ROCAS DURAS DE ROER

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Tenía a Georgie por el cuello: o su amistad, o su reputación y poca dignidad.

-Es tan simple -entorné los ojos y di un paso hacia ella.

Solo quería que haga de Katherine el nuevo rumor, con la noticia de que puede ser que sea, o que es, bisexual gracias a Lucas. Y yo sabia que lo era, encontré eso escrito en su "diario", un sortilegio muy viejo y gastado en el cual escribe todo lo que le pasa. Lo encontré esta mañana después de conversar con Harry -y unas cosas más-, estaba tirado debajo de una cabina en el baño. era demasiado así que opté solo por leer lo último.

-Por que hicimos una apuesta y gané ¿No? Hazlo.
-Yo n-no puedo hacerlo -negó con la cabeza y se mordió las uñas-. Pero te puedo proponer algo.
-¿Ah? -alcé una ceja y ladeando la cabeza la invité a seguir.
-Mira, ayer te vi besarte con el alumno de intercambio. Harry y Katherine hoy se verán por que ella lo invitó a sucasa, para hacer trabajos, supongo, y ponerlo al día.


Una rabia subió y pasó por todo mi cuerpo, Harry y Katherine en una casa, solos. Mordí mi lengua e hice mi mejor esfuerzo por no reventar, no frente a Georgie. Lo admito, estaba celosa, muy celosa. Pero no la interrumpí, deseaba con todas las fuerzas seguirla escuchando, ¿raro no?

-Tu y yo sabemos que esa no es su intención…
-Todo el college -balbuceé, ella no me escuchó y siguió diciendo:
-Entonces, si aprovechamos la visita de Harry y nos escabullimos en su casa. Le jugamos un par de bromitas.
-Debes… estar… jugando… -era una actitud muy infantil. ¡Pff! ¿Bromitas en su casa? Debía estar jugando.
-Podría ser un buen inicio ¿No crees?
-Inicio -pensé un momento y si, pero necesitaba algo-. Que yo me entere que alguien más sabe de esto -hice una mueca pasando el dedo índice horizontalmente por el cuello.
-Bien -tragó saliva y estiró su mano. La estreché y le dije lo que mi malévola mente ya había maquinado.

Salimos del baño conversando, era como si nos hubieran rociado con algún líquido mágico. Jamás me vi hablando civilizadamente con Georgie.

-Eres una perra ¿lo sabías? -le dije en tono amistoso, ella rió y asintió.
-Si -soltó una carcajada y fuimos al aparcamiento-.Bien, entonces así quedamos.

Asentí y ella me imitó.

-Chau -se acercó para darme un beso en la mejilla y yo retrocedí.

No podía dejarla tomar esas libertades, no podía verme débil ni nada por el estilo. Ya no.

-Nos vemos en la tarde -concluí secamente, caminé hasta mi esposito y subí en el, tirándo mi bolso por alguna parte.

Narra Harry:

La encontré, aquí. No puedo con esto, juraría que ya la habían matado. He llevado el ceño fruncido desde que hablé con ella, no podía parar de dar vueltas al asunto. "Yo tenía razón" Ella decía la verdad. Me chocaba admitirlo, aún después de varios siglos no perdono lo que le hizo a Gemma. Me da igual… pero es un rencor que me llevó a ser la basura que soy.

-Oye cuidado -me dijo un tipo cuando choqué con él.

Harry reacciona, ni siquiera estás viendo por donde vas. "Aquí no podemos hablar" su sonrisa burlona me molestó más aún. No podía saber que pensaba. Los bibulus de más de tres siglos se vuelven inmunes ante otros vampiros. Pero yo era un bibulus hace apenas dos siglos. Si, hace APENAS. "Te pondré al día en mi casa" entonces llegó su amiga, vestida con… ¡Demonios! ¿que ya nadie no tiene descaro hoy en día?
Llegué a mi auto y subí, me largué instantáneamente, hoy apenas pude hablar con Emily. ¿Y si ella también es un bibulus? No, es absurdo. ¿Pero por que carajos no se lo que piensa? Es estresante. Me cago en la…

-¡Despierta! -alguien tocó mi ventana y sacudí mi cabeza. Estaba en la carretera a toda velocidad, no había nadie en mi ventana, que ridículo -. ¿Ya despertaste bello durmiente? Te vas a chocar si sigues así, y no quieres problemas con la ley.

