Mackenzie y la cámara secreta | [MEH #2]

Capítulo 3: Un cumpleaños feliz

- ¡Feliz cumpleaños! 

Amanecí con el grito de las chicas, abalanzándose sobre mi bolsa de dormir en la que estaba envuelta. Me abrazaron fuertemente mientras yo abría mis ojos, algo desorientada.

- ¿Cómo te sientes? - me sonrió Maddie.

- Pues, igual que siempre - me encogí de hombros y sonreí también.

- Mi madre y yo te preparamos un pastel - me dijo Ginny tímidamente. - Espero que te guste.

- Gracias, Ginny - agradecí.

Bajó las escaleras al tiempo que yo iba a vestirme al baño, con una camiseta blanca y una falda de jean. Maddie estaba esperándome cuando me acerqué a las escaleras.

- Quería darte mi regalo - alzó las cejas, expectante.

- ¿Regalo? No tenías que... - quise decir, pero ella chasqueó la lengua y me dirigió una mirada sencillamente amable.

- Toma...

Me entregó un pequeño lienzo y me quedé boquiabierta con tan solo el primer vistazo. Era un reatrato, de mí. Estaba sentada en la ventana de la sala común, viendo la nieve caer. Mi cabello estaba perfectamente pintado, y yo me encontraba de perfil, recogiendo mis piernas contra mi pecho. Maddie había pintado hasta el fuego de la chimenea a mi lado y los sillones rojos de Gryffindor.

Las palabras no salían de mi boca. Éramos conocidas. Podía llamarla amiga, pero esto me pareció demasiado. Le había tomado cariño, mas no pensaba que ella a mí también.

- Esto es una maravilla, Maddie... - casi que tartamudeé.

- Estabas muy concentrada ese día, se te veía pensativa.

- Lo has capturado muy bien - asentí, aún sorprendida. La miré y sonreí, muy emocionada. - Muchas gracias, en serio.

- No es nada - me devolvió el gesto.

Dejé el regalo en la habitación y bajé las escaleras. La señora Weasley y Ginny, junto con Percy, estaban sentados en la mesa con un pastel lleno de glaseado de todos colores. 

- ¡Feliz cumpleaños, querida! - me tomó la señora Weasley del rostro y comenzó a darme besos en las mejillas. 

- Gracias, señora Weasley - me sentía llena, me sentía realmente bienvenida.

- Puedes tutearme, ¡espero que te guste el pastel!

Percy también me felicitó de mala gana.

Miré hacia alrededor y pude notar que Ron no estaba, ni los gemelos. ¿Estarían durmiendo?, pensé. Me extrañé que en especial Ron no estuviera aquí hoy.

- Ya voy a buscarlos - la señora Weasley 

La señora Weasley pidió que nos sentemos en la mesa y nos dio el desayuno. Subió y bajó las escaleras como un flash, y gritó:

- ¡Mis hijos, mis hijos! ¡¿Dónde se han metido?! - miró por la ventana mientras nuestros cubiertos se resbalaron de nuestras manos. - El coche no está... ¡Se fueron con el coche!

Respiré profundo por unos tres segundos y me tomé un tiempo para captar todo lo que dijo la señora Weasley. ¿Se escaparon? ¿A dónde? ¿Por qué? ¿Justo en mi cumpleaños? ¿Y sin mí?

- ¡Cuando los encuentre, los castigaré hasta que terminen Hogwarts! - gritaba con más fuerza. - Saldré por un rato para buscarlos por ahí. Por favor, cuídense y... no se escapen.

En un abrir y cerrar de ojos, la señora Weasley ya estaba afuera por algún lado. Miré a Ginny y Maddie. 

- Mack, van a volver... lo sabes, ¿no?