No Apto Para Parejas Normales 1

EPÍLOGO

Tres meses después...

Anthon se despertó, lo primero que hace es estirarse y caminar hacia la computadora que se encontraba en su escritorio, la encendió, entró la aplicación de Skype y llamó a Jenna.

Apareció la imagen de Jenna toda despeinada, con lagañas, y con cara de acababa de despertarse.

—Hey hey dormilona, ¿Cómo despertó la princesa?—Dice Anthon.

—Esta princesa tiene ganas de patearte ese hermoso trasero que tienes por despertarla tan temprano.

—Que romántica—Dice Anthon, con un toque de ironía en su voz.

—Si estuvieras aquí, creeme, te hubieses desmayado con mi aliento.

—Sí, me lo imagino, la otra vez fui al doctor, y me dijo que debería cuidar de mis pulmones, tus malos alientos me están matando.

—Idiota.

—Pues este idiota pronto será un increíble veterinario.

—Pobre de sus dueños, creo que la muerte seria más delicada con sus mascotas que contigo.

—¡Eres tan mala!

—Lo sé.

—Estoy asustado.

—¿Por qué?

—Por tus futuros pacientes, si estaban locos antes, estarán peor al estar contigo.

—Eso no es gracioso—Trató de ser seria pero no puede evitar reír.

—¿Qué harías sin mí, querida novia?

Ella negó con la cabeza y se quitó las lagañas.

—¿Cómo van tus clases?—Preguntó Jenna.

—Pues bien, pensé que seria fácil pero ya veo que no lo es, y me imagino que pasas lo mismo.

—Exacto—Sonrió—, oye, posiblemente vaya a casa, y pase solo un día ahí.

—¿En serio?—Dice Anthon, sorprendido por eso.

Pasaron tres meses que no se veían personalmente, en las vacaciones aprovecharían al máximo para estar juntos.

—Sí—Dice emocionada—, ya quiero ver a Janthon.

—¿Y no quieres ver a alguien más?

—A mis padres.

—¿Y a quién más?

Jenna sabia el juego que están haciendo Anthon.

—A mis hermanos.

—¿Y a quién más?—Se acercó a la pantalla.

—A mi amante.

—¿Y a quién... Espera qué? ¡¿Tienes una amante?!

Jenna se ríe.

—Es broma, no tengo amante, obviamente ese es mi propósito, verlos, a todos, ya los extraño mucho.

—Ya me había asustado—Finge estar aliviado, Jenna se ríe por eso—, bueno, arreglare todo para cuando llegues.

—Bien, oye Anthon.

—¿Si?

—Te amo.

—No sabes cuanto yo a ti, alíen.

—Nos vemos entonces mi Anthon Sabroson.

—Acosadora.

—Cállate.

Llamada finalizada.

FIN.