❝La ex-general Im Nayeon estaba disfrutando de su deseado retiro, sin misiones, ni adrenalina, sin armas o pólvora en su pequeña cabaña de las montañas de Japón cuando recibió la inesperada llamada de su antigua compañera Kim Jennie pidiéndole algo...
El favor que pedía Nayeon era algo simple, sólo necesitaba refuerzos algo, toscos, por así decirlo.
Namjoon, a pesar de ser agente de la policía junto a Jin, manejaba una pequeña empresa de seguridad, donde estaban otros 5 hombres, muy amigos de la general, por cierto.
Estaba un paso más cerca de Huesos, pero eso no significaba que Nayeon sintiera la angustia de perder a dos de sus agentes, esto tampoco quería decir que Nayeon tuviera sur estar dejándose la piel impregnada en los guantes de boxeo al dejar salir su frustración.
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Luego de lo que parecieron días, a Jeongyeon y Tzuyu las dejaron en un especie de almacén, expectantes, sin conocer realmente lo que estaba pasando.
Según las pocas observaciones que había logrado hacer Tzuyu, había un muchacho bajito que hacía de guardia, probablemente era nuevo, pues tenía un arma demasiado grande para su tipo de cuerpo y tal vez demasiado complicada, además, se le notaba nervioso y temblando. Probablemente entre las dos podría saltar hacia él y tumbarlo, pero no sería suficiente para encontrarse tranquilas.
Suspiró, mientras rogaba a Dios que las encontraran pronto. La habitación era sosa y muy grande, llena con cajas desconocidas.
Jeongyeon la sacó de su ensimismamiento, cuando silbó relativamente fuerte para llamar a aquel chico.
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Mientras Jihyo y Namjoon hacían el plano con la dirección rastreada. Junto y Nayeon avisaban a Seung-hyun que necesitarían permiso para acceder a los recursos de la estación, pues estaban más cerca de Tiffany que nunca. Tenían que utilizar artillería pesada. Bueno tampoco así, pero sí requerían muchas armas.
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Jihyo creía que Namjoon era una buena persona, y que el puesto de capitán le quedaba muy bien, pues, en el poco tiempo compartido, había demostrado ser paciente y receptivo a ideas de la parte contraria, lo que hizo que el cerebro de Jihyo quedara en una especie de estado vegetal, no estaba acostumbrada a que alguien entendiera tan bien sus opiniones.
El trabajo fue finalizado más rápido de lo establecido por lo que ambos se pusieron manos a la obra para generar un ataque ofensivo hacia el grupo ilícito de Hwang.
La puerta había sido abierta justo cuando iba a responder, salvada por justamente Sana, avisando que ya estaban listas las camionetas para ir al sitio del secuestro.
Namjoon salió primero que las dos mujeres, dejando salir una pequeña risa al ver el sonrojo de la menor de los tres.
