❝La ex-general Im Nayeon estaba disfrutando de su deseado retiro, sin misiones, ni adrenalina, sin armas o pólvora en su pequeña cabaña de las montañas de Japón cuando recibió la inesperada llamada de su antigua compañera Kim Jennie pidiéndole algo...
El día para el escuadrón T estaba yendo bien, habían revisado los registros de Hwang y organizado los puntos que faltaban. Zhou iba caminando en su mundo cuando chocó con alguien y cayó encima de esa persona al perder el equilibrio.
-Zhou, si querías darme un abrazo solo debías pedirlo, ¿Sabes?, no tirándote al suelo encima de mí.-
-¡Na-Nayeon!, lo siento, no estaba prestando atención.-
-Tranquila, Tzuyu, es mejor que te levantes a que lo haga yo.-
-Oh, sí, ya voy.-Dicho esto se levantó y le tendió la mano a la castaña.
-Vamos a la sala a ver como van las chicas.-Platicó la mayor entre las dos mientras la Taiwanesa asentía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Buen día, princesitas de limón!-Como era de costumbre, gritó Nayeon al llegar a la sala.
-Buen día para ti también Nayeon.-Fue lo que recibió la general coreana.
-¿En que trabajan?-Preguntó con interés al ver a Chaeyoung y Sana detrás de Mina mientras ésta última estaba con la cara casi dentro de la laptop.
-Mina está pasando el último nivel de Mortal KombatX.-Habló Sana.
-Oh, ¿En serio?, yo apenas voy por el nivel 5 de principiante.-DijoNayeon decepcionada.
En toda la sala se escuchó un -¡Sí!- por parte de Mina, que rara vez gritaba, cuando todas se acercaron a felicitarla, luego de darle felicidades a la teniente japonesa, se escuchó un ruido, más bien una canción que provenía del celular de la general.
-General Im.-Pronunció típicamente fría.
-S-señorita Im, es K-kihiro, necesito su ayuda, rápido, unos hombres vinieron a la carnicería del señor Isao y lo están amenazando, Señorita Im, ¿Puede apurarse por favor?-Habló aterrorizado el chico.
-Sí, ya voy.-Dicho esto le entregó unas llaves a Sana.
-Hoy manejas tú, Minatozaki.-A lo que Sana soltó una sonrisa un poco aterradora.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Sana, de haber sabido que manejabas así no me hubiera montado en el auto!.-Habló con un poco de esfuerzo Momo debido a la velocidad a la que iba Minatozaki.-
-La general dijo que era urgente, y las urgencias se tratan con rapidez.-Cuandoterminó de decir esto en un abrir y cerrar de ojos estaban en frente de la carnicería.
Bajaron del vehículo y caminaron rápido hacia la entrada principal cuidando de ser sigilosas, pues querían atrapar a los "dos hombres."
Cuando entraron, lo que vieron fue la misma escena que Nayeon 2 años atrás, una carnicería. El señor Isao se encontraba en el suelo, con una grave herida en el torso y parte de las costillas, dejando a la vista las entrañas, le faltaba un brazo y tenía la pierna totalmente fracturada. Jihyo se acercó, trató de tomarle el pulso, falló, pues no había ningún latido.
A Tzuyu se le cristalizaron los ojos, y se dejó caer en el suelo mientras lloraba a mares. Nayeon se sintió en su mal recuerdo, siendo ahora Tzuyu la niña desconsolada, la levantó del suelo y la acompañó hasta el asiento trasero del auto.
-Hey Tzuyu, no llores corazón.-Suavemente habló la general tratando de calmar a la menor. Sin embargo ésta siguió botando lágrimas.
-¿Nunca habías visto una escena así antes, cierto?-A esto Tzuyu sólo negó con la cabeza.
-Escuchame, cariño, vas a calmarte, inhala exhala.- Y así continuó hasta que la Taiwanesa se calmó totalmente.
-Ven, vamos, tu y yo nos quedaremos afuera, les dire a Mina y a Jihyo que entren ¿Sí?-Pronunció serena la general.
Esta vez Tzuyu si habló, pronunció un tembloroso -Sí.- y salieron del vehículo.
Al estar afuera Sana llamó a Nayeon.
-Ehm, Nayeon, esta nota es para ti.-
"Querida General Im, se debe estar preguntando qué le pasó al joven Kihiro, pues se lo diré: me lo llevé para enseñarle que no debe andar diciendo lo que no debe por ahí, armas y venenos, T. Huesos."
Nayeon estaba histérica, Hwang se había dado cuenta de que Kihiro había hablado y eso era malo, muy malo.