Capítulo 11

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Anthon.

Ahora tengo material para joder a Vidrios de por vida.

Aún no lo puedo superar, dijo; "Yo soy tu gatita mala", esa golosa.

Jenna y yo comimos un sándwich improvisado que ella hizo.

Luego de eso, bebimos un jugo que estaba en la nevera, era de Mauro y lo tenia guardado para más tarde, pero como Jenna es... Ella, lo tomó y lo compartió, al principio no quería, ya que, no quería meterme en problemas, pero me dijo que él se lo debía. Me contó que unas horas antes de que Mauro y Crystal se fueran a verse para hacerse novios, ellos estaban comiendo en una cafetería, él dijo que pagaría, y ella aceptó, pero él de repente dijo que tenia que irse, salió corriendo, y ella tuvo que pagar la cuenta.

Existe hermanos tramposos, luego está Mauro.

Ella se acomodó su cabello rizado en una coleta alta, pero había algunos mechones cortos que se le escapaban dándole un toque rebelde y un poco despeinado, pero también, le daba un toque muy natural; Bonito, ella es muy bonita.

No voy a decir que Jenna está hermosa por las mañanas, porque eso seria mentira, ya que, cuando vine aquí con Crystal a visitar a los hermanos, y de paso, hoy es fin de semana, en ese momento abrió su mamá, dijo que Mauro estaba en su cuarto despierto y Jenna estaba en su cuarto pero completamente dormida, nos dijo, bueno, más bien nos aconsejó que no fuéramos a despertarla, dijo que; Una, admitía que su hija estaba como si hubiese ido a una fiesta de tres días seguidos, estaba desastrosa (Que mamá «Casi Futura Suegra» tan sincera), y la dos, tenia un humor de mierda cuando se despertaba y más si estaba de mal humor la noche anterior o la despertábamos de una manera muy ruidosa.

Crystal y yo solo dijimos un "Esta bien", y pasamos.

Crystal fue con Mauro y yo fui a la de Jenna, obviamente toqué, pero nadie contestó, en ese momento abrí la puerta y Jenna estaba dormida.

Fue gracioso verla.

Tenia la boca abierta, con un lago de baba en la esquina de su boca, y con la lengua casi afuera, un ojo parecía estar medio entre cerrado, solo se veía la parte blanca del ojo y el otro estaba cerrado.

Oh, hermosa ¿No lo creen?

En fin, cuando la desperté, fue hermoso en la manera tan sutil en que la desperté.

Le grité "¡Ya deja de pensar en cochinadas pecadora!".

Ella se cae de la cama y luego me pateó en la entre pierna.

Oh, una dulzura ¿No lo creen?

Su mamá no mentía diciendo que tenia un humor de mierda cuando se despertaba, incluso, estaba peor en como la desperté, obvio.

Después de buscar una bolsa de hielo para mí, se cepilló los dientes, se arregló la mata de pelo que es su cabello, y luego empezó hablarme dulcemente, sabía que estaba tratando de que la perdonara por patear mi Anthonsito.

Obviamente lo hice, aunque me dejara estéril, pero no importa.

—Jenna...

Vamos, puedes, invitala a salir, se nota que quiere que la invites.

—¿Si?—Tenia un brillo especial en sus ojos, estaba ilusionada con algo, ¿Con qué?

Oh, ya veo, ella quiere que la invite a salir.

Creeme, cariño, quiero hacerlo.

Pero, estoy aterrado.

—Yo...

Vamos, puedes.

Solo di; "¿Quieres salir conmigo?"

Vamos.

Vamos, vamos.

Vamos, vamos, vamos...

No, no puedo.

Soy realmente patético...

—¿Me sirves un poco más del jugo robado?—Extendí el vaso.

Veo desilusión en sus ojos.

Ella sonrió, forzadamente, y me sirvió.

Después de que nos tomamos todo el jugo, ella lavó los platos y se dirigió a mí.

—Anthon, ¿Te gustaría tener una cita conmigo?—Lo dijo de la nada, directa y precisa, no mentiré que me tomó por sorpresa.

Hasta casi me ahogo con el jugo.

—¿Una ci...

—Sí, lo que escuchaste, tú, yo, una cita, un fin de semana, no sé.

Di algo, estúpido.

—Sí—Dije, casi en un chillido haciendo reír a Jenna, me sonroje, muy avergonzado, me aclaré la garganta y agregué—; Me encantaría.

Ella sonrió un poco avergonzada.

—La verdad quería invitarte a salir yo pero...—No me dejó terminar.

—Pero tuviste una pelea contigo mismo si hacerlo o no, creeme, ya me pasó, pero bueno, ya te invité.

—Me gustó eso, ya sabes, que me invitaras, me gusta las chicas con iniciativa, me parece algo atractivo—Moví mis cejas.

—Eso no quiere decir que te propondré matrimonio—Me dice bromeando, y parece que lo dijo sin pensarlo.

—¡Oh rayos!—Exclamé, sin pensarlo, le seguí el juego—, ¡Y yo que de verdad quiero casarme y más si fuera contigo!

Luego nos dimos cuenta de lo que nos dijimos.

Mierda.

No Apto Para Parejas Normales 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora