RESISTE LA HIPNOSIS, CARIÑO

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Miré el contorno rojizo de sus ojos y acaricié sus ojeras. Saber ahora que fuerza la respiración es una novedad. Estábamos esperando que pase el ardor y que sus colmillos se achiquen -supuse- para poder besarnos. Harry tomó mi mano alejándola de su cara y empezó a acariciarla. Sus caricias circulares las sentía allá abajo, me estaba comportando como una santurrona, Harry de verdad que me ponía. Yo sabía que él no me quitaba la mirada de encima mientras examinaba sus facciones, muriendo de curiosidad. Harry… vampiro. Apuesto a que él tenía la seguridad de que yo no diría nada a nadie. Y no pensaba hacerlo.

-Aun no entiendo cómo es que me tuve que ahorrar la parte de matarte o borrar tu memoria.

-¿Puedes controlar mi mente? -lo miré a los ojos y el asintió.

-Pero no lo sabrías.

-¿Lo estás haciendo ahora? -pregunté inocente, de verdad que no sabía.

-Solo lo hice una vez contigo -encontré un doble sentido a eso y abrí los ojos a tope. Iba a hablar pero él me interrumpió-. No hice contigo nada de lo que crees. Solo… conversamos.

-No creo que teniéndote solo hayamos conversado -me alejé de él y lo miré seriamente. Si él había hecho algo así me enfadaría mucho.

-Me hablaste de Lucas y de su relación. Nada más. Créeme, aún me pesa no haberme acostado contigo, ya.

-Probemos -me acerqué a él seductoramente, viendo que sus ojeras volvían a estar pálidas y sus dientes parejos.

-Eres una ofrecida -farfulló-. Veamos si logro que solo seas así conmigo -antes de poder reprocharle por cómo me llamó, invadió mi boca.

Sentí su mano soltar la mía para apoderarse de nuevo de mis caderas, volviendo con estas a jugar con mi blusa. Separé mis labios un poco para dejar pasar mi lengua viperina. Esa sensación que me daba su lengua acariciando la mía me recordaba a algo muy suave.

Empecé a desabrochar su camisa, terminé de deslizarla por sus duros brazos para dejarla caer. Harry subió mi blusa acariciando mi cintura, la pasó delicadamente por mi cabeza y la tiró en alguna parte.

-Mataste a mi mejor mucama -susurré contra sus rojos labios cuándo me separé para tomar aire.

-Hace tiempo que no lo hacía.

Miré su cara perfectamente imperfecta y su frialdad me daba a entender que hubo algo muy fuerte que lo marcó. Quizá haya sido el vampirismo.

-¿Te gusta ser lo que eres? -pregunté bajando su cremallera.

-Apesta -se acercó más a mí y me apretó a él por el trasero metiendo sus manos bajo mis pantalones.

Sus larga mano encajaba a mano abierta con mis glúteos. Solté un gemido excitado al tocar, por encima de la tela de sus boxers, su miembro. Tomó confianza y bajó mi short, acariciando cada centímetro de mis piernas. Lo ayudé terminando de quitármelo con los pies y él en un rápido movimiento se quitó sus pantalones. Ver sus tonificadas piernas me hizo dar cuenta: No parece mayor de 19 pero tiene un cuerpo de un hombre de 25 por lo menos… No se su edad. Mierda quizá sea más viejo que Noé, él zoólogo de la biblia.

-¿Edad? -pregunté mientras cruzaba mis brazos tras su cuello.

-706 -sonrió lascivamente y me besó antes de dejarme decir nada.

706 ¡Joder! Piensa en lo positivo de eso… mmm… debe ser increíblemente bueno en la cama. Y tanta experiencia…

Cerré los ojos y dejé que de nuevo besara mi cuello, pero esta vez no lo hacía bruscamente como lo hizo con la perra de Jane, sino suavemente. Sentí y saboreé cada movimiento a flor de piel. Su lengua larga pasó de mi mentón a mi hombro y viceversa. Con las dos manos, que regresaron a mi trasero, me acercó más aún. Su erección era más que notoria y me sorprendí de tamaño aparente de su miembro. Sonreí cuando sentí un mordisquito en mi hombro, luego subió de nuevo a mi cara para empezar a besarme posesivamente. Yo soltaba gemidos ahogados entre besos, y eso al parecer solo lo ponía más cachondo. No me sorprendería que tuviera perfectamente planeado cada movimiento que él pensó que haríamos, por eso decidí cambiar el rumbo de la situación. Estaría teniendo intimidad frente a una muerta y esa muerta que estaba de pie me daba pavor.

Vampire Story (H.S.) | Ella Bel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora