Vampire Story (H.S.) | Ella Bel

A ESTO SE DEBÍA TODO

Narra Jane:

Corrimos a la parte de atrás de la casa mientras escuchamos la moto estacionarse. Katherine y Harry entraron y no iba a negarlo, me estaban carcomiendo los celos. Georgie me ayudó a subir por la ventana del primer piso y luego me apoyé del marco para ayudarla yo a ella. Dejé mi mochila en el piso e intenté adivinar en que parte de la casa estábamos. Parecía una habitación.

-¿Qué se supone que es esto? -pregunté abriendo la mochila.
-Cuarto de invitados, a veces duermo en esta cama -levantó el colchón y sacó un fajo de billetes- y guardo mi dinero es más seguro que un banco.

Miré el dinero y alcé una ceja. Era bastante y aparentemente todos eran billetes de 100 euros. Ruedo los ojos mientras espero impaciente a que guarde de nuevo su dinero. Mientras tanto, voy sacando los colorantes artificiales de la mochila, tambien los tintes y escarcha negra. Le vamos a dar donde más le duele, su imagen.
Salimos caminando sigilosamente, tengo las cosas en un bolsito pequeño colgado a mi hombro. Lo único que escuchamos es el sonidito de los vidrios sonar y el susurro lejano de una conversación. Le digo a Georgie que se acerque.

-¿Donde está su baño personal? -preguntó en un susurro.

Con los labios me dice: Arriba. Me lleva a las escaleras y subimos por ellas. Veo el perfil de Katherine y Harry de espaldas, parecen inofensivos. Pero de la perra de Katherine puedo esperar cualquier cosa.

-Aquí -susurró Georgie alejándome de mis pensamientos.

Entramos en el baño y, sin darme cuenta, en su cuarto tambien. Rebusqué entre sus cremas corporales, geles e hidratantes su shampoo. Al reconocerlo vacio el tinte transparente y lo disuelvo con un palito.
-Este hermoso frasquito -le dije orgullosa a Georgie- contiene un decolorante de pelo muy fuerte y no de muy buna calidad -ella hizo una mueca- La primera lavada hará un poquito de efecto, la segunda la alarmará pero en la tercera -sonreí perversamente- su cabello amarillo no tendrá mas solución que teñirse. Pero claro que como no es de buena calidad, el tinte no agarrará color y ella se quedatá con un horrible pelo color pipi.

Georgie rió con mi broma y negó con la cabeza. Luego virtiéndo los colorantes artificiales sobre sus sombras y labiales dijo:

-Eres irremediable Jane Allen.
-Lo sé -admití con una sonrisa en la cara y bajamos de nuevo, pero esta vez ya no eran susurros, era la voz de Harry gritando desesperado.
-Que asco me doy saber que me pude enamorar de ella -mi corazón se detuvo y mis labios se separaron-. Es una maldita perra fácil y usada. De verdad me avergüenzo y eso que no siento nada.
-¡Te lo dije Harry, te dije… -no pude oír más, me quedé congelada.

Georgie me miraba horrorizada, yo la miraba enfurecida. Me imaginé poniéndome roja de la ira, pero estaba impotente. No podía correr, no podía desviar la mirada, no podía hablar ni siquiera respirar. Oí más gritos y luego un silencio repentino. Mis neuronas despertaron de un shock y me asome por la pared a ver… Harry atragantándose con la puta. Mis ojos enrojecieron ¿Que carajos me pasaba? Mordí mi labio y negué con la cabeza, me reprendí mentalmente por ser tan estúpida. Ya era la segunda vez… no, yo no salía con Harry. Esto no debía afectarme pero, joder, me dolía. Empuñé mis ojos en un falso intento de alejar esa imagen y salí corriendo a la salida. Luego Georgie me siguió y en un momento planteé lo que pudo pasar. Ellas querían que viera esto, lo tenían planeado. Pasé la puerta lo más rápido que pude y cuando Georgie me alcanzó, ya afuera de la casa, me detuvo.

-¡Jane! -me gritó- yo no lo hice -dijo asustada.
-No claro que no -respondí sarcásticamente conteniendo las lágrimas-. Eres una mansa paloma. Dime Georgie, ¿desde cuándo la conoces? ¿Y a mí? A quién mierdas crees que debería creerle.
-N-no tenía ni idea, normalmente Katherine me cuenta todo… yo no entiendo… -sus ojos parecían desorbitados, y por un momento creí que podía creerle. Pero las imágenes volvían a mi mente y todo lo que ello me había afectado.
-Emily -dijo una voz arrepentida, seca, fría, desgastada, asustada.