Squad °Neo pistea°

40

Costaba pero tenía que ser así, Sebas no le había escrito, ni siquiera había preguntado por ella. Tomás lo había llamado pero a él tampoco le contestaba.

Marí abrazó fuerte a su amiga, luego a Tomás. Era una decisión un poco impulsiva, pero peor era quedarse ahí, sabía que iba a volver detrás de Sebas.

- Cuidate y cuando llegues me avisas por favor -susurro Lina en el oido de su mejor amiga mientras se abrazaban.

- Si yo te aviso -susurro asistiendo.

- Te quiero enana -Tomás se acercó y abrazó a su amiga.

- Los quiero chicos -se separaron.

El colectivo de Marí ya salía, camino hasta el lugar indicado. Acomodo su mochila en el porta equipaje, y le dio su boleto al señor que estaba parado en la puerta.

Subió al micro y buscó un lugar libre, se acomodo, buscó su celular y los auriculares, comenzó a reproducir su playlist favorita. Miró por la ventanilla y saludó a sus amigos.

Luego de un par de minutos el micro comenzo a moverse, el cambio había comenzado.

Marí acarició su vientre mientras escuchaba la canción Princesa de las pastillas del abuelo, esa canción le daba paz.

El viaje tardaba alrededor de cinco o seis horas, pero iba a dormir la mayoría de estas. A su lado se había sentado un chico de pelo medio rubio, ojos claros, lo iba a seguir viendo si no fuera por el dolor de estómago que sintió.

- Permiso voy al baño -susurro mirando al chico, el corrió un poco sus piernas para que ella saliera de su lugar.

Fue al baño y rápidamente vómito, otra vez más. Se quedó ahí unos minutos por si le volvían a dar náuseas, tomó un poco de agua y luego volvió a su asiento.

- Gracias -murmuro al chico cuando la dejó pasar nuevamente para que se acomodara en su asiento.

- ¿Miedo, primera vez o estas embarazada? -pregunto el chico a su lado.

- ¿Eh? -Marí río negando- estoy embarazada -asintió sonriendo.

- Es que ví tu cara de asco, seguramente vomitaste -encogió sus hombros- y felicitaciones -susurro sonriendo.

- Gracias -susurro Marí.

Pasaron un par de horas más, ella solo se la pasó durmiendo, el chico de su lado le aviso que ya habían llegado. Ella agarro su móvil y los auriculares, al bajar buscó su mochila.

Ya estaba en Entre Rios comenzaba una nueva vida.