⌬Gotcha'//COMPLETADA.

Capítulo 9

Justo como había dicho Nayeon la noche anterior, las chicas estaban esperando a las 7 de la mañana a que llegara la general con las bebidas energéticas y botellas de agua para después del entrenamiento.

Jihyo se encontraba sentada en el suelo hablando con Mina sobre lo seria que era la mayor Minatozaki, y que a pesar de ser muy agradable seguía dando un poco de miedo.

Por otro lado, Tzuyu seguía pensando en la general Im y su reacción cuando mencionó el caso del edificio Rivers, y también en que la coronel Kim tenía razón, después de conocerla mejor, le agradaba mucho.

En ese instante la castaña entró gritando mientras en sus brazos traía 18 botellas de agua y bebidas energéticas.

–¡Buen día princesitas! ¿Están preparadas para dejarse el hígado en el suelo?–Gritó la general.

–General, con todo respeto, deje de gritar por el amor a el k-pop, ¡Son las 7 de la mañana!–La mayor Yoo le dijo mientras se levantaba del banco donde estaba sentada con anterioridad.

–No me interesa, vamos a estirar debidamente y luego iremos a dar dos vueltas a la cuadra, después volveremos al gimnasio y haremos pesas, aeróbicos y trabajaremos acción y reacción, ¡Vamos a correr caras de panqueque!–Gritó, de nuevo, la castaña.

Luego de estirar, todas suspiraron y comenzaron a trotar siguiendo a la general mientras salían de la estación policial.

Cuando iban por medio camino recorrido la general habló.

–¡Talones a los glúteos durante noventa segundos, sigan!–Exclamó.

Todas acataron la orden sin protestar.

Luego, cuando estaban a punto de llegar a la estación la castaña volvió a hablar.

–¡Sentadillas durante noventa segundos, vamos!–

Todas suspiraron, pero igualmente hicieron caso.

–Muy bien señoritas, tienen una resistencia realmente buena, hasta ahora.–Amenazó la coreana de dientes tiernos.

Luego de haber realizado los ejercicios aeróbicos y pesas, tocaban los de acción y reacción, siendo sincera Jihyo nunca reaccionaba, solo actuaba conforme a lo que sus instintos le indicaban.

Estaban trabajando con un balón medicinal de 4 kilos en tres grupos de tres personas, en el grupo de Park se encontraban Chaeyoung, Sana y ella, estaba demasiado distraída pensando en que la mayor Minatozaki tenía un muy trabajado cuerpo que no se dió cuenta de que Chaeyoung había lanzado el balón en su dirección.

Para cuando escuchó el –¡Jihyo!– era demasiado tarde, el balón ya había impactado en su rostro, haciéndole perder el equilibrio, cerró los ojos esperando el impacto que nunca llegó, pues unos delgados pero fuertes brazos la habían salvado de su caída.

En cuanto abrió los ojos, lo único que pudo ver fue unos orbes ámbar mirándola con preocupación.

–¿Te encuentras bien?–Fue lo que escuchó la pelinegra.

–S-si, gracias a ti no me sucedió nada.–Dijo y recibió una tierna sonrisa hasta que una reconocida voz gritó (como si nunca lo hiciera).

–Ay dios, Jihyo tienes que estar más al tanto de las cosas, casi te me mueres por andarle viendo los brazos a Minatozaki.–
A esto Jihyo solo se sonrojó.

–Bueno cuerda de limones, sigamos con los ejercicios de acción y reacción.– Y con esto todas volvieron a entrenar.

Después de terminar el entrenamiento, bañarse, vestirse y refrescarse, el escuadrón T fue a su sala asignada.

Como era costumbre empezó a platicar la coreana castaña.

–Señoritas, hoy vamos a ir a la carnicería que se encuentra para preguntar acerca de un empleado que cumpla con las características necesarias para ser el sospechoso ¿Entendido?–A lo que respondieron un monótono –Sí.–

–Entonces, en un vehículo irán Hirai, Yoo Park, Minatozaki y Kim mientras que en el otro iremos Zhou, Myoui, Son y yo; manos a la obra, princesitas de chicle.–Dicho esto todas salieron al estacionamiento de la estación.