Miré la ventana y ahí estaba Peter manejando su moto. Rodé los ojos y desaceleré un poco, perdiéndolo de la vista. Él tenía razón. No quería problemas con la ley, por que eso conllevaría a investigaciones, y eso sería exponer todas mis empresas. Por que para los que no lo saben, o sea todos, manejo tres empresas en anonimato. Soy vampiro, no maquina de monedas, y no puedo andar hipnotizando a todo el mundo. ¡Pff! Sería aburrido, es mejor con emociones -que no siento-. Al llegar al departamento fui por un poco de sangre y el imbécil de Peter estaba a punto de probar un poco.

-¡No jodas! -grité antes de que acercara el vaso a su boca y tiré el vaso rompiéndolo en varios pedazos.
-¡¿Que tienes?! -respondió exasperado sacándose un pedazo de vidrio que cayó en la palma de su mano.
-Que ni se te ocurra volver a hacerlo, que te iré mal. Muy mal Henriksen.

Caminé (corrí) a mi habitación y revisé toda la ropa que tenía, me decidí por unos pantalones negros, un polo gris y unos zapatos Armani. ¿Qué? Todo el mundo los usa.
Despeiné mi pelo peinándolo y tomé las llaves de la moto de Peter.

-Me la llevo -dije alto para que él me oyera desde su cuarto al que fue después de mí.

No oí respuesta así que salí dando un portazo, encendí la moto que Henriksen se manejaba y salí en ella dirección a Dresse Sprout 5. Allí es donde antes vivía, y por antes me refiero a los sesentas, setentas y ochentas. Los mejores años de mi vida. Cuando ya habían dejado por fin a las pobres brujas por completo. Mientras que los vampiros aún bebían infusiones para no quemarse con el sol o para parecer un humano.
Bajé de la moto y tomé en cuenta que no me había puesto casco. Que más da. Entré, ya que no tenía cerrojo y la mansión estaba a mi nombre, sí, era una mansión. De echo, como era la única aquí con un jardín, muy grande pero descuidado, y cercado no daba una buena impresión y en más de una ocasión habían inventado tales cosas como que estaba encantada o dentro vivían fantasmas. A las personas les falta una vida, ¿por qué rayos joden mi ex casa y no sus ex casas?
Les decía, que entré y para mi sorpresa (Nótese el sarcasmo) todo estaba intacto. Todo cubierto por sabanas blancas y únicamente mi antigua máquina de escribir, muy polvorienta además, al descubierto. Me acerqué a ella y vi que tenía un papel insertado. Leí la fecha: 4 de Marzo de 1974. Hice memoria sin éxito. Fruncí el ceño y arranqué el papel, lo desempolvé y leí lo que decía:

>Administrador Carter:
La noticia escrita en cartas que usted me envió por medio de una vampiresa llegaron a mis manos intactas. Le explicaré: mi compañía Coca-Cola (Marca Registrada) no está pasando por una crisis interna, las ventas han bajado pero eso no ha afectado en lo más mínimo a nuestro sistema. Sin embargo, el área de embotellamiento y fabricación si puede sufrir un declive. Para cuando le llegue esta carta, ya habré enviado a los embajadores ingleses a Sudamérica, junto con los señores Thompson y Norman, embajadores americanos, para poder revisar si la publicidad está haciendo efecto y para vender nuestra última propuesta a los países sudamericanos. Dicho todo esto, me despido cordialmente
Harold E. Styles<

Había olvidado eso hace muchos años, la verdad que manejar Coca-Cola era realmente estresante, y lo fué más cuando África y Sudamérica aceptaron la propuesta. Entonces también recordé lo bien que se había comportado esa vampiresa conmigo. Unas bebidas, un par de noches, y se fue calladita sin reprocharme nada. Luego me vinieron a la mente de golpe los recuerdos cuándo crearon MTV, alrededor de los ochentas. Esa basura de programa te hacía perder el tiempo viendo a gente que perdía su tiempo en hacer esa basura. Un crujido de las escaleras llama mi atención y giré la cabeza hacia la izquierda que es donde están cuando la voz de Peter me toma por sorpresa.

