⌬Gotcha'//COMPLETADA.

Capítulo 3

La general se encontró ubicada justo en frente del famoso edificio de sus pesadillas. Oh, como odiaba aquella endemoniada estructura vieja.
Si le preguntaban el porqué de su desagrado hacia ese edificio, Im pronunciaba las  palabras
"Me trae malos recuerdos."  y las personas dejaban de cuestionar acerca de la situación.

El departamento de policía había estado muy tranquilo ese día, demasiado a decir verdad, a la oficial Im le causó confusión esto pues casi nunca estaba así de calmado. Recibieron una llamada, pidiendo que por favor fueran a la calle 23, en el edificio Rivers ya que los residentes de este estaban causando disturbios. Los agentes ubicaron a Im, Wang y Kang en la escena ya que eran los más rápidos con este tipo de situaciones.
Cuando llegaron a la escena todo parecía normal, solamente algunos fuertes ruidos que provenían de la segunda planta de la edificación les llamaron la atención. Al principio pensaron que solo era una pelea ruidosa que se había salido de control, sin embargo conforme iban subiendo más escalones los sonidos se hacían más fuertes, más violentos, más crudos.

Los oficiales Wang e Im empezaron el procedimiento para poder pasar educadamente, pero la oficial Kang les dijo que no tenían tiempo que perder con formalidades, con esto le dio una fuerte patada al picaporte de la puerta lo rompió y entro con arma en mano.

–¡Departamento de Policía de Osaka, levante los brazos y deje cualquier tipo de arma en suelo!–

Sin embargo cuando la policía presto atención a la escena se petrificó; tanto así que se desmayó el los brazos del agente Wang.

Wang le había dicho a Nayeon que revisara la escena mientras llevaba a la agente Kang a la patrulla.
Nayeon le hizo caso y entró al apartamento, lo que vió le erizo los vellos de los brazos y nuca. Delante de ella había un matadero, sangre en las paredes, en el techo, en la mesa del comedor, por todas partes, Nayeon nunca tuvo miedo de su trabajo en todos los 6 años que estuvo de servicio; este día fue la excepción.
Habían 3 cuerpos con aproximadamente 6 tiros en todo el cuerpo, bañados en sangre, con los ojos idos. Sin embargo, esto no fue lo que marcó a la entonces pelinegra, no, Im sabía que si quería ser policía tendría que ver esto, lo que le marcó fue ver a un pequeño y flacucho niño manchado llorando con las manos en los oídos, los ojos cerrados esperando que acabara esa tortura;
O que lo acabaran a él.

Yugyeom, ese era el nombre del niño, la castaña lo recordaba muy bien, recuerda también que no le importó manchar su uniforme, no le importó contaminar la escena del crimen, lo único que  le importó a la oficial fue consolar a la pequeña cosita indefensa de todo el mal del mundo.

Nayeon estaba un poco nostálgica ese día, pensó.
Continuó su camino esta vez enfocada en el presente y parte del futuro, pensando que sorpresa le tendría su amada estación de policía.

Al llegar saludó a todos con un asentimiento de cabeza hasta llegar hasta el escritorio de la recepción, donde el adorable oficial Park Jimin la recibió con una sonrisa, Nayeon se carcajeó un poco, pues el oficial antes mencionado teniendo sus buenos 35 años seguía pareciendo un niño.

Le indicó a la castaña que la estaban esperando en la sala B-09 y que se apresurara, Im empezó a trotar hasta la dichosa sala tocando un par de veces antes de entrar. Una voz profunda gritó
¿Quién? a lo que Nayeon no se molestó en responder.
Sus botas de combate rechinaban contra el lustrado suelo hasta llegar a la única silla disponible, la castaña observó el ambiente en el cual se encontraba, vió que estaba el jefe Seung-hyun al cual saludó con un saludo militar, al lado de éste se encontraba la coronel Hyoyeon a la que saludó de la misma forma, observó que había ocho caras nuevas pero no cuestionó nada.

–General Im, supongo que no conoce la razón de por qué está aquí ¿O me equivoco?–Habló el señor Seung-hyun.

–No señor, no se equivoca–Pronunció fría y tosca Im.

–No quiero hacerle perder tiempo a ninguno de los presentes así que prefiero que la coronel Kim explique todo.–

–Señorita Im, sólo le voy a decir que necesito que dirija el escuadrón T conformado por distintas agentes de diferentes partes de Asia, usted es la única con suficiente experiencia y persistencia para completar esta misión.–

Nayeon había venido por una razón y tomó la decisión de ayudar por lo tanto contestó un ronco –Acepto.– y estrechó su mano con la de la coronel.