❝La ex-general Im Nayeon estaba disfrutando de su deseado retiro, sin misiones, ni adrenalina, sin armas o pólvora en su pequeña cabaña de las montañas de Japón cuando recibió la inesperada llamada de su antigua compañera Kim Jennie pidiéndole algo...
Después de unos 5 minutos de chillidos y grititos por parte de la hasta ahora desconocida y Nayeon, la coreana se dignó a presentarles a la mujer.
–Señoritas, les presentó a ParkRoseanne o mejor conocida como Rosé.–Dijo mientras Rosé batía su mano de un lado a otro.
Nayeon prosiguió a presentarles a todo el escuadrón a la pelirosa, luego de esto se sentaron en la mesa a hablar sobre el plan.
–Rosé, te llamé a ti por una razón y ahora vas a saber cuál es.–Le explicó lo planteado anteriormente y cuando terminó de dar la información Rosé asintió y comenzó a hablar.
–Dejenme ver si comprendí, ¿Necesitan que lidere una hipotética emboscada para atrapar a Lee Sunmi y poder conseguir información a través de ella? –Dijo la australiana.
Esta vez Jihyo fue la que comentó.
–Eh, sí, exactamente.–Dijo.
–Oh, ¡Claro! con gusto lo haré.–Mencionó mientras mostraba una sonrisa.
Nayeon extendió sus manos por encima de la mesa y habló.
–Bien, este es el plan, Rosé, Sana y Jihyo irán al almacén y esperaran a que llegue Lee; si es que llega, nos informaran lo más rápido posible para poder atraparla. De todas maneras Mina, Dahyun, Momo y Chaeyoung estarán en la camioneta en un punto ciego, ¿Quedó claro?–Explicó la general Im.
–Entendido.–Respondieron todas.
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Al día siguiente todas, incluyendo a Rosé, estaban sentadas en el café de Jaebum; que se había convertido en una sala de reuniones extraoficial.
–Entonces, cuando era pequeña, había una caja de fósforos y yo queriendo descubrir como era su sabor, me los comí. Y estuve 3 días en la clínica con medicamentos para botar el veneno de mi sistema.–Terminó su historia Rosé.
–¿Y a que sabían?–Le preguntó Momo ganándose un golpe en la parte inferior de su cabeza por parte de Jeongyeon.
Rosé soltó una suave carcajada y habló.
–No me recuerdo bien, pero sabían raro.–Dijo mientras hacía una mueca.
–Y... Nayeon, ¿No hay nadie especial en tu vida?–Siguió Rosé mientras movía sus cejas de abajo hacia arriba.
La coreana casi se atraganta con el jugo que estaba tomando, cuando terminó de toser tartamudeó.
–N-no, ahora no.–Dijo mientras se sonrojaba levemente.
