la habitación. Tu crees...

-¿Que podría estar usando esto para enfermarte violentamente? Tendré que hacer una muestra de orina para ver si todavía hay rastros de ella en tu cuerpo. Esto no puede ser...¿Seok Jin sabe...?

-No, no le he dicho nada...

-Vamos a realizarte un análisis de orina... La próxima semana cuando venga sabremos los resultados. Espero que no salga nada, por el bien de todos...

...

Mi Amado Emperador ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora