❝La ex-general Im Nayeon estaba disfrutando de su deseado retiro, sin misiones, ni adrenalina, sin armas o pólvora en su pequeña cabaña de las montañas de Japón cuando recibió la inesperada llamada de su antigua compañera Kim Jennie pidiéndole algo...
La primera en despertar fue Sana, quien sonrió al abrir los ojos y encontrarse una linda Jigglypuff respirando sobre su pecho. Sana intentó moverse, pero un brazo alrededor de su torso se lo impidió.
–Cinco minutos más, por favor.–MurmuróJihyo encima de la Japonesa.
–Eh, pequeña Jigglypuff, son las 10 de la mañana.–Le respondió con una suave risa la mayor.
Jihyo abrió los ojos tratando de acostumbrarse a la luz y susurró.
–Ok, ok, ya me levanto.–Se levantó de encima de Sana y estiró los brazos haciendo que se elevara un poco su camisa, dejando ver el plano abdomen de la coreana.
Obviamente para Sana esto no pasó por alto y abrió la boca soltando un suspiro.
Después de esto ambas se sentaron en el sofá mientras veían "Las sombrías aventuras de Billy y Mandy".
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Nayeon se había despertado con el ruido de la televisión de la sala, y se le derritió el corazón al ver a Tzuyu abrazándola fuertemente.
–Tzuyu, princesita de limón, te tienes que levantar ya, son las diez y veinte de la mañana.–Le susurró Nayeon al oído.
Tzuyu se quejó y removió pero aún así abrió los ojos y se levantó.
–Tengo hambre.–Dijo la menor mientras hacía un puchero y se sobaba el estómago.
–Vamosa despertar a las demás para hacer el desayuno.–Habló flojamente la coreana, a lo que Tzuyu sólo asintió con la cabeza y salieron de la habitación.
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Momo y Jeongyeon estaban tranquilamente abrazadas en el mundo de los sueños cuando una coneja rabiosa empezó a gritar que se levantaran.
Momo, con pereza, se levantó de la cama y sacudió suavemente a Jeongyeon.
