❝La ex-general Im Nayeon estaba disfrutando de su deseado retiro, sin misiones, ni adrenalina, sin armas o pólvora en su pequeña cabaña de las montañas de Japón cuando recibió la inesperada llamada de su antigua compañera Kim Jennie pidiéndole algo...
Nayeon seguía totalmente impactada por las palabras de la taiwanesa, la menor correspondía sus sentimientos que, hasta ahora, había ignorado por completo.
Tzuyu al no ver signos de respuesta en Nayeon comenzó a disculparse.
-L-lo siento, Nayeon, pensé que tú me correspondías.-Argumentó mientras se le iba la voz al final, empezando soltar pequeñas lágrimas.
Cuando escuchó los pequeños quejidos de Tzuyu, Nayeon salió de su ensoñación.
-¡No!, Yoda, no llores, tú también me gustas.-Habló a la vez que acariciaba su mejillay volvía a unir sus labios.
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Después de un rato de cariñitos por parte de la general a Tzuyu, ambas salieron de la habitación para encontrarse a Jihyo y Sana durmiendo una encima de la otra, Jeongyeon limpiando la encimera de la cocina, Momo comiendo cereales, Mina al lado de Chaeyoung viendo la televisión, Y Jisoo dándole besitos a Rosé en ambas mejillas.
Nayeon no pudo resistir su crueldad interior y perturbó la tranquilizante escena que tenía enfrente.
-¡Mañana a las 8 en punto las quiero a todas en la estación!-Exclamó la coreana alertando a las ocho mujeres que estaban en la sala.
Momo pegó un chirriante grito mientras Sana abría los ojos de golpe y desenfundaba su arma.
Mina ensanchó los ojos y se apresuró en decirle a Sana que solo era Nayeon gritando; como siempre.
La japonesa guardó su arma dejando escapar un suave bostezo.
-Bueno señoritas, fue un placer estar con todas hoy pero según la general mañana a primera hora hay que estar en el departamento, por lo que Jisoo y yo nos vamos.-Despidió Rosé mientras abría la puerta del apartamento de Nayeon.
Con esto casi todas hicieron lo mismo, casi, porque una linda taiwanrsa estaba a punto de dormirse apoyada del hombro de la castaña general.
-Tzuyu.-Susurró mientras picaba su mejilla.
-¿Uhm?-Murmuró la menor.
-Vamos, a la cama.-SentencióNayeon dando fin a esa bonita noche.
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Para cuando se habían hecho las seis de la mañana, Nayeon ya se había levantado de la cama a preparar café.
Mientras esperaba que fueran las siete y media, se sentó en el sofá a mirar la televisión, que por ser Halloween estaban pasando Abracadabra.
La coreana se puso cómoda y tomó su taza con café mientras observaba como las tres hermanas Sanders hacían una pócima con su libro de hechizos.
-¡No, estúpido!, eso te pasa por andar de galán.-Reclamó la general viendo la escena donde se llevan a la hermana de uno de los protagonistas.
Tzuyu se había levantado hace rato por los gritos de la mayor, sin embargo, no quiso levantarse de la cama; claro, esto fue hasta que le rugió el estómago pidiendo ser alimentado.
Se levantó con pereza de la cama mientras se dirigía hacia la sala restregándose el ojo derecho.
-Nayeoooon.-Murmuró alargando la última silaba mientras se sentaba al lado de la castaña.
-¿Qué?-Le preguntó sin mover los ojos de la pantalla.
-Tengo hambre, dame comida .-Explicó mientras hacía un tierno puchero y colocaba su mejor cara de perrito mojado.
Nayeon volteó a ver la cara de la taiwanesa sintió que si miraba un poco más moriría por lo adorable que era la escena.
-Aw, claro que sí cosita.-Dijo mientras tomaba con su mano la mandíbula de la menor y le daba un piquito.
Tzuyu se sonrojó y siguió a Nayeon hasta la mesa de la cocina, donde se sentó a esperar a que la mayor le alimentara.
Después de unos pocos minutos, Tzuyu no olía nada salir de la cocina.
-Nayeon, ¿En serio me hiciste desayuno?-Cuestionó la menor.
Terminando la última frase un bowl de cereales con cuchara fue colocado frente a ella.
La taiwanesa juraba que si fuera un anime probablemente tendría los ojos cerrados de decepción y rayitas negras encima de su cabeza.
-Vamos, come rápido que vamos tarde.-Apresuró la coreana.
-NAYEON.-
¡Hola mis trululus!, estoy triste por no poder subir el capítulo ayer, lo sientoooooo. En fin, espero que lo hayan disfrutado y que voten como siempre.
