⌬Gotcha'//COMPLETADA.

Capítulo 8

Al ensamblar las partes no concluidas del plan la general Im les propuso a  todas las miembros del equipo ir a la cafetería cercana al departamento y así aprovechar conocerse entre ellas, todas habían aceptado con gusto así que tomaron un solo vehículo de la estación para realizar un solo viaje.

Ya en el auto la teniente Hirai propuso manejar ella la camioneta, no hubo oposiciones así que continuaron organizándose de la siguiente manera:

Momo y Jeongyeon en los asientos delanteros, Tzuyu, Nayeon, Dahyun, Mina y Sana sentadas mientras Jihyo y Chaeyoung iban en las piernas de las dos Japonesas.

Al llegar al local Nayeon llamó a un camarero que al parecer conocía.

–¡Hey Jaebum!, ven aquí un minuto.–

–Nayeon, tenías mucho tiempo sin pasar por estos lados, pensé que te habías olvidado de mi.–Habló el hombre de unos 36 años abrazando a Nayeon por los hombros.

–Jamás, Jae, te presentó a mi nuevo equipo.–El hombre saludó a todas levantando su mano izquierda mientras su mirada se quedaba estancada sutilmente en la chica con aspecto de Tofu, le susurró algo a Nayeon y les hizo una seña de que lo siguieran.

Caminaron hasta una mesa un poco más alejada de la multitud y se sentaron, vieron e menú y ordenaron lo que quería cada una, luego de esperar unos minutos sus órdenes llegaron y la mayor de todas aquellas chicas empezó a hablar.–

–Bueno chicas, ¿Quién quiere empezar por hablar sobre sí misma?–Interrogó
la mayor de todas.

La doctora Park levantó su brazo y comenzó a platicar.

–Bueno pues, me llamo Park Jihyo tengo 32 años, me gustan coleccionar armas, aunque no utilizarlas, y me dicen Thomas o Chica Micrófono, ya que mi voz es muy alta.–Luego señaló a la chica a su lado que era Myoui Mina,

–Soy Myoui Sharon Mina, tengo 32 años, amo el ketchup, y me dicen Penguin  porque de pequeña caminaba como pingüino.–Terminó de hablar y apuntó a la coreana de cabello corto que se  encontraba al lado de Momo.

–Soy Yoo Jeongyeon, tengo 33 años, me encantan los dispositivos electrónicos, contar chistes malos y me dicen NoJam Girl por mis chistes.–Dio un sorbo a su bebida y le indicó a Momo que siguiera ella.

–Soy Hirai Momo, tengo 33 años, amo el boxeo, la comida y el baile, y no sé porqué me dicen Moguri.–Siguió comiendo de su sándwich de cerdo marinado y señaló a la castaña ceniza al lado de Tzuyu.

–Soy Minatozaki Sana, tengo 33 años, amo a los Shiba-Inu, los animes y me dicen Shiba por mi parecido a estos perros.–Concluyó y le pasó la palabra a la pelinegra con aspecto de tigre.

–Soy Son Chaeyoung, tengo 31 años, amo el arte y las fresas, y me dicen Baby Tiger por mi parecido a los cachorros de este animal y también Strawberry Princess por mi adicción a éstas.–Señaló a la general que se estaba comiendo un pedazo gigante de waffle.

–Tragó y prosiguió a hablar.–Soy Im Nayeon, tengo 34 años, me encantan los bebés y niños pequeños, y me dicen Bunny por mis dientes frontales.–Terminó y apuntó hacia la Taiwanesa.

–Soy Zhou Tzuyu, tengo 28 años, adoro los perros, y me dicen Yoda por mis orejas.–Terminó de hablar y pasó su cabello por detrás de sus orejas.

Todas soltaron un Awwww enternecidas, excepto Tzuyu, que no hallaba donde meter su cabeza de la vergüenza.

Al final sólo quedaba una integrante que era Dahyun.

–Soy Kim Dahyun, tengo 31 años, me gusta rapear y tocar el piano, y me dice Tofu por ser tan blanca.–Con esto dieron fin a su ronda de conocerse y continuaron comiendo.

Dentro de unos cuantos minutos más Nayeon pidió la cuenta, y Dahyun, que era una de las que se encontraban en la esquina, miró el papelito con la cuenta, sin embargo, notó algo raro más abajo en el mismo.
Era un nombre y un apellido, para ser más claros, el del camarero que era también dueño de la cafetería, Im Jaebum, información otorgada por Nayeon.

Dahyun, con las mejillas sonrosadas, le dijo el monto a Nayeon, ya que por frecuentar tanto el lugar tenía un descuento, guardó el papel en el bolsillo de su pantalón y continuó escuchando como una vez Tzuyu se pegó contra un cartel por estar pensando en si realmente era tan alta como todos decían.

Al subir en la camioneta, la general habló.

–Mañana a primera hora vamos a practicar todas nuestras destrezas y como nos desenvolvemos como equipo, así que traigan ropa deportiva cómoda, recuerden alimentarse bien y a las siete y treinta de la mañana las quiero a todas en fila en el gimnasio del departamento, ¿Quedó claro?.–Terminó la general con un tono de voz firme.

Todas, al mismo tiempo hicieron el típico –¡Sí señora!– mientras reían.

Así había concluido la excelente noche del escuadrón T.