-Joder, Peter ¿Qué coño haces aquí? -pregunté arrugando la carta que tenía entre mis manos y metiéndola en el bolsillo de atrás de mis pantalones, disimuladamente.
-¡Wau! -dio un silbido- No sabía que la casa embrujada era tuya -recorrió con la mirada todo el living y eso solo me enfureció más- ¿Quién es él? -sacó de su chaqueta una foto tamaño DNI y la extendió enseñándomela.
-Yo -examiné la foto con más detenimiento y era de antes que me convirtiera en vampiro. No recuerdo mucho pero supongo que tenía unos 15 años. Y además no había sido tomada con una cámara porque tenía los colores ligeramente desteñidos. Los mecenas nos habian enviado unos artistas, y yo tenia que quedarme quieto para la foto…
-Pero este niño lleva el cabello negro.
-Soy yo, que más te digo ¿Porqué conservaría una foto de un puto niño al que no conozco?
-Pero su pelo… -frunció más el entrecejo así que interrumpí.
-Mira, sé que esto te va a parecer muy raro, tú eres vampiro desde que naciste ¿No?
-Sí, pero eso que tiene que…
-Nada, te decía que si un vampiro con la capacidad de bibulus te transfiere sangre adquieres algo de ese vampiro. En mi lugar obtuve a cambio su color de cabello. Si Katherina me hubiera dado su sangre, mi cabello sería como el tuyo o tendría ojos azules como tú, y ahora que recuerdo, tengo algo que hacer. Adiós y no rebusques más. -subí a la moto y al llegar a la casa de Katherine por el que si bien recuerdo, ahí había un castillo, La Fortaleza.

Katherina abrió la puerta antes de que yo pudiera tocarla, mierda, es muy poderosa. Estaba vestida toda de blanco, como cuándo la ví por primera vez. Pero ya no tenía ese aspecto de princesa, si no de puta de quinta.

-Te tengo unas sorpresitas -me dejó entrar y cerré la puerta a mis espaldas.
-Me ibas a poner al día ¿no? Habla que no tengo toda la noche.
-Ni yo -se mordió el labio.

Si me estaba proponiendo sexo sutilmente ¡Que asco! No me acostaría con la que fué "mi madre".

-Nadie dijo nada de acostarse -verdad ella lee tus pensamientos, Harry contrólate-. Bueno prosigo, Jane Allen, tu nuevo romance por lo que veo -rodó los ojos- es una roca dura de roer. Ella no se enamora de nadie más que de su auto y su amiga la oxigenada. Tampoco estoy diciendo que es lesbiana -sonrió nerviosa- Pero es una zorra, no te conviene Harry.
-Ni se te acurra volver a insultarla en mi delante Katherina.
-Katherine ahora querido. Te decía, que si ella se lo propone te hará miserable y te romperá el corazón -alcé una ceja. Mi corazón no funciona ¡Dah!- lo que sea.
-Oye, de Emily no vine a hablar sino de Danielle. ¿Cómo lo sabías?
-Perdóname Harry, lo siento mucho.
-¿Qué?
-Ella me lo dijo, lo tenía todo planeado.
-¿QUÉ? -me puse de pié y ella me imitó.
-Si yo te hacía bibulus tu probablemente morirías y solo ella podía hacerlo. Es muy egoísta de mi parte, lo siento Harry -bajó la cabeza y se mordió al labio. La agarré de los hombros y le dije que se sentara.
-Dime que pasó Katherine que se me agotando la paciencia.
-Si tú no te hacías lo que eres -una basura, pensé- yo estaba condenada a morir. Tú me tenía que salvar el cuello, aunque te costara el tuyo. Así que Danielle se ofreció, y a cambio yo la ayudaría a hacerse inmune.
-Fui un trato… ¡Fui un maldito trato! Es una perra como la desprecio. Es una maldita bastarda que no se merecía nada de mí. Que asco me doy saber que me pude enamorar de ella.
-¡Te lo dije Harry, te dije como era ella! ¡Aquí están sus pruebas!… Si tu huías podía fingir que te escapaste luego de la transformación -susurró y solo yo pude oír.
-Es una maldita perra fácil y usada. De verdad me avergüenzo y eso que no siento nada.
-Apacigua tus sentimientos Harry. No sientas nada, por que estás sintiendo.
-La aborrezco, maldita sea, ¡Cómo mierda pude ser tan tonto!
-Harry, tranquilo -me sentó a su lado y de nuevo me sentí como un niño indefenso, como cuando perdí a Gemma. Antes de apagar mi humanidad. ¿Por qué coño me pasa esto a mí?
-Ni idea Harry, pero es parte mi culpa.



Miré a mi alrededor, estaba desconcertado, decaído, deprimido. Las tres "Des’’. Alcé la vista y Katherine tenía una lágrima en el ojo. Me acerqué y se la sequé, pero ella me atrapó en un beso. No lo rechacé, estaba demasiado confundido para saber al menos que estaba haciendo. Oí una pisada fuerte y luego unos pasos correr, luego otros siguiendo los anteriores pasos. Entonces me separé de ella, agradecido de sea lo que sea que halla pasado, y fui tras esos sonidos viendo lo que mas temía ver -y no era una estaca especificamente-.

Vampire Story (H.S.) | Ella Bel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora