Capítulo 15: El Club del duelo

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Hermione y Ron estaban en el baño de Myrtle la llorona haciendo la poción multijugos. Cuando llegamos, Ron no paraba de mirar a Hermione mientras le preguntábamos si sabían lo de Colin petrificado.

- Ya lo sabemos, oímos a la profesora McGonagall hablar con el profesor Flitwick esta mañana. Por eso pensamos que era mejor darnos prisa.

- Cuanto antes le saquemos a Malfoy una declaración, mejor - gruñó Ron. - ¿Nopiensas igual?

- Hay alguien más - dijo Harry. Me miró un momento, contemplando luego a Hermione, que partía manojos de centinodia y los echaba a la poción. - Dobby vino en mitad de la noche a hacerme una visita.

Ron y Hermione levantaron la mirada, sorprendidos. Harry yo les contamos todo lo queDobby nos había dicho... y lo que no nos había querido decir. Ron y Hermione nos escucharon con la boca abierta.

- ¿La Cámara de los Secretos ya fue abierta antes? - preguntó Hermione.

- Es evidente - dijo Ron con voz de triunfo. - Lucius Malfoy abriría la cámara ensus tiempos de estudiante y ahora le ha explicado a su querido Draco cómo hacerlo. Estáclaro. Sin embargo, me gustaría que Dobby les hubiera dicho qué monstruo hay en ella.Me gustaría saber cómo es posible que nadie se lo haya encontrado merodeando por elcolegio.

- Quizá pueda volverse invisible - dije, pensativa, empujando unas sanguijuelas hacia el fondo del caldero como me indicó Hermione. - O quizá pueda disfrazarse, hacerse pasar por una armadura o algo así.

- He leído algo sobre fantasmas camaleónicos...

- Lees demasiado, Hermione - le dijo Ron, echando crisopos encima de las sanguijuelas. Arrugó la bolsa vacía de los crisopos y miró a Harry. - Así que fue Dobby el que no nos dejó tomar el tren y el que te rompió el brazo... - movió la cabeza. - ¿Sabes qué, Harry? Si no deja de intentar salvarte la vida, te va a matar.

...

La noticia de que habían atacado a Colin Creevey y de que este yacía como muerto en la enfermería se extendió por todo el colegio durante la mañana del lunes. El ambiente sellenó de rumores y sospechas. Los de primer curso se desplazaban por el castillo engrupos muy compactos, como si temieran que los atacaran si iban solos.Ginny Weasley estaba consternada y lo único que los gemelos Weasley hacían era asustarlas. Les dije que se detuvieran; Ginny parecía estar mal de verdad. Pero tuvieron que pararcuando Percy se hartó y les dijo que iba a escribir a su madre para contarle que por suculpa su hermana tenía pesadillas.Mientras tanto, a escondidas de los profesores, se desarrollaba en el colegio unmercado de talismanes, amuletos y otros chismes protectores. Neville Longbottomhabía comprado una gran cebolla verde, cuyo olor decían que alejaba el mal, un cristalpúrpura acabado en punta y una cola podrida de tritón antes de que los demás chicos deGryffindor le explicaran que él no corría peligro, porque tenía la sangre limpia y portanto no era probable que lo atacaran.

- Fueron primero por Filch - dijo Neville, con el miedo escrito en su cararedonda. - y todo el mundo sabe que yo soy casi un squib.

Durante la segunda semana de diciembre, la profesora McGonagall pasó, como decostumbre, a recoger los nombres de los que se quedarían en el colegio en Navidades.Harry, Ron, Hermione y yo firmamos en la lista; habíamos oído que Malfoy se quedaba, lo cualnos pareció muy sospechoso. Sin embargo, yo seguía pensando que Malfoy era demasiado idiota como para ser el causante de semjante problema. Pero, los chicos dijeron que las vacaciones serían un momento perfecto para utilizar lapoción multijugos e intentar sacarle una confesión.

Por desgracia, la poción estaba a medio acabar. Aún necesitábamos el cuerno debicornio y la piel de serpiente arbórea africana, y el único lugar del que podríamos sacarlosera el armario privado de Snape.

Mackenzie y la cámara secreta | [MEH #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora